domingo, 30 de noviembre de 2014

EMOCIONES Y ACEPTACION

http://crecimientointeriormundial.blogspot.com/2014/11/emociones-y-aceptacion.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+EnvejecerEsObligatorioCrecerEsOpcional+%28Envejecer+es+Obligatorio%2C+Crecer+es+Opcional%29 


Aceptar las Emociones

En muchas ocasiones, los seres humanos tenemos dificultades para gestionar situaciones en las que está presente una intensidad emocional más alta de lo habitual. Como he señalado en otros momentos, no nos manejamos muy bien con nuestro mundo emocional, e incluso tendemos a minusvalorarlo e incluso ignorarlo. Pero la verdad es que sentimos emociones, a diario, y éstas juegan un papel importante en nuestras vidas.

Algunas personas llevan esta tendencia más allá y consiguen bloquear su experiencia emocional; sienten algo, no hay duda, pero no saben muy bien qué. Durante algún tiempo este bloqueo les ha resultado beneficioso quizás para poder soportar una situación complicada. La mayor parte de las personas que han necesitado llevar a cabo este proceso, han terminado expresando sus emociones en forma de explosión. Por ejemplo, alguien ha perdido a un ser querido y no muestra ninguna reacción emocional, pero, en el momento más inesperado, un tiempo después, y estimulado por algún detalle que le ha recordado a la persona perdida, comienza a llorar y por fin conecta con su dolor.

El problema de esta estrategia de gestión de emociones difíciles, es que se corre el riesgo de generar una pauta a partir de la cual me desconecto de una parte importante de mi realidad, de quién soy, impidiéndome reconocer sensaciones y reaccionar ante ellas de manera sana. Puede que, incluso, me sienta incómodo ante la expresión emocional de los demás y pretenda racionalizar sus reacciones, no permitiendo al otro expresar su necesidad. Esta última forma de interactuar está socialmente bien vista, puesto que muchas personas consideran la expresión de emociones un síntoma de debilidad.

Es cierto que hay personas que aprenden a bloquear sus emociones negativas, acumulando su influencia hasta que consiguen expresarlas, a través de una “explosión”. Otras, pretenden también “controlar” sus emociones positivas quitándoles importancia, impidiéndose a sí mismos conectar con esa parte tan importante de sí mismo. Esta pauta de bloqueo emocional tiene consecuencias sobre nosotros que pueden resultar muy contraproducentes. No reconocer nuestro estado emocional es una de ellas; no saber muy bien si estamos tristes, enfadados o nerviosos, no tener muy claro de dónde vienen estas sensaciones, que generan un estado de ánimo determinado a partir del cual encaro mi realidad. ¿Por qué he reaccionado así en la reunión de esta mañana?, ¿por qué me siento mal cuando veo a esta persona?, ¿qué me pasa? Estas son preguntas que pueden surgir a partir de esta desconexión de nuestras emociones.

Como he mencionado anteriormente, existe una tendencia muy generalizada a menospreciar las emociones y, dentro de estas, las negativas además, reciben un trato especial. Se las considera relevantes y significativas, mucho más que a las positivas, que son consideradas superfluas; pero a pesar de ello no sabemos qué hacer cuando nos invaden. Evidentemente, no nos gusta sentirlas porque resultan desagradables, de modo que las rechazamos, las ignoramos, las repudiamos y bloqueamos; es decir, como resultan incómodas, preferimos bloquearlas y deshacernos de ellas en lugar de tratar de comprender qué hacen ahí, en este momento. Las emociones nos movilizan a la acción pero también nos pueden enseñar mucho acerca de nosotros mismos si comenzamos a aceptar justo lo que estamos sintiendo, por desagradable que sea.

La buena noticia? Tiene solución. No te resignes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario