"Intenta cada día ser un poco más sabio de lo que eras cuando despertaste. Día a día, y al final, si vives lo suficiente, como la mayoría de la gente, vas a recibir de la vida lo que te mereces"
—Charlie Munger
¿Es casualidad que dos de las tres personas más ricas del mundo sean dos lectores insaciables?
No, no lo es. Tampoco lo creía Napoleon Hill, quizá el autor de libros de autoayuda más exitoso de todos los tiempos: “El camino hacia el éxito —afirmó— es el camino de la búsqueda continua de conocimiento”.
Bill Gates y Warren Buffett, no nacieron millonarios, se hicieron. Y ambos tienen muy claro que su implacable curiosidad y su inacabable apetito por aprender ha sido una pieza clave de su éxito.
Jake Taylor, quien se ha dedicado a estudiar la vida de Buffett y su socio Charlie Munger, afirma lo siguiente en su página web:
No, no lo es. Tampoco lo creía Napoleon Hill, quizá el autor de libros de autoayuda más exitoso de todos los tiempos: “El camino hacia el éxito —afirmó— es el camino de la búsqueda continua de conocimiento”.
Bill Gates y Warren Buffett, no nacieron millonarios, se hicieron. Y ambos tienen muy claro que su implacable curiosidad y su inacabable apetito por aprender ha sido una pieza clave de su éxito.
Jake Taylor, quien se ha dedicado a estudiar la vida de Buffett y su socio Charlie Munger, afirma lo siguiente en su página web:
Después de tener un almuerzo casual con [Warren] Buffett, he dedicado años a estudiar lo que hace que Warren y Charlie tengan tanto éxito. Aunque ambos han sido bendecidos con un excepcionalmente elevado coeficiente intelectual, creo que su asombrosa sabiduría viene de su endiablada lectura de libros. Su ventaja competitiva real es que, simplemente, han leído más que todos los demás. ¿Quieres ser el más inteligente de los presentes? Es sencillo. Lee más. Es una estrategia verdaderamente democrática que está al alcance de cualquiera de nosotros que esté dispuesto a dedicarle tiempo.
Si, es cierto que saber muchas cosas es muy bueno, pero no es suficiente: el conocimiento requiere acción. De nada sirve que tengas muy clara la teoría si no la pones en práctica. No obstante, la acumulación de conocimiento otorga una ventaja enorme que puede compensar otras carencias.
Constantemente veo personas ascender en la vida —afirma Charlie Munger— que no son los más inteligentes, a veces ni siquiera son los más trabajadores; pero son unas verdaderas máquinas de aprendizaje. Se van a la cama todas las noches un poco más sabios de lo que eran cuando se levantaron, y chico, eso ayuda, sobre todo cuando se tiene una larga carrera por delante.
La educación no solo es importante a la hora de ganarnos el pan de cada día, sus beneficios se extienden a casi todos los aspectos de la vida. Educarnos nos hace más inteligentes y la inteligencia nos ayuda en muchas áreas:
Ser inteligente da ventaja a lo largo de la vida. Las personas que son más inteligentes ganan más, viven más tiempo, se divorcian menos, tienen menos probabilidades de ser adictos al alcohol y al tabaco y sus hijos viven más tiempo. Sostiene el científico Steven Pinker.
Aunque aprender durante toda la vida es importante y reporta enormes beneficios, la mayoría de nosotros tratamos a la educación como algo que tenemos que hacer durante nuestros primeros años de vida —entre 16 y 22 años— y que una vez despachado abandonamos por completo. Estudios señalan que casi un 40% de la población no lee nunca o casi nunca.
Hasta hace unos años esta estrategia de aprender algo mientras somos jóvenes y ordeñar esa vaca durante toda la vida era posible. Hoy no nos podemos dar ese lujo. Las habilidades y el conocimiento que eran de vanguardia hace cinco años quizá se queden obsoletos en poco tiempo. Si deseamos permanecer competitivos en el mercado laboral, debemos convertirnos en autodidactas y hacer del aprendizaje continuo un hábito.
Hoy, por fortuna, obtener una gran educación es posible y, lo mejor, casi no cuesta nada. Cualquiera con una conexión a internet cuenta con una oferta interminable de posibilidades. Cursos, libros, documentales, conferencias están disponibles de manera gratuita para quien lo desee.
Todo aquello que necesitamos para vivir una gran vida ya está escrito. Es nuestra la decisión de aprovechar la enorme oportunidad que hoy tenemos para educarnos, o desperdiciarla en juegos online, chequeando Twitter o chismeando la vida de las ‘celebrities’.
Hasta hace unos años esta estrategia de aprender algo mientras somos jóvenes y ordeñar esa vaca durante toda la vida era posible. Hoy no nos podemos dar ese lujo. Las habilidades y el conocimiento que eran de vanguardia hace cinco años quizá se queden obsoletos en poco tiempo. Si deseamos permanecer competitivos en el mercado laboral, debemos convertirnos en autodidactas y hacer del aprendizaje continuo un hábito.
Hoy, por fortuna, obtener una gran educación es posible y, lo mejor, casi no cuesta nada. Cualquiera con una conexión a internet cuenta con una oferta interminable de posibilidades. Cursos, libros, documentales, conferencias están disponibles de manera gratuita para quien lo desee.
Todo aquello que necesitamos para vivir una gran vida ya está escrito. Es nuestra la decisión de aprovechar la enorme oportunidad que hoy tenemos para educarnos, o desperdiciarla en juegos online, chequeando Twitter o chismeando la vida de las ‘celebrities’.
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