miércoles, 15 de junio de 2011

Las mentes del futuro.

Howard Gardner -autor de la teoría de las inteligencias múltiples y de las mentes del futuro- sostiene que el aprendizaje memorístico no tiene en cuenta el verdadero aprendizaje que se basa en la comprensión y que, la forma en que se enseña, va en sentido contrario a la forma en que aprende el niño, y muy bien, antes de ir a la escuela. El aprendizaje previo es intuitivo, sin reglas fijas, basado en la curiosidad natural. La escuela hace centro en que aprenda a leer y escribir y en la disciplina. Son formas distintas de aprender que crean vacíos y etiquetas: “ese niño tiene problemas de aprendizaje”.

El que aprende según las reglas de la escuela no se transforma tampoco en un experto disciplinado, terminado el ciclo regresa a su modo infantil. El ingenuo comprende el mundo de otro modo que el experto, que contraría la sabiduría popular. Con esos vacíos cuesta aprender. El cambio a lograr es saber aplicar la disciplina que se aprendió en la vida diaria

Gardner propone desarrollar mentes sintetizadoras, que puedan detectar lo importante y hacer conexiones. También aboga por mentes creativas que partiendo de lo conocido puedan crear lo que hasta ahora era desconocido. La mente tiene que aprender a ser respetuosa de la diversidad, dado que a la verdad se llega desde diferentes perspectivas. La mente ética debe orientar hacia el bien y no a la búsqueda irrestricta de la conveniencia.

La mente debe disciplinarse para aplicar el conocimiento a la vida misma, no quedarse en la superficialidad de los hechos y ser protagonista y responsable. Para ello hay que seguir estudiando y practicando lo que se estudió. Las inteligencias múltiples abarcan lo verbal, matemático, lógico, musical, corporal, espacial, interpersonal y espiritual. Conocer y desarrollar la mente individual debe ir de la mando de la inteligencia social

Para que la inteligencia progrese en el mundo la educación debe propiciarla. La inteligencia reformulada implican una cultura que la promueva, oportunidades para ejercitarla y planes de estudio que la incorporen como políticas de estado. La memoria es el capital intelectual, sin conocimientos la inteligencia es impotente. Pero ante los problemas la memoria tiende a repetir el pasado, entonces la inteligencia le abre la puerta a la imaginación. Como dijo Einstein, “en épocas de crisis la imaginación es más importante que el conocimiento”.

Dr. Horacio Krell, director de Ilvem. Contacto horaciokrell@ilvem.com

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