“Desde que practico skate he adquirido afán de superación, espíritu de equipo y aprendido a plantearme nuevos retos”. Como experiencia vital no está mal. Carlos García-Hoz, socio fundador de la Agencia de Publicidad 101, practica este deporte desde que tiene 14 años y hacerlo le ha cambiado la vida.
Carlos García-Hoz disfruta del �skate� desde los 14 años y cada día disfruta más de esta afición.
Él cree que es “más creativo” gracias precisamente a su influencia y que ahora puede dedicarse a la publicidad, en parte, por esta afición que ha cultivado desde su adolescencia. “Siempre he tenido dentro la necesidad de crear, pero tengo la mente más abierta gracias al skate. En la pista eres tú con la tabla y todo lo que hagas con ella es nuevo y diferente.
Si te atreves a intentar una pirueta o un movimiento que nunca antes habías intentado, lo haces y eso marca tu personalidad, tu forma de afrontar la vida. Patinando te expresas y creas”, afirma convencido. “Además, muchas revistas y marcas de ropa utilizaron en aquella época este deporte para hacer publicidad y eran campañas muy creativas. Yo estaba acostumbrado a su estilo”.
‘Regreso al futuro’
Él se considera un clásico en este deporte. “El skate ha evolucionado mucho. La culpa de que yo practicara este deporte fue de la película Regreso al futuro, que nos marcó a muchos jóvenes de aquella época”, recuerda García-Hoz. “A mí el que me gusta es el que se practica en una rampa. En los 90 este deporte salió de las rampas a la calle y a mí eso ya no me gustaba tanto. Cuando patino lo hago con mis amigos de antes y todos somos de la vieja escuela”.
García-Hoz recuerda aquella época en la que empezaba a patinar con cierta melancolía. “Antes patinaba todos los días, después empecé a estudiar y patinaba algo menos, pero cuando comencé a trabajar, lo abandoné un poco. Hay poca gente que se pueda dedicar a esto profesionalmente porque se gana poco dinero. Ahora aprovechamos las vacaciones y en navidades hacemos una ‘reunión de dinosaurios’ y quedamos todos los de antes”, afirma este director creativo.
Él ha intentado, con poco éxito, que su familia comparta esta afición. “A mi mujer la engañé una vez para ir a un campeonato y no ha vuelto. La entiendo, para el que no patina es un espectáculo aburrido, pero para el que está en la pista es apasionante. Ahora me encantaría que a mi hija le gustara cuando fuera mayor, ahora aún es un bebé”, señala Carlos mientras muestra orgulloso una foto de su pequeña sentada en un patín en el jardín de su casa. “Fue el día que se estrenó”. Sus padres nunca se opusieron a que practicara este deporte, “al menos hasta que un día me hice daño”, y no va a oponerse si su hija quiere continuar con su afición. “Quizá lo diga ahora que aún es pequeña”.
Muchas de sus aficiones tienen al skate de fondo. Hago snowboard y juego en la PlayStation al juego del skate. Ambos me gustan y me lo paso bien, pero no es lo mismo”.
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