Cristóbal Undurraga, gerente de Emprendimiento de
Corfo
El 2012 fue declarado como el año del emprendimiento ya que
-como la educación- ésta es una de las herramientas más potentes que tiene una
sociedad para surgir.
Uno de los mayores desafíos de la política pública es
potenciar las habilidades emprendedoras de las personas, porque implica
fortalecer una cultura que conciba el emprendimiento como necesario, donde se
pierda el miedo a fallar y a cambiar.
Corfo no sólo trabaja para potenciar el apoyo existente para
generar un entorno emprendedor, sino que además, busca reducir los tiempos y
trámites necesarios para respaldar a los emprendimientos que ayudarán a que
crezca Chile.
Así, el año pasado dio a conocer un instrumento para
favorecer el entorno emprendedor con el cual potenciar el ecosistema, a través
del cofinanciamiento de programas que produzcan habilidades y competencias en
personas o empresas. Esto se llevó a cabo gracias a un programa con foco en los
escolares, las mujeres y en los medios de comunicación, para que éstos a su vez
se embarquen en la tarea de difundir el emprendimiento.
A casi un año de su lanzamiento, los resultados son
promisorios. En todo el país se han adjudicado un total 112 proyectos que han
beneficiado a más de 160.000 personas, tanto directa como indirectamente. Por
ejemplo, sólo en la iniciativa enfocada a los escolares -hubo 86 postulaciones a
nivel nacional- se otorgaron 38 propuestas, las que favorecerán a 81.000
postulantes. Un avance que comprueba la importancia de que el emprendimiento
parta desde fases tempranas, pues es en el colegio donde los jóvenes pueden
adquirir habilidades para descubrir esta herramienta y mejorar sus
oportunidades.
Todo esto se ha reforzado, gracias a la agilización de los
trámites y tiempos de espera en los procesos de Corfo. Y es que si el 2012 es el
año del emprendimiento, hay que hacer de este camino uno más expedito y que
apoye el sueño de emprender. Así, se ha enfocado en aprobar más y mejores
iniciativas, reduciendo los plazos en la evaluación. Por ejemplo, a través de
InnovaChile, en el año 2010 los días hábiles de espera entre la etapa de
postulación y el pago de la primera cuota de los subsidios eran de 146 días y en
2011 fueron de 114. Asimismo, la evaluación que comprende desde la postulación
de los proyectos a la decisión de aprobación, se redujo en 10 días.
Entre otras cosas, esto ha llevado a que el número de
beneficiarios directos en InnovaChile aumentara en 201% entre 2010 y 2011,
pasando de 5.636 a 19.101 beneficiados.
¿Cuál es el desafío? Una comunicación cada vez más clara,
transparencia en los procesos y una buena orientación a todos quienes accedan a
la institución. Ya han pasado seis meses y el balance -hasta la fecha- es
positivo. Se fomenta un ecosistema que aliente a instituciones y ciudadanos a
emprender y lograr la meta: que todos los chilenos lleguen al desarrollo antes
de que finalice esta década.
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