jueves, 29 de agosto de 2013

“La ilusión es la hermana menor del desengaño”. Olivier Holmes.

http://principiodeuncomienzo.wordpress.com/2013/08/28/desenganate/ 

DesengañoDurante toda la vida, me habían enseñado que mi éxito dependía de que aceptara las reglas de los jefes que tuviera en mi trabajo y sobre todo que no me saliera de las normas  establecidas de ante mano. Si mis sueños, eran los mismos que mi jefe, todo iría bien y hasta podría ascender en el trabajo.
Pero nunca sucedió.
Me dijeron que tenía que tragarme mi orgullo, que los sueños nunca se hacen realidad. Mis pensamientos tenían que limitarse a lo establecido por la sociedad. Tenía que seguir todo según había sido formado. Hacía todo lo que me pedían, pero aún así, eso que llamaba éxito, no tenía el placer de conocerlo. Y llegó el desempleo. Me encontraba en una encrucijada.
¿Por qué? Era lo único que me preguntaba. Había hecho todo lo que me habían pedido y me encontraba así.
Pero un día esa “vocecilla” que todos oímos alguna vez, llamada intuición, que muchas veces hemos intentado acallar, me decía que tenía que intentarlo, que era mi momento, mi oportunidad.
Nunca había sido un valiente. Más bien me daba miedo todo, debido a que había intentado en muchas cosas y todas habían salido mal. ¿Intentarlo otra vez? ¿Yo diseñar algo? ¿A dónde voy?.
El gemelo que todos tenemos, el miedo, y su amigo, el ego, hicieron acto de presencia. “ Ni lo pienses, te dolerá de nuevo, jamás podrás”. Pero tenía que dejarlos de lado, no escucharlos, si quería marcar una diferencia en mi vida, como así lo sentía.
Me tocaba a mí, ya valía que los demás  determinaran mi vida. ¿Lo mejor era conformarme con todo lo que estaba viviendo? NO.
Ya valía de hacer realidad los sueños de otros, tocaba hacer realidad los míos. Tocaba crear mi propia vida. Ya valía de ir sobre seguro, quería y sabía que tenía que causar algún tipo de impacto en mí y en la sociedad. Ya valía de echarle la culpa al sistema por todo lo que me pasaba.  Eso era lo más fácil, la salida más rápida.
Tome un camino que jamás pensé que podría escoger, el más difícil.
Este cambio, como toda transformación, iba de la mano de poder fracasar, de no llegar a ver lo que había detrás de los arbustos. Pero si había una oportunidad de fracasar, me estaba lanzando a por ella, quería aprender de todo lo que me sucediera por el camino.
Cuando emprendes un nuevo camino, unos te llamaran temerario, otros que estás loco, otros te desearan los mejores resultados y otros los peores. Pero habrá gente que pienses que eres un artista. Cuando lo oyes por primera vez, piensas que se confunden, que se lo dicen a otra persona. ¿Yo un artista? Yo no hago arte. Pero SI, eres un artista.
Un artista es aquella que hace una cosa por primera vez, algo diferente. Arte es como hace tu madre los postres y que tanto te gustan, tú cuando escribes unas líneas, o tu vecino cuando te ha ayudado con la reparación del coche. Son artistas.
¿Y tú en qué piensas que eres un artista?
Pero nos da miedo que nos digan que somos diferentes, nos sintamos señalados. Vergüenza por el qué dirán, por si fracasamos los comentarios que podrían verter. “No, no, nos quedamos en casa y el ridículo que lo pase otro” es lo que nos viene a la mente.
Sin embargo, el liderar tu vida, es lo que tiene, el sentirse vulnerable en un camino por el nunca habías pasado. Avanzar es arriesgado. Pero dándolo todo, no habrá a quien le eches la culpa  del resultado, sólo serás tú el responsable del mismo.
Ten en cuenta una cosa, la vergüenza es una elección más, al igual que elegiste sentir alegría al ver lo que estabas consiguiendo.
Eres especial, nadie es capaz de hacer eso que tú sabes que puedes hacer. Pero ese especial es lo que haces, no tu persona. ¿Entonces te vale  pena sentir vergüenza? No la escojas.
No vivas una vida basada en encajar. Ya sabes lo que vas a vivir, hacer realidad los sueños de otra persona. ¿Y los tuyos? Nos obligan a encajar, a no destacar y tú quieres y sabes que vas a destacar, quieres que todo el mundo conozca lo que sabes hacer. ¿Entonces a qué esperas? ¿Qué o quién te lo impide?
Como bien dicen las madres, sino lo intentas no sabrás qué podría pasar. Deja de pensar que las cosas están mal, que hay escasez de todo. INTENTALO.
Es mejor vivir la vida a la sombra de los pinos, como bien dice la canción, estar siempre quejándose, arrastrase, pero es el momento de saltar.
DESENGAÑATE.
La dificultad que estás viviendo, es una oportunidad disfrazada  para dar lo mejor de ti mismo.
DESENGAÑATE.
Tus ideas van a crear nuevas ideas. En el viaje, claro que habrá dolor. Es parte del viaje. Pero sin dolor no hay ningún viaje que valga la pena. Te lo aseguro.
Desengáñate, el precio por equivocarte es diminuto en relación al hecho de no intentarlo.
Tu mayor fracaso será no reunir el valor de hacer lo que sabes que tenías que hacer. Ya vale de la cultura del miedo, del fracaso, rompe las reglas y transformarlos en la cultura del liderazgo de tu vida, del esfuerzo, de la superación, de la confianza.
Desengáñate.
Tu vida no prospera en ningún sentido, sino saltas el acantilado en el que estás asomado.
Desengáñate, tus sueños solo los puedes hacer realidad tú, nadie más. No te dejes engañar como a Ícaro.
¿Crees que el ve sobre seguro, quédate dentro de tu zona de confort o busca un trabajo estable, salvará tu vida? ¿Y si te guías por el tú puedes, es tu momento,  que sabes que podrás destacar entre los demás, qué crees que pasaría en tu vida? ¿Te atreves a hacer cosas nuevas? Estás ante la oportunidad de tu vida.

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