La antigua ciencia de la escuela Vedanta nos enseña que la dicha es la verdad última en el centro del universo. Y que el propósito de la vida es la expansión de la dicha.
En el ajetreado mundo de hoy, muchos de nosotros estamos demasiado ocupados tratando de tener logros, de cuidar de nuestros seres queridos, y corremos de un lado a otro, de tal modo que nos hemos desconectado de las cosas más importantes. Las prácticas que nos dan más dicha y significado son con frecuencia las que hacemos a un lado para dar prioridad a responsabilidades más “importantes”.
Esto puede llevarnos a sentir que lo mejor que podemos hacer es llegar al final de otro día.
Pero es posible tomar otro camino…
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