Los científicos opinan: la risa aumenta la secreción de catecolaminas
y endorfinas, que son calmantes y relajantes naturales fabricados por
el propio organismo. Además, reírse reduce la secreción de cortisol y
la velocidad de sedimentación en la sangre, mejorando la respuesta
inmunológica del organismo. Otro de los efectos beneficiosos de la
risa es el aumento de la oxigenación de la sangre y la disminución del
aire residual en los pulmones. Y, aunque en la primera fase de la risa
se produce un ligero incremento de las pulsaciones y la tensión
arterial, se trata de un fenómeno transitorio que después da paso a la
relajación del pulso y la presión sanguínea.
También la piel se ve beneficiada al mejorar el riego periférico,
recibiendo un mayor aporte de oxigeno y envejeciendo mas lentamente.
Se ha demostrado que la risa es contagiosa y que los médicos que se
ríen logran mejores resultados con sus pacientes que aquellos que
tienen mal humor.
El psiquiatra William Fry, profesor de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Stanford, y uno de los pioneros en el campo del humor
como terapia, afirma que “un minuto de risa equivale a 45 minutos de
relajación y 3 minutos de risa equivalen a 10 minutos de remo
enérgico”.
Queda claro por lo tanto que los efectos de la risa no son sólo
anímicos, sino que desencadenan cambios orgánicos que aceleran el
proceso de convalecencia de cualquier enfermedad y ayudan a atenuar el
dolor.
El humor sirve como barómetro de la salud mental: cuanto mas sombría
es una persona, mas tristeza y posibilidad de deprimirse habrá en su
vida; por el contrario, cuanto mas humor demuestre, gozará de menos
estrés y mas años de vida.
http://www.gruposer.org/
sábado, 25 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario