miércoles, 27 de julio de 2011

A veces me cito conmigo mismo... y no voy

http://www.franciscoalcaide.com/2011/02/veces-me-cito-conmigo-mismo-y-no-voy.html

En cierta ocasión Pedro Ruiz escribia: "A veces me cito conmigo mismo... y no voy". Una frase muy aguda y muy cierta. Nos da miedo nuestra soledad porque ahí es donde nos podemos encontrar a nosotros mismos, hallar nuestro ser y eso es un peligro, porque tal vez nos preguntemos: ¿Y si toda mi vida fue una equivocación? Y si la respuesta es afirmativa, a lo mejor la decisión que tenemos que tomar implica dejar atrás amistades, familia y estudios y trabajos realizados hasta el momento... Unamuno decía: "Que el pasado no sea tirano de tu porvenir". A veces, aunque duela, y mucho, la mejor inversión es empezar desde cero. Que los tiempos pretéritos no hipotequen los tiempos venideros.

Muchas veces hemos hablado aquí de esta cuestión en posts como: ¿Sigues o renuncias? o ¿Es tu vida como un donut?, entre otros. "La leyenda personal -nos recuerda Paulo Coelho (@paulocoelho)- es la bendicion, el camino que Dios escogió para tí aquí en la tierra. Siempre que un hombre hace aquello que le entusiasma , es que está siguiendo su leyenda. Sucede que no todos tienen el valor de enfretarse con sus propios sueños". También Alejandro Jodorowsky (@alejodorowsky) apunta: "No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que se es. Desde la infancia nos endosan destinos ajenos. No estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, sino los propios. Si eres cantante y no abogado como tu padre, abandona la carrera de leyes y graba tu disco".

Ayer Javier García (@javierggar), del blog La palabra infinita, me hacía llegar vía twitter el excelente artículo de Juan Perea titulado: Ser uno mismo es una cuestión de supervivencia. Allí, el autor citaba a Oscar Wilde quien decía: "La finalidad de la vida es el desarrollo de uno mismo. Estamos aquí para realizar a la perfección nuestra propia esencia. Hoy día la gente tiene miedo de sí misma. Y ha olvidado el más alto de todos los deberes, el deber que uno tiene consigo mismo. Las personas son generosas; alimentan al hambriento y visten al mendigo. Pero sus propias almas pasan hambre y están desnudas. La valentía ha desaparecido de nuestra raza. Quizá nunca la tuvimos de verdad. El terror a la soledad, que es la base de la moral, y el terror a Dios, que es el secreto de la religión, son las dos fuerzas que nos gobiernan. Sin embargo, creo que si una persona viviera su vida con plenitud, si diera forma a sus sentimientos, si expresara sus pensamientos y realizara todos sus sueños, el mundo conseguiría el impulso de la alegría. Pero aún el más valiente de nosotros tiene miedo de sí mismo. La mutilación de nuestro lado salvaje tiene toda su trágica supervivencia en una abnegación que coarta nuestras vidas. Se nos castiga por nuestras negativas. Todo impulso que procuramos sofocar se queda maquinando en la mente y nos corrompe".

Precisamente hoy me hacen llegar estas palabras de Osho que llevan por título: Nunca estarás satisfecho... Dice así:

"Nunca estás lo suficientemente satisfecho con quien eres y con lo que la
existencia te ha dado pues siempre has sido distraído. Siempre has sido
dirigido hacia donde la naturaleza no ha pretendido que estuvieras. No te
estás moviendo hacia tu propio potencial.

Estás tratando de ser aquello que los demás quisieron que tu fueras, pero
eso no puede ser satisfactorio. Cuando no es satisfactorio, la lógica
dice, "Quizás no sea suficiente, busquemos más de lo mismo." Entonces vas
tras más, entonces comienzas a mirar a tu alrededor.

Y todo el mundo se aparece con una máscara que está sonriendo, que se ve
feliz, así todo el mundo está engañando a todo el resto. Tu también te
muestras con una máscara, así los demás piensan que tu eres más feliz; tu
crees que otros se ven más felices. La hierba se ve más verde del otro
lado de la cerca. Ellos miran tu hierba y se ve más verde. Realmente se ve
más verde, más espesa, mejor. Esa es la ilusión que crea la distancia.

Cuando te acercas, entonces comienzas a ver que no es así. Pero la gente
mantiene a los demás a distancia. Aún amigos, aún amantes se mantienen a
distancia el uno del otro; mucha cercanía sería peligrosa, podrían ver tu
realidad.

Y tú has sido mal orientado desde el mismo principio, así que cualquier
cosa que hagas seguirás sintiéndote miserable. Ves a alguien con mucho
dinero: piensas que quizás el dinero trae la felicidad. Miras a la otra
persona, qué alegre parece ser. Entonces corres tras el dinero. Alguien es
más saludable, corres tras la salud. Alguien está haciendo alguna otra
cosa y parece muy contento, síguelo. Pero siempre son los demás."

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