viernes, 12 de agosto de 2011

MEDITACIÓN

Reunidos El Dalai Lama líder Tibetano, con el científico Richard Davidson, director del Laboratorio de Neurociencias de los Afectos de la Universidad de Wisconcin.

Detectó que las imágenes de la resonancia magnética revela que cuando la gente está ansiosa, enojada, o deprimida, las partes del cerebro convergen hacia la amígdala y la corteza prefrontal derecha. Por el contrario cuando estamos tranquilos, con animo positivo aumenta la actividad prefrontal izquierda.

El científico expresó al Dalai Lama si había algo en el entrenamiento de un lama que pudiera llevar a un estado de felicidad perpetua…..

Otro científico contestó esta pregunta Jon Kabat Zin de la universidad de Massachussets

Este clínico enseño meditación a pacientes con enfermedades crónicas para ayudarlos a manejar su situación, También trasmitió el método a trabajadores sometidos a grandes presiones, durante tres horas por semana durante dos meses.

Antes del entrenamiento registraban en sus emociones una mayor utilización del lado prefrontal derecho y se quejaban de sentirse estresados.

Luego de finalizada la experiencia sus emociones se inclinaron para el lado izquierdo sintiéndose mas aliviados de los males que los aquejaban.

CONCLUSIÓN: El balance de las emociones puede modificarse a través de la meditación.

MEDITACIÓN

Desde hace más de 5000 años, en culturas como las asiáticas y las indígenas chamánicas, se sabe que el miedo más profundo puede vencerse. ¿Cómo? Con ejercicios de regulación respiratoria, porque la persona que tiene miedo vive un estrechamiento. Recordemos que la palabra “angustia” viene de “angostare”

Significa que hay un estrechamiento focalizado, sobretodo en el pecho que se produce de forma involuntaria. Disciplinas orientales, como el Yoga, meditación y otras en sus múltiples variantes son una alternativa ya que le permiten a las persona hacerse más concientes de su cuerpo y saber que dentro suyo tiene una farmacia interior. Ese simple darse cuenta ya otorga mayor contención y seguridad.

La mente humana, por acostumbramiento (automatización mental) se aferra a cualquier sensación cuando es placentera quiere apropiarse de ella, repetirla e intensificarla, y así se genera más apego y codicia. Cuando es desagradable, la rechaza, se resiste y se resiente, generando odio, aversión e ira, y si lo que siente es algo neutro, se aburre y se enoja.

Cuando meditamos, progresivamente empezamos a actuar con efectividad aquí y ahora, liberados del pasado y del futuro, donde habitan todos los miedos. La meditación ordena, higieniza, descontamina la mente. ¿Y porque es tan curativa? Porque aleja la negatividad del cuerpo, evitando que se produzcan las reacciones bioquímicas que veíamos antes que son tan toxicas para nuestro físico. Desde el miedo hasta la ira, la envidia y los celos son causas de potenciales enfermedades de origen físico.

Tomará cierto tiempo pero a determinada altura del itinerario nuestra mente podrá manifestarse en estado natural, sin pensar en lo que pasó ayer o lo que haremos mañana.

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