viernes, 10 de agosto de 2012

Capital erótico

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Por Horacio Krell*

El poder de fascinar a los demás fue investigado por la profesora Catherine Hakim, del departamento de Sociología de la Londres School of Economics ¿Por qué los estudios sociológicos no lo advirtieron antes como un activo similar al capital económico, cultural social o intelectual. Según Hakim, para estudiar la sociedad y el mercado laboral es necesario incluir el capital erótico, que debería considerarse como “el activo personal”.
Un retraso patriarcal ha tejido una ideología moral que impide aprovechar el capital erótico. Las feministas entraron en el juego y son las primeras en criticar los concursos de belleza.
El Capital Erótico es un atractivo construido a partir de una inversión inteligente en la propia imagen, en como uno se mueve, habla y se comporta. Las personas atractivas se destacan,  llaman la atención, atraen y predisponen positivamente. Los mensajes no verbales son una carta de presentación. La primera impresión que damos. No hace falta abrir la boca para que nuestro interlocutor sepa cómo somos. Los gestos hablan sin voz.
Barack Obama es una persona inteligente y  formada, pero el hecho de ser guapo y delgado, estar en buena forma física y vestir bien lo ayudó a ser el primer hombre de raza negra presidente de EEUU. Su mujer, Michelle, cumple con los mismos requisitos.
Las personas dotadas de atractivo físico y social tienen ventajas en todos los frentes. Esta parte del capital humano se nutre de una buena educación y sólida experiencia laboral. Esta
mezcla de belleza, atractivo sexual, imagen y destreza social, hace que ciertos hombres y mujeres sean atractivos para otros y en especial para los del sexo opuesto.
Los efectos de este activo se palpan desde la infancia, pasa luego por mejores empleos y salarios y llega hasta un trato inclinado a la indulgencia por los jurados en los juicios.
Puede intercambiarse por otros capitales, como si fuese dinero. El capital erótico es un don tan valioso y esquivo que se hasta se busca adquirir casándose con una belleza, como mecanismo para transferir  activos eróticos a futuras generaciones. De forma darwiniana, una familia poderosa pero sin gracia, procura incorporar los dones de encanto y belleza.
Hay plebeyas que accedieron a la realeza. Grace Kelly, Lady Di, Máxima de Holanda, o Kate Middleton al casarse con el príncipe William. Todas ellas poseen gran capital erótico.

Linda pero tonta
Lo bello suele ser sinónimo de tonto pero es lo contrario. La inteligencia se distribuye equitativamente, pero el capital erótico facilita que su brillo prospere.
La necesidad sexual y diversión erótica de los hombres supera con mucho el interés de las mujeres por el sexo. El desequilibrio eleva el valor del capital erótico femenino y les confiere una ventaja, cuando lo advierten y lo hacen valer.
Al ser un activo escaso, se vuelve más valioso, el poder siempre deviene de la escasez. Las feministas perjudican a la mujer fomentando su comportamiento irracional que prefiere la ponderación de otros capitales como el cultural. El dilema feminista es fijar opciones entre belleza o inteligencia y socava aquello que pretende fortalecer: el verdadero poder femenino no prospera devaluando el capital erótico, sino exhibiéndolo. Se asocia el capital erótico a la belleza, ventaja de nacimiento como  la altura o el color de los ojos. Pero capital erótico es un activo adquirido, en donde la belleza es un componente no definitivo.
Belle laide es una mujer fea que se vuelve atractiva gracias al acierto con que cuida su imagen y estilo. Ponerse en forma, mejorar la postura, llevar colores y formas favorecedoras, elegir un corte de pelo y ropa adecuados, son cambios que pueden conformar un look completamente nuevo.
El capital erótico surge de valorar y combinar atributos donde la personalidad, la simpatía, la indumentaria, la seguridad al hablar y moverse, son iguales o más importantes que la armonía del rostro. Señala la importancia de la actitud en los resultados de la vida para cambiar la cotización de los activos personales y otorgarle al capital erótico un sitial estratégico y poderoso en el patrimonio, los créditos  y los mejores contactos sociales.

Bases del  capital erótico
La Belleza es un elemento central. El Atractivo sexual reside en la forma de moverse, hablar y actuar.  El Atractivo social  es la gracia, el encanto, el don de gentes, la facultad de caer bien y hacer que los demás estén a gusto, con ganas de conocerte.  La Vitalidad mezcla la buena forma física, energía social y buen humor. La presentación social es el modo de vestir, maquillajes, perfumes, las joyas y adornos, el peinado y accesorios que reflejan el estatus social y el estilo.La Sexualidad es la destreza y la energía sexual, la imaginación erótica, el espíritu lúdico y como partenaire sexual. La Fertilidad es un elemento más del capital erótico femenino.
La inteligencia, la cultura, el sentido del humor y la bondad son también sexis. Debemos incorporar el Capital Erótico como una competencia a desarrollar, al nivel del liderazgo. ¿Cómo? Ya hay  talleres titulados: “Desarrolle su Capital Erótico para obtener más ventas”.
En las redes se puede gestionar de forma inteligente la imagen y por lo tanto el capital erótico. Nadie es tan feo como su foto del DNI ni tan guapo como su avatar. Los que tienen más capital erótico tienen más seguidores, amigos, contactos y en definitiva, más influencia y mejor posicionamiento en las redes

Conciencia del capital erótico
El capital erótico sería una herramienta particularmente valiosa en algunas actividades, como encontrar pareja, adquirir poder negociador en el interior de la pareja, en el mercado laboral y en las relaciones de trabajo. Los seres humanos sabemos buscar señales faciales y entender rápidamente su significado. Podemos ser inexpertos en comunicación no verbal pero nuestro cerebro automáticamente la descifra y hace juicios sobre los demás y construye la confianza o la desconfianza. No podemos explicar por qué con sólo ver a alguien nos formamos una imagen y le colgamos la etiqueta.  Lo hacemos en instantes y los demás lo hacen también con nosotros, por lo que es muy útil conocer como mostramos nuestro capital erótico con el cuerpo y con  los gestos.
 
Primero, la mirada
Cuando dos personas se miran a los ojos se le da una base real a la comunicación. Enviamos y recibimos visualmente más mensajes que de cualquier otra forma. Esquivar la mirada significa que escondemos algo. Una persona deshonesta no devuelve la mirada. Mirar a los ojos sin intimidar es esencial para lograr confianza. Y lo que veamos en los ojos del otro nos dará muchas pistas sobre nuestro capital erótico.
Si mira arriba y a la izquierda está recordando; arriba y a la derecha está fantaseando,  abajo y a la derecha está recordando un sentimiento. Una mirada que va de un lado a otro dirá que  no está segura o se pone a la defensiva buscando  la puerta de salida, y unos ojos llorosos y empañados dicen aquello para lo que no tenemos palabras.
 
El efecto cara feliz
Ocultar la mirada directa limita el potencial de comunicación. La sonrisa es la más positiva de las expresiones emocionales, los rostros felices  se reconocen fácilmente produciendo el efecto cara feliz. Mostrar una sonrisa genera una primera impresión positiva, si es genuina. Si no lo es carecerá de simetría Las expresiones faciales acompañan lo que le decimos y complementan el sentido de las frases.
Atendemos más a quienes gesticulan al hablar de forma activa porque generan percepciones de energía y entusiasmo, mientras que otros generan una imagen fría y racional. Pero los gestos deben enfatizar, matizar, complementar la comunicación. Si son anárquicos y no tienen nada que ver con el mensaje, provocan distracción o desconcierto.
Las piernas y la posición de los pies reflejan emociones. Son la parte del cuerpo que menos atención consciente nos merece y, por eso, la que menos manipulamos. Cruzados debajo de la silla indicarán una posición cerrada. Todas estas pistas aparecen sin intercambio verbal.
Las ventajas que aporta el capital erótico pueden ser compensadas por las diferencias en los otros tipos de capital (económico, intelectual, social), por lo que se relacionan. Hay un plano de igualdad entre hombres y mujeres, como nunca antes hasta ahora, pero los  hombres tienen desventajas, el hombre no se planteaba ser atractivo, el ideal de belleza estaba puesto en las mujeres. Son diferentes enfoques, en otras épocas y contextos. Incluso en el que ella despliega sus encantos para que un hombre la mantenga de por vida.

Una anécdota sobre capital social
Warren Buffet, el segundo hombre más rico del mundo, donó gran parte de su fortuna a la fundación de Bill Gates. Luego de pasarse toda su vida enriqueciéndose se desprendió de su dinero  según una teoría de la riqueza que no la inventó él, sino una amiga suya que murió a los 104 años y que, luego de sobrevivir el holocausto, empezó de la nada una tienda de muebles en Omaha que llegó a ser la más grande de la región. Ella sobrevivió al holocausto gracias a amigos no judíos que la escondieron. De ahí derivó que la gente más rica es la que más amigos tiene, capaces de esconderla en caso de una situación similar. Es la que tiene más capital social.
Si uno quiere evaluar su capital social debe hacer una lista de la gente que uno conoce y pensar quien sería capaz de arriesgar la vida por uno. Según Warren Buffet esta es la verdadera riqueza y es por eso pudo desprenderse de su dinero, fruto de su trabajo durante toda su vida. Es porque igual se quedó con lo suficiente para vivir más que cómodamente  y porque se siente rico por sus amigos y familia y no por su dinero. Aunque también dijo que extraña enormemente a su esposa (es viudo).
Este un  gran ejemplo para los ricos de Europa y Latinoamérica, que dedican muy poco o nada de lo que ganan a devolver a la sociedad lo que ella les dio. Él mismo lo dijo, el capitalismo es un sistema en el que “winners take all” (los ganadores se llevan todo). Es un sistema imperfecto y las donaciones son realmente retribuciones. El capital social no es sólo para hacer negocios sino para devolverlo, de alguna manera, a quienes nos ayudaron.
El capital erótico, como todos los capitales, se debe orientar a una función social.

* Dr. Horacio Krel. CEO de Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre métodos para optimizar la inteligencia. Su mail de contacto eshoraciokrell@ilvem.com

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