viernes, 10 de agosto de 2012

Desmotivación

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Por Horacio Krell*

Vivimos en sociedades alienadas donde nadie está del todo satisfecho, hay una sensación de sin sentido, incompetencia, baja autonomía y compromiso, falta de horizonte, que por el esfuerzo no se recibe lo esperado. Las causas pueden ser externas: falta de ascensos, de reconocimiento o feedback, de aceptación a  las iniciativas, monotonía. Las causas internas son culpas por no dar la imagen óptima, resentimientos, temor a las responsabilidades, quejarse por excesos de obligaciones y por aburrimiento. El mal de la época es que la pasión está en crisis. Malhumor y falta de deseo llevan al psicoanálisis a toda edad. El mandato social es ser feliz, se ganó una libertad para la cual no hay preparación previa.
En la escuela pública el ausentismo docente aumenta, así como los faltazos de los alumnos. La pareja es la víctima del fin de la pasión, las estadísticas hablan por sí solas: creció un 10% la cantidad de divorcios y el 70% fueron de común acuerdo. En el trabajo, la pasión y el compromiso se ausentaron. Uno de cada cuatro empleados demuestra apatía.
La mezcla de consumismo, espectáculo y tecnología, hacen tener un nivel de aspiraciones inalcanzable que conduce a la frustración o a la indiferencia. La ilusión de conseguir todo rápido y fácilmente es un anhelo que choca con la realidad.
Una sociedad en cambio crea incertidumbres, glorifica la imagen y promueve injusticias.
Los mandatos tradicionales de Iglesia y familia se cambiaron por las razones del mercado. El éxito económico como modelo  alentó la creencia de que el consumo de bienes lleva a la felicidad. A la hora de elegir una profesión pesa más la retribución que la vocación.
El efecto compensador es que la rutina diaria se vive con frialdad y hay descontrol por alcohol o drogas, ya sea para estar bien, rendir mejor en la cama o ir a alentar al equipo.
El fenómeno se expande y puede afectar a cualquiera. La estrella de Boca Juan Román Riquelme anunció así su salida de Boca: “Me siento vacío, no tengo más nada para dar”.
Se puede ser taxista, médico, cadete o gerente y  perder la energía. En muchas empresas se empezó a trabajar para hallar soluciones que permitan revertir el problema. Algunas apelan al ingenio para dar incentivos y en algunas los trabajadores pueden tomarse ratos libres. Hay sala de juegos con metegol y pool, un estudio con guitarra, batería y otros instrumentos, además sala de reuniones con paredes-pizarra para escribir ideas. Otras tienen un club deportivo propio y muchos empleados trabajan media jornada los viernes.
También existen las fábricas de ideas que motivan a la gente mediante premios.

El sí y el no
Hay una motivación positiva que acerca al objetivo y otra negativa para alejarse del dolor. “Acercarse a” implica iniciativa, automotivación, ambición, imaginación; acciones muy valoradas hoy. Pero ojo, a veces se arriesga sin medir los medios. A otros todo les da miedo y pueden usar el temor para limitar los riesgos.  Pero la distancia tampoco genera motivación y además se puede escapar al lugar equivocado.
Rousseau fue un político visionario, su influencia fue potente en la Revolución Francesa. Exploró el yo moderno, le importó menos la verdad objetiva que la fidelidad a uno mismo. La identidad es única y preciosa y es un deber sagrado expresarla libremente.
El contrato social fue una obra donde defendió los derechos. En la sociedad hay lazos comunes, no meras transacciones comerciales. En una verdadera república donde todos deben prosperar como fin en sí mismos, no como medios. Fue un adelantado en educación ya que sugirió desarrollar las capacidades en conexión con las características particulares.

Una escuela que no motiva
Desde los primeros años  la maestra se alarma con el niño curioso y llama a sus padres. Así corta la virtud que hizo genial a Leonardo Da Vinci.
El error es tratar como problema del niño una falla de la educación, que no logra que alcance el estado de flujo de gran concentración y placer, propio del que ama lo que hace.
El método AIDA: atención, interés, deseo y acción apaga el piloto automático y conecta la atención reactiva al suceso, con la proactiva al deseo y la flotante a la oportunidad.
El pensamiento light fomentado por la sociedad de consumo entrega un radar para copiar la moda pero no la brújula para descubrir el genio interno. Empowerment es el poder interior surgido del autoconocimiento. Los métodos lo enriquecen y educar desarrolla su potencial.
Miguel Ángel dijo que “el que tiene una misión la persigue con cada nervio, utiliza fieros deseos que le generan un poder divino. Y lo hacen día tras día disfrutando plenamente”.
Llevamos una doble vida, la que querríamos tener y la que tenemos. Al descubrir tu misión sentirás un imán que te hará vibrar, te hará despertar entusiasmado, y lucharás cada día por hacer una obra maestra. Para eso tienes que descubrir la pasión de tu vida.

Una persona motivada
Hay personas que amanecen con una energía incontenible, otras apenas pueden levantarse. Esa virtud misteriosa es como el poder transformador del viento, invisible pero con efectos materiales y ante el cual hasta las hierbas se inclinan. Si lo real es un río, la persona motivada es la nave que despliega libremente su energía. Más que una cualidad es un estado de ánimo que no necesita ver para creer, su fe mueve las montañas.
A nadie se le puede prestar la motivación que no posee. No es el optimista que mira el lado positivo de las cosas. No es el lógico que optimiza recursos, ni el conservador que actúa por conveniencia. El individuo motivado es proactivo, no se ata a los sucesos. Como la profecía que se autorrealiza, logra lo que anhela porque cree. Su libertad es plena, y la potencia no la dan el intelecto ni el objetivo; sino la fuente que lo nutre, que escribe y ejecuta su novela.
Los que  perdieron la motivación están tristes, pesimistas o les falta el deseo. Su diagnóstico es: depresión. Lo que necesitan es algo que los apasione, un proyecto que no los deje dormir. Ese alguien o algo que los haga amistosos con la vida y los aleje del triste destino de durar.  Durar es postergar el disfrute del regalo que significa la palabra presente. No hay que empeñarse en durar, sino en buscar esa pasión que nos haga protagonistas. No es tan malo morir, al fin y al cabo la muerte nunca se olvida de nadie. Lo trágico, es no animarse a vivir y a ser feliz. Para estar contento y activo, hay que motivarse con la vida.

Las razones del corazón
El sentimiento suele ser tan fuerte que puede  tener más poder que la voluntad y la razón ¿Qué enciende  la caldera emocional? ¿Qué nos lleva al máximo entusiasmo? ¿Qué impulso provoca el viaje del deseo al cielo o al infierno?  ¿Nos hace felices dejar la vida en el trabajo? ¿Cuál es el resultado de poner todo a merced de objetivos ajenos? ¿Sabremos anticiparnos y regular nuestra energía pasional?
El peor enemigo de la motivación es ir a la deriva. El que  se  dirige a alguna parte  se energiza, el que no va para ningún lado se detiene. El primer paso  es descubrir el mensaje socrático: “Conócete a ti mismo”. Sin saber quiénes somos nos dirigen desde afuera, corremos  sin saber para qué, preguntándonos cómo podemos motivarnos.

La motivación es el motivo de la acción.
Ya sea porque algo atrae o  asuste, ese algo motiva la conducta ¿Es real o imaginario? ¿Podemos alcanzarlo?

Cambiar el planteo
Un hombre se acerca a albañiles que realizan la misma tarea y les pregunta qué hacen. Uno dijo que estaba apilando ladrillos, otro que estaba haciendo una pared. El tercero, que era el que estaba realmente motivado, contestó con orgullo Estoy construyendo una catedral.  Debemos conectar lo que hacemos con objetivos superiores.

Metas claras y realistas
El objetivo debe estar al alcance del intelecto, se debe querer concretarlo, ser viable y convertible en metas pequeñas que nos acerquen a él, paso a paso.
Los motivadores pueden ser personas o proyectos  que nos impulsan. También es importante saber cómo nos sentiremos al alcanzarlos conociendo  las recompensas que esperamos obtener. Esos  motivadores pueden ser dinero, poder, posición, logros, pero el mejor motivador es el sentido de autorrealización, que lo que hacemos sea lo que amamos.

Etapas de la motivación
Se suele llegar a un estado de equilibrio o aburrimiento hasta que de pronto se genera el estrés positivo o motivación que lleva a encarar una nueva acción, o bien a no hacer nada y desmotivarse. La desmotivación puede  surgir por disconformidad en el trabajo, rencor por acciones de los jefes, por esperar que la situación se solucione sola o que el paso del tiempo cambie las cosas, por depresión o falta de interés o de cooperación e iniciativa. La fase final es renunciar o seguir haciendo lo mínimo indispensable.

Remotivarse
Hay formas de salir de las angustias consultando a la voz interior para que nos diga si lo que hacemos coincide con nuestra pasión. Para sentirse protagonista y responsable y ser el jefe de su destino, la perseverancia es imprescindible.
Ver el lado positivo de los cambios permite tolerar la frustración actual.  Ser proactivo hacia lo que quiere es el principio, anclarse a experiencias positivas refuerza la autoestima, agendar y cumplir nuevas metas afianza el desafío. Capacitarse, sentir que cada día es una oportunidad, iniciar el cambio empieza a convertir la amenaza en oportunidad. Aprender a hacer del error una lección, analizar su causa pensando en el éxito. Escuchar el doble de lo que se habla, imaginar lo que se sentirá. Que el trabajo no sea todo, repasar el  ambiente que nos rodea y redactar los objetivos: las palabras vuelan y se las lleva el viento.

Enfrentado  las crisis
Se puede pensar  en lo divertido que será salir, verse como el espectador de una película, la gimnasia mental es recibir los golpes pensando cómo salir. Algunos se motivan por la negativa, necesitan morder el  polvo de la derrota. La motivación negativa sirve para escapar a vicios que pueden perjudicarnos. Muchas veces queremos el resultado pero sin hacer lo que se necesita para lograrlo. Hay que levantarse temprano para llegar a la cita, queremos la cita pero no levantarnos temprano.

Nadie es perfecto
Roosevelt era fumador y bebedor y tenía una vida familiar irregular, Churchill dormía hasta el medio día, era arrogante, y mal alumno.  Lo importante de un líder es su capacidad de motivar. Haciendo virtudes de sus defectos un día pudieron tomar la decisión clavel. Nunca perdieron la esperanza de llegar a ser lo que anhelaban. Porque siguieron buscando un día encontraron la razón de su vida.
El hábito de pensar por patrones previos adapta la realidad a lo que se conoce o se cree. Hay que enseñar a desarrollar un pensamiento distinto que desafíe los caminos trillados, variando las acciones se logran resultados diferentes. Muchos cometen el error de querer mejorar haciendo más de lo mismo, se resisten al cambio y conviven con los problemas.
El pensamiento lateral dice que la solución no es hacerlo mejor, sino de otro modo. Las ideas dominantes  impiden crear nuevas situaciones pues marcan el recorrido y deberemos transgredirlas, para alcanzar lo que pretendemos. Una vez generada la idea parece increíble no haberla pensado antes. Es un enfoque sin patrones, entrena al cerebro para ponerlo en forma y avanzar sobre nuevos territorios saliendo del círculo de comodidad.
Somos gigantes dormidos que utilizamos tan solo el 10% de nuestra capacidad. El verdadero sentido de educar y motivar es desarrollar el potencial que traemos al nacer.

Compromiso
La virtud más saludable y de gran beneficio emocional es la libertad de elegir qué, cómo, cuándo y por qué asumir la parte que nos corresponde. El acto de comprometerse alcanza todos los órdenes de la vida. El compromiso es definir un proyecto y alinear con él decisión, voluntad y responsabilidad. Hay compromisos que no pueden sostenerse. No por haber dado el sí debemos sostener lo que ya no es prioridad. No por haber dicho yo puedo sostener aquello que hoy es imposible. El compromiso también es saber decir hasta acá puedo llegar, no puedo más. El compromiso es saber pedir perdón y perdonar. El mayor compromiso es el respeto por los otros y por uno mismo.
Los líderes del futuro, conscientes de sus debilidades y fortalezas, deben lograr el equilibrio entre el ego, que busca los resultados, las ganancias, los logros, y el alma, con una actitud de servicio para compartir e integrar los talentos. Debe desarrollar habilidades blandas, como la flexibilidad ante culturas diferentes o para comunicarse con los colaboradores.
La desmotivación preocupa a las organizaciones. Todos somos instrumentos para algo, tenemos un propósito; lo que desmotiva es no entender el aporte personal a la cadena de valor. El  rol del líder es reconocer las virtudes y tener una comunicación amable.
El planeta se halla hoy ante una situación inédita, las distintas sociedades intentan mantener vivas sus esperanzas de futuro y los gobiernos parecen incapaces de alcanzar acuerdos.
Hay frustraciones profundas provocadas por un vacío de poder ante crisis agobiantes, la debacle económica y  un sistema internacional que refleja una nueva estructura de poder.
Es  un auténtico  "G-0", término, que evoca al cráter que dejaron los atentados en las Torres Gemelas. La destrucción de activos y de valores que causó la crisis de 2008 es tan intensa que está provocando una década perdida,  que arrasa con la capacidad política de los dirigentes. Los más optimistas creen que, habiendo caído tanto, las cosas sólo pueden mejorar. El riesgo es lo que decía Keynes, en el largo plazo estaremos todos muertos.

El fin del sueño americano
Los suburbios fueron el territorio de los innovadores. Pero las hipotecas subprimes y el desempleo llevaron a niveles no se veían desde hace décadas. Los millennials, o generación Y, y su incesante ruptura con los hábitos de sus padres, los baby boomers, que representan un "sueño americano" oxidado: la casa, el auto, los dos hijos.
Muchos jóvenes prefieren las oportunidades  que encierran las ciudades. Prefieren ciudades "cool", y han puesto en espera la casa, el matrimonio y los hijos. La Gran Recesión complicó todo, y las ciudades han ganado atractivo. No son pocos los que justifican este estilo de vida con estudios científicos que han comprobado que gastar dinero en experiencias, antes que en adquirir posesiones, conduce a una felicidad más duradera.
Yo soy yo y mis circunstancias, decía Ortega y Gasset. Es imposible desconectar la motivación individual de las incertidumbres que nos rodean hoy en día.
Edison -el inventor americano más grande de todos los tiempos- dijo: un genio es un 10% de inspiración y un 90 % de transpiraciónSu mente produjo mil patentes que convirtieron la actividad de inventar como entretenimiento en fuente de negocios. Nada fracasa tanto como el éxito, por el cambio. La destrucción creativa hace que el innovador supere al exitoso y así promueva el beneficio para la sociedad. Pero los innovadores se volcaron a las finanzas, el gobierno rebajó los controles y se dedicó  a la guerra, Crisis financiera, energética y climática provocan más pobreza. Si en lugar de en guerras se invirtiera en educación estaría en marcha la tercera revolución industrial que pasa por la educación Ante el fin del sueño americano inventemos el sueño de un mundo mejor. Y como el futuro no existe, podemos y debemos inventarlo.

*El doctor Horacio Krell es el CEO Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre métodos para optimizar la inteligencia. Su mail de contacto eshoraciokrell@ilvem.com

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