jueves, 27 de septiembre de 2012

la autosuficiencia

http://www.franciscoalcaide.com/2012/09/el-peligro-de-la-autosuficiencia.html 



En el post del último día con el título Dedícate a aquello que sabes hacer mejor, apuntábamos lo siguiente: «La gente de éxito son personas que han identificado cuáles son sus áreas de excelencia y concentran en ello todo su energía. El resto lo delegan, lo subcontratan o se buscan la vida para no tener que hacerlo».
Sin embargo, todo hay que decirlo, esto no es lo habitual y pecamos precisamente de comportamientos totalmente contrarios a los que definen a los "mejores", a aquellos que consiguen resultados, a aquellos que consiguen una diferencia sustancial.

Desde mi punto de vista hay 2 peligros en el desarrollo personal que nos alejan de manera considerable de la consecución de nuestros objetivos:

1. QUERER SABERLO TODO
Es el Síndrome de la Persona Curiosa. Consiste en querer saber de Marketing, Finanzas, Recursos Humanos, Contabilidad, Leyes...  Y como afirma la sabiduría popular, "aprendiz de todo, maestro de nada". Saber de algo exige tiempo; saber mucho de algo, exige mucho tiempo. Si te vas a dedicar algo es para hacerlo bien, de otra modo, estarás en la media y pasarás muy desapercibido. La curiosidad, sin dudas, es buena y aporta valor, otra cosa es no controlarla y saltar de tema en tema sin concentrarse en nada.

Un día charlando con Santiago Álvarez de Mon, Profesor del IESE Business School y autor de excelentes obras como La lógica del corazón o Aprendiendo a perder, me decía:
«Me preocupa la especialización aislacionista, el hombre que sabe sólo de una cosa, pero me preocupa aún más el generalista que es amateur en todo; gente que pasa por encima de las cosas sin enterarse de nada y nos hace creer que tiene una visión global, integral y transversal del mundo. Yo creo que la mejor manera de llegar a una visión global de las cosas es saber mucho de algo, y desde ese epicentro, a lo mejor adquieres una dimensión mayor. Pero creo que no se puede llegar a una visión generalista de las cosas desde la suma de saberes superficiales».
2. QUERER HACERLO TODO
Es el Síndrome de Superman o Superwoman... ¿Te suena verdad? Es bastante frecuente. Y en el mundo de los Freelance mucho más. Da la sensación de que el Freelance tiene que saber hacer webs,  llevar la contabilidad, vender, hablar en público... Y además debe saber (y hacer bien) las tareas domésticas. No. Falso.

La experiencia demuestra que la autosuficiencia siempre conduce a terrenos de ineficiencia. Nos absorbe tiempo, nos consume energía y nos dispersa de nuestra área de expertise, de nuestra genialidad interior. La dispersión es uno de los grandes enemigos en la consecución de objetivos. Además, una persona que quiere abarcarlo todo, acaba exhausta, estresada, su carácter se arisca y al final todo acaba saltando por los aires.

Se ha dicho en más de una ocasión que "lo importante no es saber sino tener el teléfono del que sabe". No intentes meter las narices en todos los temas. Lo importante es tener el olfato de saber buscar y con rapidez a quien es necesario para que el trabajo sea hecho. 

A lo mejor te escudas en el gasto, pero es más bien una inversión. Jack Canfield (@jackcanfield), autor de Los principios del éxito, apunta:
«Si usted es un profesional que gana 75 dólares la hora y le paga al hijo de un vecino unos 10 dólares por hora para que corte el césped, se ahorra el esfuerzo de tener que hacerlo usted el fin de semana y ganar una hora extra en la que obtendría una ganancia neta de 65 dólares. Claro está que una hora no parece mucho, pero multiplíquelo al menos por veinte fines de semana durante la primavera y el verano y descubrirá que ha ganado veinte horas al año, con lo que a 65 dólares de ganancia neta por hora hacen un total de 1.300 dólares».
La pregunta inmediata es: ¿Por qué nos cuesta tanto apoyarnos en terceros y vamos de "llaneros solitarios" por la vida? 

1. Se considera pedir ayuda con ser débil.
2. Se considera que preguntar deja al descubierto nuestras carencias y profesionalidad.
3. Nos cuesta delegar porque creemos que los demás no son tan competentes como nosotros.
4. Desconfiamos de otras personas y creemos que nos la van a jugar.
5. Tenemos a que se diluya nuestra contribución personal y preferimos éxitos pequeños (pero propios) a éxitos grandes (pero colectivos).
6. Porque tratar con otras personas es gestionar conflictos, y huímos de los conflictos.
7. Buscar a otros se ve como un gasto en lugar de como una inversión.
8. El orgullo es grande en el ser humano.
En definitiva, comportamientos que definen a las personas más inseguras, porque cuanto más insegura es una persona, más tiende a la autosuficiencia. La gente que consigue resultados se comporta del modo totalmente contrario: coopera, pide ayuda, pregunta, trabaja en equipo, delega, busca alianzas...

Si quieres llegar lejos, tienes que contar con los demás, de otro modo tus éxitos serán, con toda probabilidad, muy limitados. Sólo no alcanzarás grandes resultados. El éxito, a menudo, está en construir relaciones, saber delegar y centrarte en tu genialidad interior; o como dice Robin Shama: «No hay mayor traición que la genialidad desperdiciada. Expresa la tuya. Eres único» (no dejes de leer Una virtud que te hará llegar muy lejos).

* Hoy en Libros de Management (@librosdemanagem) puedes leer ver el post Los mejores libros para Sergio Fernández, de Pensamiento Positivo; y una Reseña de Medición del Capital Humano, la relación entre la gestión de Recursos Humanos y su contribución al negocio.
                                                                                                                      

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