Errores sobre el emprendimiento en Uruguay y en el mundo. Usualmente se realizan afirmaciones erróneas sobre aspectos básicos que refieren a la caracterización de la actividad emprendedora de un país.
¿Es importante tener emprendedores para una sociedad? Si bien no conozco a nadie que sostenga lo contrario, muchos expertos en su fuero íntimo consideran que muchos países desarrollados han logrado progresar sin disponer de un gran número de emprendedores. Veamos qué dicen los datos que generamos todos los años como parte del Global Entrepreneurship Monitor (GEM). En el 2011 la Tasa de Actividad Emprendedora Temprana (TEA), que mide la cantidad de personas que han iniciado un nuevo negocio, expresadas como porcentaje de la población, fue de 22,9% en el caso de Perú, 23,7% para Chile, 24% para China y de 5,8% para Suecia. Si bien tenemos el caso de tres países que están pasando por una fase de gran desarrollo económico (Perú, Chile y China) también Suecia ha logrado sustraerse de la depresión europea con una tasa de emprendimiento que está en el orden de la cuarta parte de esos tres países. Las bajas tasas de emprendimientos independientes no son una característica exclusiva de Suecia, sino que es compartida por la mayoría de los países desarrollados.En el 2011 el GEM decidió comenzar a medir no solo la cantidad de emprendedores independientes sino también la cantidad de intraemprendedores, esto es, aquellas personas que dentro de las empresas hacen las mismas cosas que los emprendedores, solo que empleando los recursos de la empresa de la que son dependientes. Los resultados son impactantes. En Suecia los intraemprendedores representan el 13,5% de la población, mientras que en China es 1,7%, en Chile 2,6% y en Perú 1,2%. Mientras que las tasas de emprendimiento totales (independiente e intra) apenas cambian en el caso de estos tres últimos países, en el caso de Suecia se multiplican por más de tres. En mayor o menor medida esto mismo sucede en el caso de todos los países desarrollados.
Fases de desarrollo y tasas de emprendimiento
Cuando se calculan las tasas promedio de emprendimiento total de los países desarrollados y subdesarrollados encontramos que las tasas apenas varían. Empleando las categorías del Word Economic Forum podemos clasificar a los países en aquellos que están en las primeras fases de desarrollo (economías basadas en factores), aquellos que han comenzado la etapa de industrialización (economías basadas en la eficiencia) y los países desarrollados (economías basadas en la innovación). Las tasas de emprendimiento total promedio para esas tres categorías son: basados en factores, 13,5%; basados en la eficiencia, 14,1% y basados en la innovación, 11,5%. ¿Qué errores nos revelan estas cifras? Primer error: asumir que la cantidad de emprendedores disminuya significativamente en los países desarrollados. Segundo error: pensar que las sociedades desarrolladas hayan vuelto innecesaria la figura de losemprendedores a través de sus sofisticadas organizaciones.
Estos resultados podrían ser pasibles de contrargumentaciones que nos adelantaremos a considerar. Se podría sostener que los emprendedores independientes se dedican a “otra cosa” y que pueden ser agrupados con simples empleados. Las encuestas realizadas procuraron obtener datos a este respecto y el resultado es que no hay diferencias significativas entre intraemprendedores y emprendedores independientes en lo que refiere a conocimiento de otras personas que están emprendiendo, identificación de oportunidades de nuevos negocios, convencimiento de contar con las habilidades y conocimientos necesarios para emprender y miedo al fracaso.
Tenemos pues elementos para sostener que existe un tercer error: considerar que los intraemprendedores sean personas que tienen miedo al fracaso, razón por la cual no emprenden independientemente.
Lo que los datos indican no es contradictorio con lo que observamos a nivel de las empresas. Las tecnologías de la información y la tercerización han sido las herramientas a través de las cuales las empresas han reducido significativamente todas aquellas actividades repetitivas o no estratégicas. Los cambios permanentes en el entorno llevan a que los problemas y las oportunidades aparezcan y desaparezcan a nivel de vértigo, y aquellas empresas en las cuales hay que esperar que el gran jefe diga qué hay que hacer quedan en desventaja frente a otras en las que se espera que cada directivo –en su área de influencia– actúe dentro de los lineamientos estratégicos definidos con iniciativa, creatividad, autonomía y sentido de logro, esto es, actúe como un emprendedor.
Uruguay en números
¿Cómo está Uruguay en este tema? Uruguay tuvo una TEA de 16,7% en el 2011 –la más alta desde que el IEEM comenzó las mediciones de actividad emprendedora en 2006– y una tasa de intraemprendimiento de 4,4%. La tasa de intraemprendimiento de Uruguay fue la más alta de los países en vía de desarrollo. La tasa de actividad emprendedora total de Uruguay fue de 23,7%, esto es, nos acercamos al punto en el que uno cada cuatro personas en Uruguay emprende para sí o para terceros. Ahora bien, para intraemprender no solo hay que querer hacerlo, sino estar en organizaciones que sean receptivas para ello. En ese sentido los resultados de Uruguay son excepcionales. En Uruguay el 82,6% de los empleados considera que los empleadores son receptivos a las ideas que los empleados propongan, la tasa más alta de los 54 países que participaron en esta ronda del GEM. Esto nos lleva a nuestro cuarto y último error: establecer que en Uruguay la cantidad de emprendedores sea un problema… lo que no quiere decir que no haya problemas, cuestión que abordaremos en otra oportunidad.
Publicado en Café & Negocios, El Observador, 19 de setiembre de 2012.
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