viernes, 14 de diciembre de 2012

Hasta para levantarse uno se apoya en el lugar donde cayó.

http://www.lanacion.com.ar/conversacion/index-c27800217-671723 
Toda observación es relativa (Einstein); se hace desde una teoría (Hanson); afecta a lo observado (Heisenberg); no existen hechos, sólo interpretaciones (Nietzsche); condenadas al significado (Merleau-Ponty); ningún lenguaje define su semántica (Tarski); ninguna disciplina demuestra científicamente su propia base (Descartes); ningún sistema matemático prueba sus axiomas (Gödel); jugamos con palabras según reglas convencionales (Wittgenstein); la ciencia no tiene respuestas científicas (Morin). Estas ideas son la plataforma de un proceso racional con pretensiones científicas para gerenciar el cambio según en el principio de complementariedad de Bohr, que creía en la incapacidad humana para agotar la realidad desde un pensamiento único y que los polos opuestos se atraen. La destrucción creativa es necesaria para el cambio, el problema es lograr que las vacas que nos gobiernan se acuerden de lo que hicieron cuando eran terneros.  Horacio Krell

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