Si te pregunto si saltarías de un avión sin paracaídas, ¿qué me contestarías? ¿Y cuánto
tardarías en darme esa respuesta? ¡Caramba, pero qué predecible eres! Has contestado en
una fracción de segundo lo mismo que contestan todos, tal y como yo lo esperaba. Sin embargo,
si te tomas un minuto para reflexionar, me has dado esa respuesta instantánea sin haber probado
tú mismo la experiencia y sin haber visto a nadie que lo haga.
Lo que pasa es que tu mente es muy poderosa, y tiene la capacidad de simular el resultado probable de una acción determinada. ¡Tu mente sabe que te harías papilla si saltas al vacío, aunque nunca lo hayas experimentado! En la mente hay una serie de patrones que hemos aprendido a través de la experiencia. Y luego, a través de asociaciones, podemos predecir un resultado. En nuestro ejemplo sería: Existe algo llamado la ley de la gravedad, que provoca una aceleración de los cuerpos en el vacío. Mientras más larga sea la distancia recorrida en el vacío, la velocidad de los cuerpos aumenta exponencialmente. Desde un avión, la distancia al suelo es mucha. Un cuerpo a una alta velocidad debe resistir una enorme energía para que su trayectoria se interrumpa. El cuerpo humano es muy débil, ergo no puede resistir la energía del impacto del salto al vacío desde un avión. Es decir, se haría papilla, así que mejor evitarnos la experiencia.
La simulación mental es muy poderosa y puede utilizarse a voluntad para predecir el resultado hasta de las acciones más arbitrarias. Y también puede hacer el camino inverso. Si quieres un resultado, tu mente puede simular todas las acciones que necesitarías seguir para conseguirlo, exactamente como lo haría un GPS: Le das un destino, calcula la ruta, y si la ruta está cortada, calcula instantáneamente el camino alternativo. Es evidente que si tú creas la imagen del destino al que quieres llegar todos los días en tu mente, terminarás por encontrar el camino para llegar hasta él de forma inconsciente.
Para que veas cómo funciona la simulación mental, puedes hacer un ejercicio simple: Imagina un resultado final deseado, por ejemplo “Hacer un tour en bicicleta por París”. Deberás verificar cuando es la mejor época para recorrer París en bicicleta y ver cuando tienes tiempo disponible para ir, ir a una agencia de viajes, reservar un hotel, consultar sobre el alquiler de bicicletas, reservar un billete de avión, etc. No me vas a decir que te demandó mucho esfuerzo hacer este ejercicio. De hecho tu cerebro está entrenado para hacer esto.
¿Ves lo poderoso que es este poder de la mente? Yo lo he usado inconscientemente, y me ha dado excelentes resultados. Cuando decidí que no podría soportar más tiempo siendo sin ser dueña de mi tiempo, planteé el nuevo destino al que quería llegar: Vivir mi vida profesional en mis propios términos de forma de decidir libremente sobre mi vida personal… ¿Cómo podía hacerlo? De repente me di cuenta que podía hacerlo emprendiendo, que tenía que encontrar una forma de financiar el cambio, que necesitaba formarme, que tenía que evaluar diferentes formas de generar ingresos en el futuro, que si una o más no funcionaban, que tenía que poder reaccionar y encontrar otras, que tendría que apoyarme en mis fuerzas y que tendría que estudiar bien a los que ya lo habían logrado para lograrlo yo también. Cada una de esas acciones me descubrió una serie de sub-acciones y el resultado deseado se comenzó a concretar. Ya lo sé, todavía no generé una fuente de ingresos sostenible, pero no dudo de las alternativas que estoy creando y del poder de mi mente de encontrar el camino. Ya terminé mi libro y estoy a punto de comenzar su plan de marketing y ya tengo interesados en promocionarlo. Tengo por otro lado una propuesta para asociarme en la creación de un info-producto en un mercado potencial enorme aquí en Francia. Y no dudo que me irán apareciendo otras alternativas. Si alguna ruta está cortada, mi GPS interior encontrará la siguiente.
El problema de cualquier GPS es que en cuanto le borras el destino, ya no tiene rutas que crear. Por eso, no dejes de tener en mente tus sueños, no abandones. Ten fe en la Ley de la atracción. No te estoy hablando de una fe ciega, sino de la confianza en que estas cosas funcionan, y hay teorías que explican por qué.
Nos leemos en el próximo post.
PD El concepto de simulacion mental lo extraje del libro Personal MBA de Josh Kaufman.
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