sábado, 29 de junio de 2013

El gran secreto de la felicidad

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013/06/29/el-gran-secreto-de-la-felicidad-contado-por-un-goldman-sachs-123646/ 

contado por un Goldman Sachs

El gran secreto de la felicidad, contado por un Goldman Sachs

La carrera de muchos de los que han trabajado en la banca de inversión ha terminado mal, o al menos eso parece sugerir la creciente cantidad de banqueros que a raíz de la crisis, han sacrificado sus carreras (y sus sueldos) por una vida más sencillaGreg Smith tomó la vía más complicada y denunció los comportamientos incorrectos que se llevaban a cabo en Wall Street en su libro Por qué dejé Goldman Sachs (Deusto), como llamar a los clientes “marionetas”, según explicó a El ConfidencialGeraint Anderson mostró al mundo los entresijos de lo que ocurría en la City londinense en Cityboy: 50 Ways to Survive the CrunchJoshua Brown abandonó el parqué después de darse cuenta de que todo lo que hacía “iba en contra de los clientes”.

Otros han dejado la banca, pero han tomado una vía más amable. Es el caso de Andrew Stead que, emulando a la protagonista de la novela de Elizabeth Gilbert Come, reza, ama (Punto de Lectura), ha abandonado la banca y se ha propuesto hacernos a todos un poco más felices vía filosofía oriental. Para ello, ha abierto una página web, The Daily Bread, donde ofrece consejo y cursos para garantizar nuestra felicidad. Como hiciera Greg Smith en su día, Stead advierte que quizá el comportamiento ético de los grandes centros financieros no sea el más adecuado. Probablemente Stead es uno más entre las hordas de doctores del bienestar, pero el hecho de que venga del mundo de la banca ha llamado la atención de los medios de comunicación, que se han interesado por su figura.
Una decisión que no todos se habrían atrevido a tomar
¿Por qué decidió Stead pegar tal volantazo a su vida y acabar con sus perspectivas de futuro? “Externamente estaba haciéndolo muy bien, pero dentro de mí había algo que no marchaba muy bien. Cuanto más ascendía, más desplazado me sentía”, explica en su página web. Como ocurría con Greg Smith, Stead no era un don nadie dentro de la compañía, sino que a los 30 años ya era el responsable de los negocios de bonos convertibles en Europa de la firma, con unas responsabilidades económicas de alrededor de los 70 millones de dólares y más de 30 personas a su cargo. “En un minuto estás en la universidad, y al siguiente estás cobrando lo mismo que un futbolista sin tener ninguna habilidad particular”, explicaba en una reciente entrevista. “El dinero era todo lo que importaba, lo cual no es una perspectiva demasiado halagüeña para la humanidad. Los banqueros creen que son genios, pero no lo son”.
Si miramos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que la gente no es demasiado felizSu futuro era brillante (era un firme candidato para el puesto de director de operaciones y ya había vivido en Londres, Tokio y Nueva York), pero de repente, Stead se dio cuenta de que algo no encajaba entre la vida que tenía y la vida que habría deseado tener. Once años más tarde, a los 41, es un hombre completamente diferente: es vegetariano, se levanta a las cinco de la mañana, medita a diario y ha regalado todas sus posesiones materiales ya que, como afirma, son prescindibles. Un perfil muy diferente al de aquel hombre que se había acostumbrado a viajar en primera clase, salir cada noche en los mejores clubes de todo el planeta o cobrar cantidades desorbitadas de dinero. Una cifra que, aunque no ha querido confesar, sabemos que se encontraba en unas 110.000 libras (es decir, unos 130.000 euros) acompañados por unos cuantiosos bonus, que era de donde procedían la mayor parte de los ingresos de Stead.
Una vocación por la felicidad
“Durante mis 20 y mis 30, lo que más me atraía, tanto intelectualmente como en la práctica, era el tema de la felicidad. Fuera lo que fuese que estuviese haciendo, en lo más profundo de mí sabía que lo más importante en esta vida es ser feliz, pero la pregunta era, siempre, ¿de qué manera? Porque si miramos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que este mundo no lo está haciendo demasiado bien”. Ello le condujo a abandonar la banca “mientras podía” y a comenzar a viajar por el sur asiático, donde descubrió que otro tipo de vida era posible. “Viajé por China y el sureste de Asia, y empecé a leer todos los libros que no había tenido tiempo para leer, a practicar un poco de meditación y a hacer yoga”.
El secreto de la felicidad se encuentra en la autoaceptación, que es lo que falta en la CityLo primero que hizo al volver de su viaje por Asia fue montar un negocio ecológico cuyo objetivo era construir edificios menos contaminantes. Una empresa que creció rápidamente gracias a unos potentes inversores, pero que fue afectada de manera fatal por la crisis económica. “En 2008 la crisis financiera golpeó con dureza y los inversores me sacaron del negocio que yo mismo había creado. Fue algo amargo y al final, ya lo había perdido todo”. Por eso, ahora se dedica a la enseñanza del bienestar. O, como declaraba en una entrevista reciente, en “el secreto de la felicidad”, que “se encuentra en la autoaceptación, que es lo que falta en la City”. Para él, la sociedad no puede seguir como está, sino que está condenada a cambiar en los próximos “20 ó 30 años”.
Stead no cree en la felicidad abstracta, tan propia de los libros de autoayuda, sino en la felicidad práctica que se desarrolla en el día a día y que hace felices, de verdad, a las personas. La felicidad, para él, no ha de ser la meta, sino el punto de partida. El autor manifiesta que “aunque hay muchas razones por las que la gente que vive en la sociedad hoy en día es infeliz, también hay más recursos que nunca para solucionar dichos problemas”. Stead profundizó en la sabiduría oriental e identificó algunas herramientas que nos pueden ayudar a ser más felices.
En una reciente entrevista con Sunday Times, Stead enumeraba algunas de las herramientas que propone para ser más felices. Entre ellas se encontraban “pensar en ti mismo como en una persona feliz”, listando los lugares, actividades, libros, canciones e historias personales que más feliz te hacen, con el objetivo de intentar disfrutar de ellas más a menudo. También puede ser útil realizar una lista de todas las cosas que nos estresan o nos causan ansiedad, clasificarlas en diferentes epígrafes y dar a cada una de esas preocupaciones una puntuación del uno al diez, lo que en teoría debe contribuir a nuestra relajación. Otras técnicas presentadas por Stead se encuentran en la línea habitual de la meditación trascendental. Nada nuevo bajo el sol, pero nunca antes te lo había contado un antiguo jefazo de Goldman Sachs. 

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