Escribo este post inspirada por la lectura hace un tiempo de este otro titulado Grandes actos de generosidad en Internet. Más que compartir una novedosa iniciativa de alguna organización o la última App creado por una ONG, que es a lo que suelo dedicar mis posts; mi única intención con el que publico hoy es manifestar una vez más que soy una optimista digital convencida.
Creo que muchos de nosotros hemos tenido que escuchar muchas veces (desde luego más de las que desearíamos haberlo escuchado) el discurso estereotipado sobre las maldades de internet y las redes sociales y todos sus nocivos efectos para la sociedad en la que vivimos. Sociedad que muchas veces tachan de “deshumanizada”, de estar falta de valores o de vivir demasiado deprisa.
Casos de bullying a través de redes sociales; imágenes que se filtran y dejan a la luz la intimidad de famosos y no famosos; deshumanización y virtualización de las relaciones humanas… Éstos y otros muchos son los argumentos que se emplean a la hora de defender lo dañinas que son las redes sociales y las nuevas tecnologías.
Por supuesto que no voy a ser yo quien niegue todos estos cargos son los que se le acusa a la esfera 2.0, de hecho es seguro que en algunos casos puedo estar de acuerdo pero, como siempre digo, el uso con moderación de las redes sociales está muy lejos de ser dañino en sí mismo.
Hoy, mi única intención con este post es sacar a la luz otras historias como las que se pueden leer en la sección “nonprofit” de Reddit que rompen completamente con lo que he comentado en los párrafos anteriores. Creo que el ser humano es “bueno” por naturaleza (está claro que aquí habría mucho que discutir) y obviamente el ser humano es social por lo que creo que uniendo estas dos condiciones las redes sociales suponen una herramienta increíblemente potente para “hacer el bien”.
Del mismo modo que encontramos usos negativos de internet y redes sociales prácticamente todos los días también es cierto que hay otro ejemplo que nos deberían ayudar a tener una perspectiva diferente. Artistas que consiguen sacar su obra adelante gracias a plataformas de crowdfunding; ONGs o proyectos sociales que consiguen financiación gracias a redes de co-financiación; grupos de lobbie que consigue movilizar a la sociedad a través de las redes sociales por un fin común; emergencias que consiguen cubrir sus necesidades de transfusiones de sangre gracias a los llamamientos a donantes que se realizan a través de Internet…
Esta segunda lista también es interminable, ¿no os da qué pensar? A mi sí y creo que estamos desperdiciando un potencial asombroso que tienen Internet y las plataformas sociales para conectar, sensibilizar y humanizar las relaciones del siglo XXI.
¿Algún otro optimista digital que me esté leyendo ahora mismo? Espero que si.
Imagen: PatriciaJLovelace
Ana Escurín
- See more at: http://www.misapisportuscookies.com/2013/07/optimista-digital-2/#sthash.Kw5njRKs.dpuf
Con experiencia en muchas y muy diferentes áreas como banca, agencias de publicidad, diseño gráfico, tercer sector, formación... Licenciada en publicidad, experta en Planificación Estratégica y creatividad y ahora Social Media Manager en NH Hoteles. He colaborado con ONGs como Breast Cancer Care, Oxfam, Cáritas o Save the Children...
No hay comentarios:
Publicar un comentario