Hay una frase publicada en –emprendiendo.mx– que dice así “Los ricos se educan. Los pobres se entretienen” que explica maravillosamente la reprogramación mental. Verás ¿Cuántas horas lees al día y qué lees? En el periódico -La jornada- me enteré de un estudio realizado por la Sociedad Española de Neurología que dice que “Nuestro cerebro, para que goce de buena salud, necesita que lo mantengamos activo, que lo ejercitemos. La lectura ha demostrado que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales” y si a esto le agregamos la calidad del contenido, seleccionándolo cuidadosamente, desde revistas especializadas en el tema y libros dirigidos a la automotivación, inteligencia social y negociación ya estamos del otro lado, porque déjame platicarte el primer secreto de esta lección: La riqueza de un individuo tiene todo que ver con su autoestima, madurez emocional y habilidad con tratar a la gente. Y cuando hablo de riqueza me refiero concretamente a ¿Cuántos días, semanas, meses o años puedes vivir con la calidad de vida que disfrutas sin necesidad de presentarte a trabajar?
¿Cuántos vídeos constructivos observas al día de entrevistas a millonarios o conferencias que te enseñan cómo ser libre financieramente hablando? Los ricos dedican, por lo menos, media hora diaria a la lectura o ver vídeos de superación personal que llevan a la práctica todos los días; mientras que en el diario -El economista- puedes leer que en 2010 “Un estudio de IbopeAGB reveló que en promedio, los mexicanos ven televisión cuatro horas 45 minutos” que, obviamente, los conduce a la pobreza ¿Sabes qué es lo peor de meter programas de TV en tu mente? La revista -Proceso- publicó el discurso que pronunció Emilio Azcárraga Milmo, dueño de televisa, el 10 de febrero de 1993. Pon atención a sus palabras y saca tus propias conclusiones: “México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil.”
¿Cuántas canciones escuchas, cantas o tarareas en un día y qué dice la letra de esa canción? Vamos a ser sinceros, los ritmos son contagiosos, y si te subiste a un transporte donde el chofer fue de esas personas tan compartidas que pone su música para que todos la oigan, puede que hasta te captures horas más tarde cantando para tus adentros alguna letra tan derrotista como aquella canción de José-José que dice “…es verdad soy un payaso, pero qué le voy a hacer si uno no es lo que quiere sino lo que puede ser…”
Y si conoces el poder las palabras… entonces ya te imaginas el reto que tenemos para reprogramar nuestra mente contrarrestando toda esa basura que nos regalan en la calle, en el club, en la escuela, en la iglesia, en la oficina y hasta en la casa, inocentemente y sin mala intención, pero de manera automática. El segundo secreto de esta lección es: Lo más importante para tu cerebro es lo que tú te dices a ti mism@, así que sería muy bueno que diseñaras tu propio discurso de reafirmación y te lo repitieras tantas veces al día como sea posible y si se puede en la noche y mientras duermes, pues mucho mejor. Te comparto el mío con el único afán de que te sirva de guía para que formules el tuyo propio que bien podría quedar más o menos así:
“YO SOY YO, ENERGÍA QUE TODO LO PUEDE.
Me defino como empresari@ ric@, feliz, servicial, inteligente, san@ y fuerte
y me reafirmo con el nombre de _________”
Además del punto de vista emocional, quiero exponerte uno muy racional porque me encantaría que esta lección te llevara inmediatamente a la acción. ¿Cuánto cuesta una pantalla de televisión, cuánta energía eléctrica consume, cuánto de tu tiempo vital se lleva? VS ¿Cuánto dinero te han pagado por verla?
¿Un audio de superación personal y/o negociación tendrá información que pudieras aplicar para ganar un poco más de dinero inteligentemente? VS ¿Cuánto dinero te han pagado por escuchar una canción de José-José?
Como habrás descubierto, no hace falta ser un genio para percibir la diferencia. En una conferencia que di hace unas semanas me regalaron una frase poderosa que quiero compartir contigo: “El éxito es la suma de pequeñas decisiones tomadas todos los días” y, para terminar, quiero regalarte el último gran secreto de esta lección: “Lo que suceda en los 15 minutos después de levantarte y en los 15 minutos antes de acostarte determinarán tu manera de pensar con más fuerza que cualquier otra cosa que haya sucedido en tu día”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario