La principal característica de un
jardín infantil desarrollado en Fuji es que tiene forma elíptica. La razón:
respetar el deseo infantil de correr en círculos.
Armonía
con el medioambiente y servir a sus habitantes, satisfaciendo a las personas
que utilizan el espacio sin la necesidad de grandes tecnologías en diseño o
decoración, son los principales predicamentos del arquitecto japonés Takaharu
Tezuka.
Todo
ese predicamento se ha puesto en marcha desde el año 2007 cuando llevó a cabo
el proyecto de un jardín infantil de grandes proporciones en la ciudad japonesa
de Fuji.
El
experto, quien junto a su esposa fundaron en 1994 la oficina especializada
Tezuka Arquitects, orienta su trabajo hacia el encuentro de las relaciones
personales, la vida doméstica y la calidad de vida, con un diseño de formas
puras y simples.
Takaharu
Tezuka estudió arquitectura en el Instituto Tecnológico Musashi (Tokyo City
University) y en 1994, después de colaborar en la oficina de Richard Rogers,
fundó Tezuka Architects, que en su primera etapa se orientó al diseño de
viviendas unifamiliares de pequeño formato para luego aumentar la envergadura
de sus iniciativas.
De
este modo, llegó a desarrollar proyectos públicos significativos como el museo
Echigo-Matsunoyama en 2003 y el Jardín Infantil Fuji en 2007. Hoy, Tezuka
Arquitects es reconocida como una de las oficinas jóvenes con mayor proyección
en Japón. Su obra ha sido publicada en todo el mundo y ha sido invitado a
dictar conferencias en las universidades más prestigiosas.
El
jardín infantil de Fuji posee la principal característica de tener una forma
circular, con un gran espacio sin techar al medio. Tezuka explica que la
principal razón de seguir ese modelo fue respetar el deseo infantil de correr
en círculos.
Incluso
se pensó en que los niveles superiores no tuvieran barandas y se generara un
sistema de redes que atraparan a los niños si se caían, sin embargo, las
estrictas normas oficiales de seguridad en edificios lo impidieron.
Así y
todo, la idea funcionó en los árboles. Y los niños los copan.
En su
interior el jardín no tiene grandes separaciones y los niños pueden departir en
forma libre. Lo que en circunstancias normales eso significa algunos grupos de
niños tímidos y otros más inquietos, en este lugar se refleja sólo en niños
jugando y aprendiendo.
"Si
un niño no quiere estar en el salón con los demás, llevando adelante las tareas
que se hacen, que salga. Caminando, caminando, volverá a llegar al salón: hay
que recordar que el diseño es circular", explica el director del jardín.
A eso,
Tezuka sumo otro mito derribado en este jardín: el ruido no es molesto para el
aprendizaje. "El ser humano se desarrolló en la jungla, en medio de mucho,
mucho ruido. Somos capaces de conversar con amigos en un bar con muchos
decibeles. Los niños también lo hacen. El ruido estimula aún más la concentración",
subraya.
El
jardín se caracteriza también porque en medio de los salones de aprendizajes
pasan árboles, lavamanos, bibliotecas, mesas y tragaluces en un constante juego
de exterior/interior en donde los elementos están sanamente mezclados.
Otro
elemento arquitectónico que se considera en el jardín como un aspecto
metodológico de aprendizaje es, a juicio de Tezuka, "que los niños
necesitan una pequeña dosis de peligro", lo que se lleva adelante en una
construcción diseñada para juegos.
En esa
instancia, los menores cuando suben todos juntos a un juego, por ejemplo, siempre
se están ayudando. Si uno se cae o se retrasa, los menores se organizan para
que se levanten o no queden atrás. "Creo que hoy en día se pierden muchas
oportunidades para que los niños aprendan este tipo de coaas", dice el
arquitecto.
El
dinámico diseño arquitectónico también estimula las capacidades físicas de los
menores, ya que se calcula que entre las 09:00 y 09:30 de la mañana los niños
son capaces de desplazarse entre 4
a 6
kilómetros diarios.
Lo
mejor del jardín infantil de Fuji es que permite llevar adelante dos conceptos
educativos muy importantes: no sobreproteger ni controlar en demasía. "A
veces necesitan lastimarse un poco, eso será parte de su proceso para aprender.
La arquitectura puede ayudar a este tipo de cosas", subraya convencido
Takaharu Tezuka.
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