Lo que nunca querías que llegara y lo que siempre habías deseado, confluyen en un mismo día. Tu reto, tu sueño.
Has estado meses, preparándote. Cayéndote, dudando, esforzándote, sudando, tachando del calendario los días que te faltaban hasta llegar a él.. Pero el miedo te dice, como buen amigo, que no llegaras, porque dudas de ti, que será mejor que te retires antes que los demás se rían de ti cuando sepan que no lo has conseguido.
Le das las gracias al miedo, pero sabes que es lo que quieres hacer, para lo que te has preparado.
Llegaras o no, pero hoy es el momento, de ponerte a prueba.
Tiempo atrás habías sido una persona que tenías miedos y muchas oportunidades habían escapado de tus manos, por él. Pero has decidido que basta ya, que no eres así, que das el paso adelante.
Pase lo que pase, vas a hacer todo lo posible para llegar a la meta. Que para eso te ha costado mucho esfuerzo.
Ya en la salida, tienes el primer obstáculo. “¿Por qué no será todo tan fácil? Anda retírate que aún estás a tiempo.. Esto es más duro de lo que habías imaginado..” Son algunos de los pensamientos que surgen por tu cabeza.
Pero como en todo, una decima de segundo determina el éxito o el fracaso en tu vida. Arriba y empieza el espectáculo, empieza tu sueño.
El pistoletazo de salida, desata las emociones. Ahora si que si, el sueño se estaba haciendo realidad.
Con cada zancada, con cada respiración, te sientes único, diferente. Pero es muy delgada la línea entre la humildad y el ego. Y como bien hace la vida, te pone pruebas, para que sigas con los pies en el suelo o te des la “leche” que te mereces.
Llegan las primeras caídas. La ilusión que te embargaba, ha desaparecido.Te preguntas ¿Por qué estás haciendo lo que estás haciendo?. Quieres tirar la toalla, a las primeras de cambio. No te sientes un raro si lo haces, mucha gente lo está haciendo. Pero eso lo has hecho siempre, tirar la toalla a la 1 caída. Y como te he dicho anteriormente, la vida cambia es una decima de segundo, que es cuando dices, “Adelante”.
Te limpias el barro que tienes por todo el cuerpo y sigues.
Acabaras agradeciendo la caída, aunque en esos momentos, es más bien al revés. Te ha hecho darte cuenta, que el camino será largo y que no puedes ir ya sintiendo la meta, cuando aún no has superado ni el 10% del camino.
Tu sueño de acabar el reto con fuerzas, con energía, se está yendo al garete. Las condiciones se están poniendo cada vez más duras. No esperabas que fuera así, no esperabas que fuera tan difícil.
Pero esta sociedad, nos ha inculcado, que lo que “mola” es el éxito rápido, a través de un amigo político, saliendo en Gran Hermano, o dando un braguetazo. Es un éxito rápido pero efímero.
Y si quieres llegar a la meta, tendrás que basarte en el esfuerzo, la confianza en ti y en tu poder mental.
Otra cosa de la que nos han enseñado desde pequeños, es que llegamos al éxito a través del esfuerzo que hacemos para conseguir títulos formativos. Llegaremos a algo en la vida, si nos “matamos” los cascos estudiando, si hacemos los mejores trabajos, si vamos a las mejores universidades. Gracias a dios, eso está cambiando.
Estamos en un mundo empresarial, personal, en el que triunfa, es el que tiene “una inteligencia emocional” mucho más desarrollada que quizá la física, o la académica. Por el camino veías personas, con una fuerza física mucho más desarrollada que la de uno, que se desfondaban con situaciones que por tu ímpetu, confianza, hacia que subieras con una agilidad que ni te imaginabas, a pesar de tus escasas fuerzas.
No importa los títulos que tengas, o el diámetro de tu brazos, sino el que quiere, puede. La ilusión, la motivación, es la gasolina que necesita tu cerebro para conseguir lo que te hayas propuesto.
El camino seguía poniéndose difícil. Esto no iba a ser nada fácil. Aunque el miedo, y las ganas de tirar la toalla, aparecían, el motivo porque lo estaba haciendo, ganaba la partida de calle.
En los momentos de duda, siempre preguntante PORQUÉ estás haciendo lo que estás haciendo. PORQUE empezaste a hacerlo y PORQUE quieres llegar a la meta. Y aunque no tengas fuerzas, ese motivo, te las dará. Será el mejor “Red Bull” que te puedas tomar.
El motivo porque lo estaba haciendo, era una confirmación más de un proceso que comenzó un día de Mayo de hace casi 5 años.
Las fuerzas escaseaban y todo en la vida no puedes hacerlo solo. Donde falla uno, los demás pueden echarte una mano. Tener un equipo donde apoyarte, en todo momento, es algo esencial e imprescindible.
El camino acompañado, te hace ver cosas que tú solo no podrías. Te hace animarse unos a otros, cuando las fuerzas fallan. Te hacen recordar porque estás haciendo lo que estás haciendo, gracias a los alientos de tus compañeros. Te hace recargar fuerzas en momentos en los que el nivel de energía está bajo cero y las dudas están empezando a ganar la batalla.
Desde aquí, Ángel, Manolo y Félix. GRACIAS. Sé que sin vosotros, hubieran sido más los momentos de mandarlo todo por los aires, que seguir hacia adelante.
Todo en la vida, hazlo en equipo y sobre todo rodéate de personas mejores que tú.Te harán mucho más grande de lo que piensas que eres.
Nos da miedo tener a nuestro lado mentores, equipo, porque somos tan “chulos” que pensamos que lo haremos solos todos, que no queremos nadie nos copie, se nos suba a la chepa.
Que ilusos somos, cuanto más seamos, más aprenderemos y más veremos detalles, que nos impulsaran mucho más rápido a la cima soñada.
El camino se hacía interminable. Parecías un niño pequeño preguntando a tus padres: ¿Cuándo llegamos?.. Y sin darte cuenta, ibas pasando poco a poco, todos los obstáculos que el recorrido te ponía por delante.
Estabas superando paso a paso, la carrera más importante de tu vida. Estaba sustituyendo por fin en tu vida, los “no puedo, eso es imposible”, por los “voy a hacer cueste lo que cueste y se que lo voy a conseguir”.
Ese cambio de vocabulario, produce un cambio espectacular en toda persona.
Lo que al principio parecía imposible, con el devenir del tiempo, se estaba haciendo realidad. Estas a punto de terminarla.
La emoción recorría mi cara. Lo que tanto me había costado, estaba a punto de hacerse realidad.
Pero faltaba la última prueba. No iba a superarla, es lo único que me decía cada vez que la veía más cerca de mí.
Estaba delante de ella, era mi turno.
Al igual que cuando estaba en el suelo, fue una decima de segundo la que determinó que siguiera hacia adelante, esa decima me dijo, “Hazlo como te han dicho que lo hagas, y arriba”. Y arriba, así fue. No me lo creía. La montaña más peligrosa a lo lejos se había convertido en lo más fácil de todo el camino.
Abajo esperaba el equipo para entrar juntos en la meta. No tenía palabras. El fuego me separaba de mi gloria, de mi entrada a las Termopilas.
Llegamos, abrazados, emocionados. Lo habíamos conseguido.
El barro, el agua, los cables, las cuerdas, no habían podido con nosotros. Estábamos en Esparta.
Los sueños se hacen realidad y tu profesión es ir hacia ellos.
¿Qué necesitas como equipaje para emprender tu camino?
.- Un PORQUE consistente. Sin él, a la primera de cambio, te irás al barro para no levantarte.
.- Confianza en uno mismo, pero no desmesurada. Porque si es así, a la primera caída, querrás tirar la toalla y llorar como un niño que se ha caído de la bici.
.- Un equipo mejor que tú. Aprende de ellos. Escúchalos en todo momento. Tienen más experiencia que tú. Seguro, que aprenderás cosas que tú no sabías.
.- Aunque creas que es imposible, cuando no tienes fuerzas, más vale dar pasos pequeños, que intentar seguir un ritmo frenético. Solo se hace camino, al andar, no corriendo como pollo sin cabeza.
.- Háblate a ti mismo siempre con motivación. Anímate aunque las circunstancias no sean muy halagüeñas.
Llegar a tu Esparta es posible. Vivir en ella, como así deseas, es factible. Todo depende de lo que lleves durante tu viaje y como lo hayas planificado.
Ya no me gusta la palabra imposible, porque ya no creo en ella. Ahora sólo creo en una palabra; poder. Me alienta y motiva mucho más. ¿Y a ti?
¿Qué quieres conseguir y piensas que es imposible? ¿Por qué? ¿Qué cara pones cuando sueñas con ello? ¿Nos ponemos en marcha? Si yo llegué a Spartan Race Barcelona y lo conseguí, tú también puedes conseguir todo lo que te propongas.
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