“No podemos obtener lo que queremos con sólo tener fantasías sobre ello”.
Gustavo Goldaracena Aviotti
Este mes de agosto, quise realmente hacer un parón hasta del blog, pero como no estoy en periodo vacacional aún, he querido darle otra vuelta de tuerca al mismo, como os he ido contando en los últimos artículos, sumando un 1% más de experiencia, emociones, sensaciones. Cosas que podemos aplicar tanto en nuestras vidas, como en el trabajo, en casa, en cualquier lugar. Tiempo atrás os hable del Zen en el trabajo, ahora me gustaría que reflexionáramos y profundizáramos más en hábito Zen.
Cuando reflexiono sobre cuánto más feliz hemos sido estos días en comparación con nuestros tiempos anteriores, inclusivo en nuestra etapa de niñez, nos damos cuenta de que no todo es resultado que deseábamos tener (aunque eso es parte de nuestra vida).
Esto es lo que hemos cambiado que nos hace más feliz:
1. En lugar de estresarnos por conocer las metas, plazos, líneas de tiempo, hemos o estamos aprendiendo una manera de fluir en la vida, en los lugares, en nuestras relaciones, en las empresas.
2. En vez de enfadarnos con la gente que no cumple con nuestras expectativas, estamos más sueltos, más libres, con lo que esperamos de los demás.
3. En lugar de enojarnos, enfadarnos por las cosas que no están resultando como nos gustaría, aceptamos que las cosas son impredecibles, y aceptamos lo que sucede en ese mismo momento.
La mayor parte del tiempo, es decir.
En otras palabras, hemos desarrollado una mente flexible.
Este es uno de los mejores cambios que hemos hecho, porque nos da más tranquilidad y felicidad. Tomemos un poco de tiempo para desarrollar este hábito mental, y vamos a compartir con todos los de nuestro alrededor ¿por qué? y ¿cómo lo hicimos cada uno a nuestra manera?
¿Por qué desarrollamos la mente flexible?
La causa raíz de la frustración, irritación, enojo, tristeza es una mente inflexible – Nosotros que queremos aferrarnos a la forma en que deseamos que sean las cosas, las ideas que nos haga sentir cómodos. Cuando las cosas no salen de esta manera, entonces estamos frustrados, enojados, tristes.
Así que el desarrollo de una mente flexible es una manera de estar abierto a cualquier cosa, a cualquier cambio, feliz con el cambio, preparados para cualquier situación. Pensemos y reflexionemos en esto: si hay una interrupción importante en nuestra vida, es sólo una mala cosa, porque nosotros estamos sosteniendo sobre la forma en que deseamos que las cosas podrían ser, lo que nos haga sentirnos cómodos. Si dejamos de lado ese deseo, el cambio no es malo. Es simplemente diferente, y de hecho podríamos ser buenos si abrazamos y vemos la oportunidad.
Se trata de desarrollar la capacidad para hacer frente al cambio, a ser flexibles, para simplificar.
Cómo: Prácticas Pequeñas
Nosotros no desarrollamos la mente durante la noche flexibles – la mente no es tan fácil de cambiar como nuestro atuendo. Nosotros tenemos que desarrollar hábitos mentales con pequeños cambios, consistente en el tiempo.
Así es, cómo nosotros con pequeños cambios, podemos hacer cambiar nuestra mentalidad:
1. Hagamos un compromiso, por una semana, para tratar de dejar de lado lo que estamos sosteniendo al estar en un modo de irritación, frustración, o de tristeza, etc.
2. Hagamos una lista de las cosas que desencadenan esas emociones – nos interrumpieron, alguien nos corta mientras conducimos en el tráfico, alguien que nos rodea es ruidosa cuando nosotros estamos tratando de trabajar, etc.
3. Creamos recordatorios para cuando los factores desencadenantes sucedan – notas de papel, un brazalete de cuentas, algo escrito en la mano, un cartel en el salpicadero del coche, etc.
4. Cuando se dispare nuestra adrenalina o se dispare nuestra paciencia, hagamos una pausa. Notemos la emoción en aumento. Sintámoslo, pero no actuamos. Respiramos.
5. Tratemos de ver lo que estamos sosteniendo – deseando que el conductor fuera más educado, deseando poder hacer lo que estábamos haciendo y sin interrupciones, con el deseo de otras personas sería perfecto en la limpieza de deseos que después ellos mismos también cambiarían. Estos deseos son fantasías – que se vayan. Estamos abiertos a las cosas como son, a los cambios que nos han ocurrido. Respiramos, abrimos nuestro corazón, aceptamos.
6. Ahora respondamos de manera adecuada, sin queremos que las cosas fueran diferentes, con compasión.
Repitamos sin embargo muchas veces las cosas que nos gusten durante la semana, o mínimo una vez al día.
Tengamos en cuenta que nosotros no seremos perfectos en esto cuando nos iniciemos. Es una habilidad difícil de aprender, porque tenemos patrones emocionales que se han acumulado en los últimos años. Es lo suficientemente bueno para que sepamos ser más conscientes de ello, y para intentar usar este método una vez al día. Seamos flexibles en nuestro deseo de conseguir nuestros objetivos pero sin rectitud. Practiquemos durante el resto del año recordando todo lo que nos lleva a un estado anímico de felicidad.
Este es nuestro momento.
Todos sufrimos, todos los días: nos preocupamos, la dilación, la ansiedad, nos sentimos abrumados, irritados, enojados, frustrados, enfadados, cosas que deseamos ahora son diferentes, nos compararnos con los demás, nos estamos preocupando que estamos perdiendo, deseando otras personas sería diferente, sintiéndonos ofendidos, la soledad, el miedo al fracaso, porque no queremos hacer algo, deseamos que tengamos menos grasas o seamos más grandes o tengamos músculos más grandes, enojados por haber sido controlados, con ganas de encontrar a la persona perfecta, deseando nuestro socio fuera más perfecto, sin querer pensamos acerca de los problemas, sin saber cómo arreglar las cosas, seguro acerca de las opciones, que nos tiren por tierra la siguiente tarea, no nos gusta nuestro trabajo.
Todos sufrimos, todos los días: nos preocupamos, la dilación, la ansiedad, nos sentimos abrumados, irritados, enojados, frustrados, enfadados, cosas que deseamos ahora son diferentes, nos compararnos con los demás, nos estamos preocupando que estamos perdiendo, deseando otras personas sería diferente, sintiéndonos ofendidos, la soledad, el miedo al fracaso, porque no queremos hacer algo, deseamos que tengamos menos grasas o seamos más grandes o tengamos músculos más grandes, enojados por haber sido controlados, con ganas de encontrar a la persona perfecta, deseando nuestro socio fuera más perfecto, sin querer pensamos acerca de los problemas, sin saber cómo arreglar las cosas, seguro acerca de las opciones, que nos tiren por tierra la siguiente tarea, no nos gusta nuestro trabajo.
Y, sin embargo, estos problemas son de creación propia, son nuestra creación.
Son reales, pero nuestras mentes complicadas los han creado. Los problemas están en nuestras cabezas, creado por algún ideal / fantasía / expectativa de cómo deseamos que el mundo fuera, o esperamos que no nos ocurrirá más, que tememos para que no ocurra. Existe en nuestras cabezas.
Probemos de esto, por un minuto: vamos por un momento, y apenas prestemos atención a las cosas físicas que nos rodean en este momento. Nuestro cuerpo, la luz, los sonidos, el lugar dónde estemos sentados, las cosas en movimiento o todavía más aún, sintamos lo que tenemos a nuestro alrededor. No juzguemos en contra de lo que deberían ser, pero sólo observamos lo que realmente son.
Vemos este momento tal como es, sin todas las cosas por las que nosotros estamos preocupados / frustrados / enojados. Dejamos de lado todas esas cosas, y simplemente vemos este momento.
Es perfecto, tal como es.
Aceptemos este momento. Apreciémoslo. Esto es real, y es maravilloso.
Podemos volver a preocuparnos por todo lo demás en un momento, en cualquier momento, todo depende de nosotros y de nuestra aceptación.
Una mentira en dos palabras: No PuedoJoaquín Sabina
Gracias por leerme, por difundir, por disfrutar, y sobre todo que te haya ayudado.
Seguiré escribiendo, y aportando.
Ricard Lloria by @Rlloria
Photo Credit: Graphic Desing Junction
Photo Credit: Sunset
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