—¿Cómo vivir con tantos problemas?—. Preguntó el discípulo.
—Piensa en tus problemas como en maestros potenciales. —Respondió el maestro—.
Los problemas forman las personas, forman la vida. Pasa menos tiempo huyendo de los problemas e intentando librarte de ellos y aprende a aceptarlos como una parte inevitable, natural e importante de la vida. La vida es más como una danza que como una batalla. Los obstáculos y los problemas forman parte de la vida.
La verdadera felicidad no llega cuando nos libramos de todos nuestros problemas, sino cuando cambiamos nuestra actitud hacia ellos, cuando vemos nuestros problemas como una fuente potencial de lucidez, como una oportunidad para practicar la paciencia… y para aprender»(Tradición budista). Las dificultades son muy importantes para una vida de crecimiento y paz. Cuando la vida es demasiado fácil, hay menos oportunidades de auténtico crecimiento. Los problemas pueden enseñarnos a ser humildes y pacientes. Ellos son lo mejor para la práctica de mantener abierto el corazón… y de fortalecernos en la vida espiritual. (gracias Rosario).
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