sábado, 3 de marzo de 2012

Ludwig van Beethoven

Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo.

 ¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino.

El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación.

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