http://www.emprendedoresnews.com/tips/cambiar-el-estilo-de-vida.html
Prevenir en salud pública es algo que los políticos ven como
accesorio. Sin embargo un cambio en el estilo de vida en Inglaterra
disminuyó la tasa de mortalidad. Sucedió que una generación de no
fumadores llegó a la vejez. Fumar fue la práctica nociva del siglo XX,
comer y beber en exceso constituyen la amenaza del siglo XXI. La
obesidad provoca enfermedades crónicas.
Hoy se combaten sus
efectos, no las causas, se prefiere medicar a enseñar a comer, dejar de
fumar, beber menos y hacer ejercicio. No es la vejez la que aumenta los
costos, es una sociedad consumidora de remedios que prefiere comer mal,
beber de más y luego tomarse un comprimido.
El cambio de estilo de vida cambia las expectativas. Debemos educar para el cambio.
El estilo personal. Es cómo se hace lo que se hace en el cruce con el medio. Soy yo y mis circunstancias decía Ortega y Gasset. La
educación atrasa, supone que en piloto automático se desarrollan las
virtudes. Vivimos en sociedades donde infelicidad se convirtió en un
estilo de vida.
Algunos países progresan desde la cultura. Bután,
un pequeño reino de Asia, cambió el PBI (producto bruto interno) por el
FNB (Índice de Felicidad Bruta). Sus ejes son: Buen gobierno: El gobierno no roba. Los corruptos salen en los diarios, miden la libertad y la ausencia de conflictos. Medio ambiente: Preservan el 60% de los bosques, limitan el turismo, no dañan el ambiente ni el estilo de vida. Desarrollo: enfocan seguridad, familia, justicia, discriminación, uso de fármacos. Valores: en la vida diaria priorizan religión, educación, salud física, mental y tiempo libre.
Bután
es para la ONU un testimonio vivo ante la exclusión, fractura social,
crisis de sentido y falta de valores de los países desarrollados. Es
hora de rediseñar este mundo. Podemos reinventarlo.
El radar o la brújula. La
sociedad de consumo ofrece un radar que induce a imitar la moda y a
ricos y famosos, no la brújula interna que señale el camino. La
propuesta debe ser: “conócete a ti mismo”, no existen vientos favorables
para quién no sabe a dónde quiere llegar.
En la educación se
priorizan las nuevas tecnologías, no las destrezas genéricas,
imprescindibles para comprenderlas. Son las de leer, escuchar,
argumentar y cumplir lo que se promete.
El estilo de Einstein.
Einstein donó su cerebro. Era parecido a los demás, su valía no era el
hardware sino en el estilo con que lo hacía funcionar. Los métodos
constituyen la mayor riqueza del hombre. Debemos crear una metodología
intelectual planetaria que construya un todo superior a la suma de sus
partes. La humanidad debe orientarse hacia un gobierno universal, un
poder central inteligente sin prejuicios de fronteras, que posea
eficacia para gestionar el querer de las mayorías, conjugando los
valores de crecimiento individual con los de crecimiento social.
Su
cerebro no era la computadora biológica de un genio, su fortaleza era
la conectividad. La neuroplasticidad es la capacidad de autoformatearlo
con lo que se hace. Einstein sabía conectar sus hemisferios cerebrales,
como demostraba la variedad de rutas neuronales que los unían.
Círculos de atención. La
dupla meditación-atención altera los estados de conciencia y prepara el
proceso creador. Al tallar el alfabeto en su cerebro el hombre obtuvo
una capacidad de comunicación insuperable. La ideología traba el proceso
creador, las creencias rígidas impiden pensar. La meditación abre la
mente. Hay que meditar sin reglas fijas, sabiendo que mientras el
cerebro analiza con una finalidad estratégica, el corazón sintetiza
ideas inspiradoras.
No se puede vivir con el corazón cerrado ni cultivar un pensamiento sin sentimiento.
El estilo improvisador.
Las reglas fueron codificando la conducta. A Miguel Angel lo guió una
visión. Al sacar materia de la piedra eliminaba partes de su Yo que
impedían acceder a un tesoro.
La técnica del estilista depende de los materiales que están ahí. Para Heráclito nunca nos bañamos dos veces en el mismo río, porque ambos cambiamos la segunda vez.
El río trae una fuerza milenaria de la que se puede abrevar. Su energía
no es física sino la información – de dar forma-, con la que una
estructura misteriosa a lo largo de la historia utilizó el agua, el
fuego, la luz y el barro para improvisar la tierra, el mar, las plantas,
los animales y el hombre.
Para Platón aprender es recordar,
retroceder en el río de Heráclito. Sócrates preguntando hacía parir el
conocimiento. No llegaba a una esencia inmóvil, accedía a la información
siempre actualizada. Si la conclusión llega antes que las premisas, es
porque se adelantó el inconsciente.
Materializar la inspiración. El
estilo la conecta con su origen. No es la razón que avanza paso a paso,
sino la intuición que reúne al saber y al ser en un instante. Es un
nivel profundo que brota de las entrañas y emite su mensaje. Actuar
según su dictado brinda un estilo artístico a la existencia.
El juego creativo relaciona lo que la conciencia separa, reinterpreta, explora con libertad y por placer. La felicidad no está en la estación a que se arriba, sino en el modo de viajar.
Los
niños encarnan los juegos sin vergüenza. Ese niño existe en el
interior de cada uno y al hallarlo se despierta el entusiasmo, que
significa etimológicamente: “estar lleno de Dios”.
Hay que
convertirse en lo que se hace, un estado ideal que es el fruto de una
conciencia sensibilizada, un vacío donde se borran los mecanismos
convencionales del estilo repetitivo.
Lo más simple y efectivo es
decir: ¡Sí! a una manera de obrar que despliega el estilo personal,
donde lo creativo y lo receptivo son una pareja resonante.
Bateson dijo: “hay una diferencia que hace la diferencia”. La diferencia la marca cada uno.
Para
que la inspiración circule es necesario liberarse de las tensiones
producidas por miedos; armaduras corporales que provocan efectos
negativos. En estado de estrés tratar es fracasar; esforzarse es
destrozar y apresurarse, caer. Por el contrario concentrarse en el
cuerpo, en el equilibrio, en la técnica, en el vacío, permite que la
inspiración se asome por la ventana.
Agregar variedad en los intereses y en las relaciones facilita el desarrollo del estilo personal.
Desde
los orígenes la reproducción sexual nos permitió conectarnos con lo
diferente y enriquecernos. De otro modo todavía seríamos protozoarios o
musgos en los pantanos.
Al ceder una parte del control al
inconsciente, al alinearse con el grupo, se produce una respiración
colectiva que, a medida que avanza la experiencia, sincroniza al Yo con
todos los sistemas, para que aparezca con toda su potencia y en un
único pulso el estilo personal.
Estilo que no se mide no se puede mejorar. El IFP es el índice de la felicidad personal. Para Borges somos lo que somos por lo que leemos.
Es una doble lectura, una interna para descubrir nuestros sueños y otra
exterior para interpretar la realidad, lo que hacemos y los resultados
obtenidos.
La percepción es un filtro que interpreta los sucesos.
Los estados anímicos de euforia, depresión o ira son sus socios o
enemigos. Pensar en positivo hace que el cerebro produzca endorfinas,
neurotransmisores del placer y del alto rendimiento. Hay que hacer una
alianza estratégica con los socios, en la comisión directiva del
cerebro, habitada por emociones positivas y negativas.
Hay quienes
no tienen sueños y deben descubrirlos, existen otros que los tienen y
su problema es hacerlos realidad. Desde cualquier lugar uno debe
ocuparse en lugar de preocuparse y dar el primer paso correcto en una
escalera invisible pero que existe.
Ante la confusión, creencias
falsas, deseos contrapuestos, tensiones no resueltas, es fácil criticar,
difícil es hacer. Con el casco de constructor, conectado al deseo y la
realidad, hay que preguntar: ¿Dónde estaba ayer, dónde estoy hoy, dónde
quiero estar mañana, cómo haré para conseguirlo?
Para que los
fantasmas no conduzcan la vida se debe elegir un camino con los riesgos
que eso implica. Dirigir la vida sin esperar a ser feliz cuándo algo
ocurra. Vivir el momento.
Un sueño bien plantado produce felicidad
al trabajar por él, avanzando en su dirección. Venimos al mundo con una
misión. Como dijo Nietzche el que tiene un porque puede superar cualquier cómo.
Dr. Horacio Krell es el Director de Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre cómo optimizar la inteligencia. horaciokrell@ilvem.com
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