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Con la manera de pensar, somos los arquitectos de nuestro destino
Cuando
el poeta inglés William E. Henley escribió sus proféticas palabras:
"Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma", debió habernos
informado que la razón por la cual somos los dueños de nuestro destino
es porque tenemos el poder de controlar nuestros pensamientos. En
su libro: Piense y hágase rico, Napoleón Hill afirma que "nuestros
pensamientos dominantes tienden a magnetizar nuestro cerebro y, por
mecanismos que nadie conoce bien, actúan como imanes que atraen hacia
nosotros las fuerzas, las personas y las circunstancias de la vida que
armonizan con la naturaleza de dichos pensamientos". Lo único
que el ser humano debe hacer para ver un mundo que funciona
correctamente, es asegurarse que él piensa y actúa correctamente. En la
medida en que cambia su manera de pensar respecto a sus circunstancias y
a las demás personas, las situaciones y la gente cambiarán respecto a
él. Billete de 200 millones para ejercicios de visualización creativa Debido
a la ley de la atracción sus pensamientos rápidamente se traducen en
hábitos, y los hábitos se transforman en sus circunstancias. Los
pensamientos dañinos y perjudiciales de todo tipo se cristalizan en
hábitos que atraen y producen confusión y debilidad; y éstos, a su vez,
se manifiestan en circunstancias de calamidad e infortunio. Y
puesto que todo atrae su igual, los pensamientos de temor, duda e
indecisión se cristalizan en hábitos que paralizan e impiden actuar al
ser humano; hábitos que conducen al fracaso, la escasez, y la
dependencia. Los pensamientos de odio y condena se vuelven hábitos de
acusación y violencia, los cuales se convierten, a su vez, en injuria y
persecución. Los pensamientos egoístas de todo tipo se transforman en
hábitos que atraen angustia y frustración. Por otro
lado, los pensamientos nobles de cualquier tipo se manifiestan en
hábitos de prosperidad y bondad, y estos, a su vez, se tornan en
felicidad y bienestar. Los pensamientos virtuosos se convierten en
hábitos de autocontrol y dominio de sí mismo, que atraen paz y
tranquilidad. Cuando albergamos en nuestra mente pensamientos de auto
confianza y decisión, creamos hábitos de valor y coraje, que se traducen
en éxito, plenitud y libertad. De igual manera, los pensamientos de
amor y compasión se vuelven hábitos de desprendimiento, que atraen la
prosperidad perdurable y la riqueza verdadera a la vida de quien los
alberga. En general, cada pensamiento, bueno o malo, que
albergamos y permitimos que encuentre cabida en nuestra mente, produce
elúnico resultado posible, tanto en el carácter que forma, como en las
circunstancias que genera. Una persona no puede escoger directamente sus
circunstancias, pero al elegir sus pensamientos, indirectamente las
crea. La naturaleza se encarga de permitir que cada
persona atraiga hacia sí misma los resultados de sus pensamientos
dominantes, y de presentarle las oportunidades que hagan realidad de la
manera más rápida posible tanto sus pensamientos constructivos como
destructivos. Todo lo que el ser humano logra, o deja de
lograr, es resultado directo de sus pensamientos. En un universo justo y
ordenado, la debilidad o fortaleza de cada persona, su condición de
vida, su integridad o corrupción son suyas y de nadie más; emanan de
adentro; ella misma las crea, y no otro, y sólo ella puede alterarlas.
Una persona fuerte no puede ayudar a una débil a menos que ésta desee
ser ayudada. Y aun así, la débil debe hacerse fuerte por sí misma, con
su propio esfuerzo, ya que nadie más que ella puede alterar su
condición. Como el ser humano piense, así es él; como siga pensando, así seguirá siendo. Es
común creer que la razón por la cual muchas personas viven en la
pobreza, o bajo el yugo de la esclavitud, el abuso, o la discriminación
es debido a la opresión de otros. Así que repudiemos a los opresores.
Sin embargo, la ley de la atracción nos plantea que es posible invertir
dicho juicio y decir: "Una persona es opresora porque muchos optan por
ser esclavos, y aceptan ser abusados y discriminados, así que repudiemos
a los esclavos". Eleanor Roosevelt solía decir: "nadie puede hacerte
sentir inferior sin tu consentimiento". El ser humano
sólo puede elevarse y alcanzar el éxito, elevando sus pensamientos. Pero
permanecerá débil, abatido y miserable si se niega a elevar su manera
de pensar. El universo no favorece al codicioso, al
deshonesto, o al vicioso, aunque aparentemente a veces parezca hacerlo.
El universo conspira para ayudar al honesto, al generoso y al virtuoso.
Los grandes maestros de todas lasépocas han manifestado esto de
distintas maneras, y para probarlo y entenderlo lo único que se necesita
es persistir en hacerse cada vez más virtuoso elevando nuestros
pensamientos. Cada persona puede lograr granéxito
material, e incluso alcanzar actitudes sublimes en el mundo espiritual
y, aún así, descender otra vez a la miseria, si permite que los
pensamientos arrogantes, egoístas y corruptos entren y encuentren cabida
en su mente.
Cómo utilizar nuestros pensamientos para crear un nuevo futuro "El ancestro de toda acción es un pensamiento. Toda acción ha sido precedida por un pensamiento". -Ralplí Waldo Emerson Si
nosotros nos hemos encargado de atraer y crear nuestras circunstancias
externas con nuestros propios pensamientos, esto quiere decir que la
creación física de las cosas está precedida por una creación mental, y
que tu futuro se está formando en este preciso instante en el interior
de tu mente. Lo que tú piensas, crees y visualizas
habitualmente se convierte en la base de todo lo que experimentarás en
tu vida. Los pensamientos que crecen como semillas en el jardín del
subconsciente darán forma a tu vida futura. Lo
interesante es que un pensamiento no equivale a más que una décima de
voltio de electricidad. Y pese a que la gran mayoría de nosotros le
prestamos poca importancia a nuestros pensamientos, esta décima de
voltio ejerce una enorme influencia en nuestras emociones, acciones y en
nuestro futuro. Aun cuando no podemos agarrarlos con nuestras manos,
nuestros pensamientos son tan reales como cualquier objeto que podamos
percibir a través de nuestros sentidos. Si observamos
con cuidado, nos podremos dar cuenta que la realidad que nos rodea, y de
cuya existencia no dudaríamos, no se encuentra más que en nuestro
pensamiento. Piensa en tu relación de pareja, o en tu
relación con tus padres o tus hijos. ¿En qué consiste eso que tú llamas
tu relación? ¿Qué tan real es? Veamos. ¿Se encuentra
esta persona en este preciso instante contigo? Si la respuesta es no,
¿quiere decir eso que tu relación con ella no existe en este momento?
Por supuesto que no. Dicha relación persiste a pesar de su ausencia, ¿no
es cierto? Esto quiere decir que en este preciso
instante esa relación sólo existe en tu pensamiento. Pero no por eso es
menos real. Entonces, ¿qué es aquello que constituye lo que llamas tu
relación con esa persona? Sólo pensamiento. Es mas, todo lo que ha
sucedido hasta este momento en tu vida ya no existe mas que en tu
pensamiento. Tu experiencia, temores, creencias, debilidades y
preocupaciones existen sólo en tu mente. Pero eso no los hace menos
reales. Recuerdo el caso de un estudiante que se desmayó
durante un examen en la universidad. El pobre joven estaba totalmente
convencido que si reprobaba el examen, lo expulsarían de la escuela, su
padre lo echaría de casa y perdería la oportunidad de hacer algo
productivo con su vida. Por supuesto, esta tragedia
existía sólo en su pensamiento. Él se había encargado de armar todo este
drama por si solo; tanto se había enfocado en ello y en la inminencia
de un posible fracaso que para su cuerpo fue como si ya lo hubiese
experimentado. Y el poder de este pensamiento negativo fue suficiente
para producir cambios químicos en su cuerpo que le provocaron un
desmayo. Este es un gran ejemplo de cómo nosotros
podemos sabotear nuestro éxito al enfocarnos en eventos, ideas o cosas
que crean imágenes nocivas y autodestructivas. En ocasiones extremas,
las consecuencias pueden ser catastróficas. Un ejemplo es el Trastorno
Dismórfico Corporal (TDC), un desorden mental caracterizado por una
excesiva preocupación por un defecto en el cuerpo completamente
imaginario -o muy trivial como para ser detectado por otra persona- que
le causa a quienes lo padecen, deterioro físico, psíquico y social. No
sólo están inconformes con su aspecto sino que están excesivamente
preocupadas y hasta obsesionadas por él. De acuerdo con
la doctora Katharine Phillips, no estamos hablando de personas con
deformaciones físicas, sino de personas con un aspecto normal, que
"lucen bien", pero que se ven a sí mismas como feas, deformes o incluso
hasta «horrorosas" o "monstruosas". Su defecto imaginario puede
involucrar cualquier parte del cuerpo, aunque suele enfocarse en la
cara, la piel, el pelo o la nariz. Se calcula que entre
tres y seis millones de personas sufren de este desorden. Hombres y
mujeres que viven con el temor constante de estar siendo valorados
negativamente por los demás; creen que otras personas están enfocadas en
su "defecto". El doctor David Véale del Departamento de Psiquiatría
dela Universidadde Londres, dice que las consecuencias de este trastorno
son muy reales. De acuerdo con sus observaciones, quienes lo padecen
suelen presentar desventajas en el trabajo o estar desempleados;
permanecen socialmente aislados; muchos son solteros o divorciados y, en
general, suelen sufrir de depresión y ansiedad y llegan a contemplar
pensamientos suicidas o autodestructivos, todo como resultado de las
imágenes que han formado en su mente, producto de sus pensamientos
dominantes. De la misma manera, la incapacidad de
ciertas personas para hablar en público, el temor a las alturas, las
fobias por los sitios cerrados no se deben a imposibilidades o barreras
de naturaleza física, sino a limitaciones generadas y concebidas en la
mente. Con eléxito sucede exactamente lo mismo, tanto la
persona que piensa y cree que va a triunfar, como la que piensa y cree
que fracasará, están en lo cierto, ya que el poder para lograr lo uno o
lo otro se encuentra en su mente. Aquellos que no pueden hacer algo,
saben que no pueden y se visualizan así; piensan en su incapacidad
constantemente y como resultado nunca lo logran. Hay dos premisas fundamentales sobre cómo los pensamientos moldean nuestro futuro. La
primera idea es que tú solo puedes actuar basado en aquello que
mantienes en tu pensamiento. Es imposible hacerlo sobre una idea que no
se encuentre en la mente. Con frecuencia encuentro personas que no se
explican por qué no han podido triunfar. Al preguntarles que les
gustaría lograr descubro que no tienen la menoridea. ¿Cómo puedes lograr
una meta que no tienes? Así que si quieres atraer algo a tu vida,
tienes que asegurarte de ponerlo primero en tu mente. Recuerda que toda
acción está precedida por un pensamiento. La segunda
idea es que todo aquello en lo que piensas tiende a expandirse en tu
vida. Todo aquello en lo que enfoques tu mente tiende a hacerse
realidad. Si te enfocas en tus debilidades, éstas tenderán a expandirse y
manifestarse en tu vida. Si piensas que eres un inepto es porque
seguramente siempre estás pensando en tus debilidades. Y entre más
incapaz te sientas, más incompetente te percibirán los demás y así mismo
te tratarán, lo cual sólo reafirmará lo que ya sabías: que eres un
inepto. ¿Te das cuenta de lo peligroso que es este círculo vicioso? Si
estás experimentando escasez en algún área de tu vida, debes entender
que ésta es simplemente la manifestación de algún pensamiento dominante
que desde el interior de tu mente dirige tu vida y tus acciones. Aquello
que sientes que falta en tu vida es, seguramente, en lo que siempre
estás pensando, y carecerás de ello mientras continúes concentrado en lo
mismo. Los pensamientos de insuficiencia invadirán tu mente y actuarás
de acuerdo con dicha conciencia de escasez. De igual manera, si te
enfocas constantemente en tus fortalezas, éstas se harán cada vez más
visibles. En nuestras relaciones sucede lo mismo. Si
constantemente estás pensando en lo que le falta a tu pareja, cada día
lo verás con mayor facilidad. ¿Quieres ver a tus hijos haciendo las
cosas cada vez mejor? Empieza por sorprenderlos haciendo algo bien. Si
te enfocas en todo lo que están haciendo mal, con seguridad, cada día
los verás peores. Hace poco una madre me decía que su
hijo de seis años no hacía nada bien y que siempre lo sorprendía
haciendo alguna travesura, que no se podía quedar quieto y no hacía
caso. Todo esto la tenía muy mal. Así que me trajo al niño para que yo
le ayudara y ella pudiera sentirse mejor. Hablé con el pequeño y él me
aseguró que no tenía ningún problema. Entonces, yo me
pregunto¿quién necesita tratamiento, el niño que actúa de acuerdo con su
edad, o la mamá que siempre busca sorprenderlo en medio de alguna de
sus travesuras y lo logra? Después de conversar con el muchacho, le dije
a su madre: ¿Quiere que su hijo mejore? Busque la manera de
sorprenderlo cuando estéhaciendo las cosas bien y entre más lo sorprenda
en esta actitud, más lo verá haciendo cosas buenas. Hoy,
en este preciso instante tienes la oportunidad de comenzar a construir
un nuevo futuro lleno de logros, abundancia y felicidad. Todo lo que
debes hacer es cambiar la calidad de pensamientos con los cuales has
venido alimentando tu mente. Piensa en los sueños que deseas alcanzar;
piensa en las fortalezas que tienes y las habilidades que deseas
desarrollar; reflexiona sobre los hábitos que deseas ver en ti mismo y
en los demás y verás como estos pensamientos tenderán a manifestarse en
tu vida.
2. Cómo trabaja la mente en la creación de nuestra realidad. "Las
palabras, ya sean habladas o escritas, no parecen jugar ningún papel en
el mecanismo de formación de mis pensamientos. El lenguaje que parece
prevalecer en la articulación de pensamientos son ciertos símbolos e
imágenes que pueden ser reproducidas y combinadas a voluntad". Albert
Einstein
Aun en esta era de
mensajes instantáneos, correos electrónicos, "blogs", "chat rooms" y
telefonía celular, la comunicación más importante es la que ocurre en el
interior de tu mente, porque de ella depende en gran parte el éxito que
experimentes en tu vida. Por esta razón es vital aprender el lenguaje
del cerebro. Muchos científicos han llegado a aceptar
que las imágenes constituyen la mayor parte del contenido de nuestro
pensamiento. A pesar de que en él existen las palabras y otros símbolos
abstractos, la realidad es que estas palabras y símbolos son expresiones
que pueden convertirse en imágenes. De hecho, la gran mayoría de las
palabras que utilizamos en nuestro diálogo interno, antes de expresar
una idea de manera hablada o escrita, existen sólo como una imagen
sensorial en nuestra mente; una representación visual, auditiva,
odorífica, gustativa o táctil. Debemos tener en cuenta
que las imágenes juegan un papel muy importante, tanto en el logro de
nuestras metas como en el condicionamiento de aquellos comportamientos
auto saboteadores que nos conducen al fracaso. Después de todo, la ley
de la atracción establece que las imágenes que están grabadas en nuestra
mente atraen irremisiblemente aquello que representan. Si entendemos
algunos conceptos básicos sobre el funcionamiento del cerebro, y los
poderes que residen en nuestro interior, podremos utilizarlos para
grabar en nuestra mente las imágenes que reflejen aquello que deseamos
atraer hacia nosotros. En las siguientes secciones veremos algunos de
estos poderes.
El cerebro piensa en imágenes y no en palabras "Tú
nunca conseguirás alcanzar aquello que quieres... Tú solo lograrás
alcanzar aquello que puedas visualizar claramente. Zig Ziglar
Leíste
bien: "Nunca conseguirás tener aquello que quieres, sólo conseguirás
aquello que puedas visualizar". Quiero que pienses en esta idea por un
momento, porque cuando yo la escuché por primera vez, debo confesarte
que no le encontraba mucho sentido. No obstante, después
de observar a aquellas personas que han logrado materializar sus sueños
y luego de hablar con muchas de ellas, me he dado cuenta que todas
tenían algo en común: una visión clara de lo que querían alcanzar;
habían creado una imagen precisa de sus sueños y sus metas y podían
visualizarse claramente logrando dichas metas. Este
poder de la visualización desempeña un papel importante en el
funcionamiento de nuestra mente y en el proceso de construir mentalmente
aquello que deseamos atraer a nuestra vida. Estoy totalmente convencido
de que la fe en nuestro éxito, nuestro valor y habilidad para tomar
decisiones e identificar oportunidades, también dependen en gran medida
de la claridad con que podamos visualizar nuestras metas, sueños y demás
cosas que deseemos lograr. La visualización positiva no
es más que la capacidad que todos poseemos de crear una imagen mental
clara de aquello que deseamos lograr, como si ya lo hubiésemos
alcanzado. Es un proceso que comienza con tu diálogo interno. De acuerdo
con el doctor Karl Pribram, director del departamento de
neuropsicología dela Universidadde Stanford, quien es uno de los más
reconocidos expertos mundiales en lo que respecta a las diversas
funciones del cerebro, el poder de los pensamientos, de las ideas y, en
general, de las palabras, radica en que éstas son traducidas a imágenes
antes que el cerebro pueda interpretarlas; imágenes que tienen un gran
poder sobre nuestras emociones, nuestras acciones y nuestro organismo. Cuando
lees la palabra AVIÓN y la repites, ya sea en voz alta o mentalmente,
tu cerebro no se limita a ver las letras A-V-I-Ó-N dibujadas con grandes
letras de neón en el telón de la mente subconsciente. Tu cerebro
visualiza o imagina un avión. Lo mismo sucede cuando repites cualquier
palabra que describe un objeto o una idea para la cual ya tienes un
equivalente visual guardado en tu subconsciente. Si pronuncias una
palabra cuyo significado ignoras, en un idioma que no dominas o que
escuchas por primera vez, tu mente no puede traducirla a ninguna imagen. El
cerebro también puede dibujar imágenes mentales, independientemente de
si éstas tienen sentido o no. ¿Qué imagen dibujas en tu mente al leer
las palabras: elefante amarillo con alas rosadas? Probablemente
no necesitaste más de unas décimas de segundo para convertir en una
imagen clara estas palabras, aunque conscientemente sepas que la imagen
como tal no tiene ningún sentido o no representa algo que exista en el
mundo real. No importa qué tanto quieras rehusarte a pensar en algo sin
sentido como esto; en el preciso instante en que permites que la
expresión llegue a tu mente, ella se encarga de traducirla a la que
considere la mejor imagen para representar dichas palabras.
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