Actitud y compromiso en el entrenamiento de la mente

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Los aportes de la psicología del deporte no son mágicos. No basta sólo con conocerlos, no se 

conforman como una receta a seguir, o un manual de instrucciones. Se requiere de mucho más. 

Para obtener un buen nivel de rendimiento, la mente debe estar abierta al aprendizaje, al cambio.

Se necesita buena actitud y compromiso en el proceso. No es sólo pensar que ahora que adquirimos

 algún conocimiento psicológico, todo lo bueno ocurrirá.
El trabajo con el psicólogo no consiste en solucionar problemas, ni trabajar con jugadores con

 problemas mentales. Su objetivo es potenciar cualidades dormidas, dejando salir lo mejor de cada 

uno. Implica no sólo tener ganas; sino convicción y seguridad en lo que se hace.

Muchos jugadores se hallan perfectamente entrenados. Sin embargo no se dan los resultados 

esperados. Esto los lleva a entrenar más, forzando al máximo sus cuerpos, cuando en realidad lo 

que está fallando es la manera de pensar y pensarse en un partido. El entrenamiento y la aplicación

 de sus teorías, implica prestar atención a lo que nos sucede, calmar la mente, escuchar nuestro

 cuerpo, aprender a relajarnos en momentos de tensión por medio de una respiración consciente.

Los jugadores, muchas veces quieren llegar sin haber comenzado. Lo nuevo, genera movimiento

 y cierta tranquilidad, y se cree que, ahora que se posee este nuevo recurso, los errores no

aparecerán. Pero en la práctica o ya en el partido, no se toleran los errores, se van de foco, pues

surge el apuro por el resultado y la evaluación. Cuando no existe el sentido de una meta, el 

deportista ante un fracaso o una victoria reacciona.

La psicología no es magia, ni garantiza que las cosas ahora saldrán como planeamos. Debemos

recordar que el éxito es un viaje, no un destino. Algunos llegan antes, otros después, pero igual 

que en el entrenamiento físico involucra al esfuerzo, al tiempo y a la voluntad.

La psicología trabaja con elementos abstractos. Los resultados no son tangibles, visibles como en 

el entrenamiento físico. Por ejemplo: tu entrenador te manda realizar series de abdominales.

Seguramente que con el tiempo tu abdomen comience a marcarse ante el trabajo físico. Pero

si el psicólogo te dice: "Concentráte en lo que estás haciendo", y vos estás pensando en 

cualquier cosa, el resultado no es visible. El psicólogo no sabe si estás concentrado, nervioso 

o cansado. El único que lo puede medir es el propio jugador. El entrenamiento psicológico es

largo y tedioso por eso mismo, porque los resultados no dependen de la cantidad, sino de la 

calidad y el compromiso en el entrenamiento.


Lo mental es importante para la concentracion y el rendimiento

Por ejemplo, en las técnicas de relajación, no se puede forzar al jugador a que se relaje. Debe 

estar predispuesto. No se puede pensar "Esto no va a funcionar, pero lo haré de igual modo". 

Debe estar convencido de sus beneficios, se debe confiar en sus enseñanzas. Tener una visión 

abierta es poder pensar: "No se sí va a funcionar pero voy a intentarlo de la mejor manera que

pueda".

De acuerdo a la actitud con que te encamines en su aprendizaje, así serán los beneficios 

obtenidos en su práctica. Hay que ser paciente, aprender a no juzgar, centrarse en el presente, 

la aceptación, eliminar el no, la crítica y los pensamientos negativos.

Cuando aprendemos a poner atención a nuestra mente, nos sorprenderemos de los juicios

que continuamente realizamos en cada acción. Estamos acostumbrados a categorizar y etiquetar 

en términos de valores todo lo que vemos y hacemos. Lo bueno lo aceptamos, ya que demuestra 

nuestra condición como persona o jugador. A los neutros no le préstamos atención. Pero los 

malos no son tolerados, el error no puede formar parte de nuestro Yo, no nos sabemos perdonar y 

surge todo tipo de calificaciones y enjuiciamientos.

Una de las actividades preferidas de la mente es ponerse a pensar, a viajar entre el pasado y 

el futuro, olvidándose del ahora, y si vos le das permiso, termina en cualquier lado, menos en 

el partido.

La práctica de la psicología también implica poseer una mente de principiante. Supone adoptar 

una actitud abierta a la realidad, libre de preconceptos, como si todas las cosas sucedieran como 

la primera vez. Este centrarse en el presente evita la comparación con situaciones anteriores, 

y evita centrarse en falsas expectativas.

La psicología del deporte suele llamarse "la psicología de la felicidad", ya que se aplica no

 solamente al desafío de lograr que los deportistas sean mejores en lo que desean, y que puedan 

motivarse para conseguir superar cada una de las metas que se proponen, sino que 

conjuntamente, se ocupa de aspectos de la vida misma, para conseguir un éxito completo, 

en lo deportivo y en lo personal.

Lic. Julia Alvarez Iguña
Psicología aplicada al Alto Rendimiento
juliasports@fibertel.com.ar
www.psico-deportes.blogspot.com