sábado, 12 de enero de 2013

Breve enciclopedia de historias de la inteligencia (1° parte)

http://www.emprendedoresnews.com/tips/breve-eniclopedia-de-historias-de-la-inteligencia-1-parte.html 

En sucesivas entregas presentamos el diccionario de términos y frases de la inteligencia. La Enciclopedia de historias se suma a este intento educativo.
La inteligencia comienza con la observación. El observador rutinario nada ve porque su mente está llena de automatismos. La realidad está ahí pero lo que importa es la percepción. El cerebro recrea lo que ve.  Así un optimista puede ver la botella medio llena y un pesimista verla medio vacía. Una observación creativa puede crear un problema que, en piloto automático, no hubiera llegado a la conciencia.
La observación reactiva actúa sólo si hay problemas, la proactiva los busca para obligarse a resolverlos, su técnica es mirar de otra manera para generar una apertura mental. El pensamiento lógico selecciona por sí o no y cuando llega a la solución se detiene. El pensamiento creativo genera cambios. La lógica te lleva de A a B, la imaginación te lleva a cualquier parte.
Historias de buena suerte.
Serendipidad es la  capacidad de realizar descubrimientos accidentalmente. Para Pasteur, el azar favorece sólo a las mentes preparadas. La buena suerte es la respuesta adecuada ante el azar. En el cuento “Los tres príncipes de Serendip los príncipes viajaban, solucionaban problemas y aprendían a gobernar. Al intentarlo encontraban respuestas a problemas distintos, descubrían cosas sin querer. Navegaban sobre las olas del destino dejando que el azar ordenara sus vidas.
Mirando un mapa, Alfred Wegener vio que la costa de África y Sudamérica se parecían y dedujo que ambos continentes estuvieron juntos hace millones de años.
En 1978 James Chisty advirtió una protuberancia en una placa fotográfica de Plutón y descartó la foto. Pero mirando otros archivos notó que mostraban al mismo bulto. Sus estudios demostraron que era una luna de Plutón a la que llamó Caronte.
El descubrimiento del ADN  es un ejemplo de serendipidad. En 1962, el biólogo James Watson, el físico Francis Crick y  Maurice Wilkins descubrieron la estructura de la molécula “el secreto de la vida”. Se debió a un químico que se dio cuenta que los pares de las bases nitrogenadas no van de iguales a iguales como se pensaba.
Hasta la naturaleza actúa con serendipidad: las especies evolucionan en tiempos estables o luego de grandes variaciones. Esos cambios se producen al azar.
También algunas soluciones tecnológicas tienen raíces en la serendipidad. Bette Nesmith, volcó pintura blanca en un frasco de esmalte para uñas e inventó el corrector líquido para errores al tipear, el liquid paper. Y Bich, cansado de lapiceras que lo manchaban, creó el bolígrafo bic, aplicando el invento de un bohemio.
Historias de genios. No hace falta ser un genio para usar las estrategias de Sócrates, Aristóteles o Einstein, para estimular el poder de la mente y gestionar el futuro. Los genios de la ciencia, del arte y de la industria tenían métodos parecidos.
Leonardo da Vinci reestructuraba los problemas. La primera vez los resolvía del modo habitual, pero si los dejaba incubar, cada problema se  convertía en otro.
Einstein materializaba su objeto de estudio de formas diversas. Luego visualizaba soluciones, creía que las palabras no tenían un rol esencial. En la teoría de la relatividad se imaginó viajando en la punta de un rayo de luz.
Las leyes de la herencia, claves de la genética, son obra del monje austríaco Mendel, quien combinó matemáticas y biología para crear una nueva ciencia.
Para físico Niels Bohr uniendo cosas opuestas  se suspende el pensamiento lógico y la mente se mueve a un nuevo nivel. Su habilidad para imaginar la luz tanto como onda, como partícula, lo condujo al principio de complementariedad.
Aristóteles consideraba a las metáforas una señal de genialidad, y creía que el que tuviera la capacidad para percibir las semejanzas entre dos áreas separadas, y pudiera enlazarlas conjuntamente, era una persona con un don especial.
El cuento más famoso de la historia de la ciencia es el de Newton y la manzana que inspiró su teoría de la gravedad. Todo pasó a partir de la caída de una manzana en su cabeza. ¿Por qué cae esa manzana hacia el centro de la Tierra? La razón es que debe de haber un poder de atracción de la materia, presente en todo el universo.
El planeta Neptuno se descubrió suponiendo su existencia a través de investigarse la causa de las perturbaciones en el movimiento del planeta Urano.
Historias de errores afortunados. El que aprende de sus errores no se pregunta ¿Por qué he fallado? sino ¿Qué fue lo que hice o lo que no hice? El error es la  materia prima del aprendizaje, la adversidad es un bien para quien aprovecha la fuerza del adversario o si al caer se levanta apoyándose dónde se cayó. Error bueno es error nuevo, el hombre suele chocar dos veces con la misma piedra.
Cuando la arenilla penetra  por error en la ostra que la enquista, ésta segrega una sustancia que se endurece y la convierte en perla. La ostra transforma el error, hace de la intrusa una parte de sí misma adaptándola a su naturaleza.
Una empresa detectó que algunas cajas de jabón salían vacías e iba a invertir en una máquina de rayos “X”. Un obrero puso el ventilador y las cajas vacías volaron.
Edison requería una cuota mínima de ideas. Al inventar la lámpara eléctrica tuvo éxito después de 1000 ensayos. Siempre agradeció los 999 errores previos.
Fleming ideó la penicilina cuando el moho contaminó su cultivo.
La hoja de afeitar de Gillette surgió de observar como los hombres se cortaban al afeitarse y de la premisa de inventar un producto vendiera durante toda la vida.
Wartemann inventó la estilográfica al perder un negocio por la tinta derramada.
La naturaleza también comete errores afortunados. Sin tormentas se perderían las cosechas ya que las mismas limpian y ahuyentan depredadores y  plagas. Las tormentas nos  invitan a dejar de preocuparnos y a ocuparnos
Historias sobre invertir los supuestos.  El primer paso es detectar y definir el problema que se busca resolver.  Seleccionar buenos problemas es el 50 %  del éxito. El segundo paso es listar los preconceptos adquiridos. El tercero es invertir cada supuesto. La pregunta clave es  ¿Qué sucedería si…?
Ford invirtió la idea de que las personas deben moverse hacia el trabajo y logró que el trabajo se moviera hacia la gente a través de la línea de montaje.
La inmobiliaria iBlue preguntó: ¿Por qué no comprar casas que no están en venta?
La NASA supuso que el bolígrafo no funcionaría en el espacio porque la tinta no bajaría. Invirtió millones en eso. Los rusos le dieron lápices a su tripulación.
Bienvenido de nuevo dijo el recepcionista del hotel al  hotelero quien para imitarlo ideó un software que desechó por costoso. Averiguó que el taxista preguntaba al pasajero si ya había estado y colocaba su valija en cierto lugar según su respuesta.
Historias del océano  azul.  Creatividad es crear ideas, innovación es llevarlas a la práctica, pero no toda idea es buena ni toda innovación es valiosa, como el creador bohemio o la tecnología innecesaria. La teoría del océano azul afirma que no hay que capturar porciones de la torta en mercados competitivos. Propone salir del océano rojo, lleno de tiburones, con ideas generadoras de valor.
Callaway Golf creó uno para no golfistas aumentando la cabeza del palo de golf.
La risoterapia no trata de reírse “de” sino de reírse “con”. Reduce las hormonas que provocan tensión. Risa + pensamiento positivo + hábitos saludables =  buena vida a los 80. A carcajadas enseñan a  reír con todo y a relativizar lo bueno y lo malo.
Una trampa común es correr detrás de la última novedad o tecnología reciente. Swatch cambió sin innovación tecnológica. Los japoneses invadían el mercado con relojes digitales. Swatch realizó un movimiento brillante. Creó el segundo  reloj de diseño atractivo y económico, y es la mayor empresa de relojes del mundo.
Una mujer divorciada y desempleada vivía de la ayuda social. Utilizó su tiempo para escribir una historia,  mientras hamacaba el cochecito de su bebé. Transformó su problema en lo que había postergado: terminar de escribirla. Era Joanne Rowling y su novela, Harry Potter, es el libro infantil más exitoso de la historia.
En 1908 los autos eran un lujo. Caros, incómodos para andar en el barro y con alto costo de mantenimiento. El Ford T dejó de lado la imagen, apuntó a quienes viajaban a caballo y les ofreció un auto a un precio menor que la carreta.
El circo fue el negocio más antiguo. En el siglo XVIII se convirtió en una pista con payasos, tigres y equilibristas. En el siglo XX fue superado por el entretenimiento masivo. El Circo de Soleil creó un océano azul cambiando shows por historias que renuevan. Premió la colaboración, eliminó estrellas, animales peligrosos y pistas múltiples; redujo el suspenso, aumentó el tamaño de la pista y alteró el diseño.
Una idea azul cambia variables y crea otras, las configura de modo divergente e inventa un mensaje que produce una imagen que vale más que mil palabras. En Disney: “Padres extraviados: sus hijos los esperan en la guardería”. En Manhattan: “Ni se le ocurra estacionar aquí”. En el desierto de Arizona: “¿Aburrido no?”
La historia de la verdadera riqueza. Un hombre rico veraneaba en un pueblo de pescadores. Solía pasear por la playa, y vio a un pescador dormitan­do en su barca. Se acercó y le dijo: ¿no sale a pescar? Sí,  salí temprano ¿No va a salir otra vez? ¿Para qué? Ya pesqué lo suficiente. Pero si usted pescara más, conseguiría más dinero, ¿Y para qué quiero más dinero? Con más dinero podría tener un barco más grande. ¿Un barco más grande?  Con un barco así usted conseguiría más pesca, y más pesca significa más dinero ¿Y para qué quiero yo tanto dinero? Con más dinero podría comprar varios barcos, y entonces pescaría mucho más, y se haría rico ¿Yo? ¿Ser rico? Tener coche, viajar, tener comodi­dades ¿Y para qué quiero yo esas comodidades? ¿Cómo es posible que no lo entienda? Si usted tuviera riquezas, entonces podría retirarse a disfrutar y descan­sar. Pero, caballero. ¿no ve usted que eso es justamente lo que estoy haciendo ahora?
Historias de pequeñas ideas. La tormenta de ideas o Brain Storming es una técnica grupal creada por Osborne para recolectar ideas de muchos cerebros y prohibiendo las críticas que traban las creatividad. Hoy que no hay tiempo para reuniones Webstorming incluye herramientas digitales para estos encuentros.
La idea de guardar los fósforos en una cajita y su posterior automatización les dio a los suecos un monopolio en esa industria.
Comparar los enormes huesos del oído con la delicada membrana que los opera llevó a Bell a concebir algo que lo hiciera con el acero y creó el teléfono.
El planeta Neptuno se descubrió suponiendo su existencia a través de observar las perturbaciones en el movimiento del planeta Urano.
Lilienthal inventó el planeador por comparación con el tipo de alas de las aves.
Los diarios surgieron de combinar el linotipo de Mergenthaler que hizo posible el periódico de impresión rápida y en escala con  la publicidad pensada por Pulitzer, lo que permitió distribuir noticias y obtener al mismo tiempo ganancias.
Morse inventó la estación de relevo para las señales telegráficas observando las estaciones de relevo de caballos. Finsen observando al gato que se movía hacia el sol en el tejado se convirtió en precursor de  la lámpara de rayos ultravioletas.
Schaffer descubrió el papel investigando como las avispas lo obtenían de los árboles y revolucionó el método para obtenerlo de los trapos viejos.
Historia de inteligencia japonesa. Los universos de la experiencia son los hechos que ocurrieron, los signos que los grabaron en la mente y las ideas que brotan en su interacción con los deseos y las necesidades.
Los japoneses gustan del pescado fresco pero en las aguas cercanas hay escasez de peces. Fabricaron barcos que pudieron ir mar adentro pero tardaban en regresar, el pescado ya no estaba fresco y el sabor del pescado no era fresco. Instalaron congeladores en los barcos que permitían ir aún más lejos y por más tiempo. Pero los japoneses percibían la diferencia, y no les gustó. El pescado congelado se debía vender más barato. Entonces instalaron tanques para peces en los barcos pesqueros, pero los peces dejaban de moverse en el tanque y perdían el sabor a fresco. Los japoneses prefieren el sabor de los peces bien vivos y frescos. Para mantenerlos en acción pusieron un tiburón pequeño en sus tanques. Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos. ¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar para mantenerse vivos.
Historias de pensar por rodeos. ¿Cuánto da la suma de los números del 1 al 100? preguntó el maestro. El niño que con el tiempo sería el famoso matemático Gauss contestó rápidamente 5050. Su mente trabajó así: 1+ 99 = 100, 2+ 98 = 100…, etc. Esto lo podemos repetir 49 veces, y 100 x 49 = 4900. Pero quedaron afuera el 50 y el 100, y al agregarlos,  obtenemos el resultado: 5.050.
Un ciego y un paralítico perdidos en el bosque deben unirse para salvarse, igual que la  creatividad con la razón. El paralítico debe subir a las espaldas del ciego.
Historias de buenas y  malas ideas.  En el cuento: “La gallina de los huevos de oro” el campesino descubre que su gallina pone un huevo de oro cada día, infiere que tiene todos sus huevos en la panza y decide matarla para hacerse rico. La verdad es que la gallina los producía y por lo tanto al matarla se quedó sin nada. De aquí surgió la frase: “no hay que matar a la gallina de los huevos de oro”. El cerebro está preparado para poner un huevo de oro por día, que son las ideas que puede producir y no produce por un estilo de vida rutinario.  Empollar para poner una idea por día es la función principal del cerebro.
Para conseguir el dinero para descubrir América Colón retó a la reina Isabel y a su corte, les pidió que pararan un huevo en el plato. No pudieron. Colón abolló la punta y lo paró. Lo creían imposible, dijo, tampoco creen en el nuevo mundo.
Ulises se ató al mástil del barco para no ser atraído por el canto de las sirenas.
Dr. Horacio Krell. CEO Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre métodos para optimizar la inteligencia. Mail de contacto horaciokrell@ilvem.com

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