Seis sombreros para pensar (en inglés Six Thinking Hats) es un libro de Edward De Bono, en el que se expone una metodología para discusiones y toma de decisiones en grupo. La herramienta, combinada con el pensamiento lateral al que es asociada, provee de unas materias a los grupos para pensar juntos más efectivamente, y materias para planear procesos de pensamiento de un modo detallado y cohesivo.
¿QUÉ ES LA TEORÍA DE LOS 6 SOMBREROS?
La teoría de los seis sombreros para pensar postula que cada problema o situación puede ser analizado desde diferentes puntos de vista y todos parten del mismo punto de atención. La conclusión final al problema o al análisis proviene, así, de la conjunción de estas diferentes ópticas de análisis. Y cada uno de estos puntos de vista, seis en total, queda simbolizado en esta técnica mediante un sombrero de diferentes colores.
CÓMO FUNCIONA ESTA TÉCNICA
Para el desarrollo de la técnica se requiere de estos seis sombreros. Aunque lo ideal es usar (literalmente) el sombrero del color adecuado, bien se puede realizar simbólicamente. Es una técnica que puede ser realizada en grupos de trabajo o en forma individual, y la única consigna es poner en marcha el proceso de pensamiento asignado según el color del sombrero, uno por vez, para luego despojarse de todos los sombreros y lograr una convergencia entre los conceptos analizados.
Si la técnica se realiza en grupo, se irán pasando los sombreros en una misma dirección, hasta que cada miembro del equipo haya usado los seis, o bien “utilizan” el mismo sombrero (quizás simbólico) todos los integrantes al mismo tiempo, en una suerte de tormenta de ideas. También, si hubiera seis integrantes en el grupo, cada quien puede usar un sombrero específico, según sus propias habilidades y características.
LOS COLORES DE CADA SOMBRERO Y LOS PROCESOS DE PENSAMIENTO
La técnica comienza con la presentación y breve introducción del problema o de la situación en cuestión. Luego, se pasa al uso de los sombreros, anotando las ideas que van surgiendo.
Sombrero azul: Es el denominado “sombrero de la autoridad”. Es el encargado de la organización de todo el proceso, y del control de la sesión. Este sombrero no se enfoca en el evento, en el objeto y en el problema específico, sino en lo que se piensa al respecto.
Sombrero blanco: Es el de la búsqueda de investigación, de manera objetiva y neutra. Es un análisis más rígido y formal del objeto, de la situación o del problema, analizando los datos y características reales y objetivas. Cuando usamos el sombrero blanco, anotaremos los números, las cifras, las estadísticas, los hechos reales, y también observaremos la ausencia de datos necesarios o de información requerida.
Sombrero rojo: Es el sombrero de las emociones. Cuando lo usamos, notaremos las emociones y sensaciones (rabia, ira) al respecto del punto de análisis. Es el punto de vista emocional sobre la situación analizada, y es el sombrero opuesto al blanco.
Sombrero negro: Es el de la cautela, el del juicio, y lo usamos para señalar las sugerencias que no encajan en los hechos, los datos anexos, triviales e inútiles para el proceso. Lo usamos para identificar las dificultades y la información irrelevante, y es un sombrero que permanece activo casi constantemente, pues se basa en la lógica de los procesos de pensamiento y análisis.
Sombrero amarillo: Está un tanto relacionado al rojo, y es el sombrero opuesto al negro. Es el de la alegría, el optimismo, el que nota los beneficios y lo positivo. Es el sombrero que representa la esperanza: busca afirmaciones de que lo que se hace va a funcionar, la razón de ello, y los beneficios que traerá asociado. Es la evaluación más positiva del proceso.
Sombrero verde: Es el de las alternativas, la creatividad, los estímulos. Indica los cambios y lo interesante del análisis. Este sombrero nos ayuda a liberar el potencial creativo, en busca de soluciones o de alternativas para el tema analizado. Es el sombrero que atiende los potenciales problemas indicados por el sombrero negro.
De esta manera, cada sombrero tiene una función y pone énfasis sobre un aspecto del problema planteado, llegando a un resultado más seguro y efectivo tras analizarlo desde distintos puntos de vista.
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