“Cada fracaso supone un capítulo más en la historia de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer. No te dejes desanimar por los fracasos. Aprende de ellos, y sigue adelante”.
Ha sido mi cumpleaños. Un año más, un año más de sueños, motivaciones y aprendizajes. Ha sido un día especial, como todos cumpleaños, llamadas, alegrías y sorpresas. Acompañado de amigos, familia y este año con 2 nuevos sobrinos en la familia. Pero algo me ha llamado la atención hoy, algo que me ha hecho escribir estas líneas.
Un amigo de toda la vida, tras felicitarme y ponernos al día en nuestras cosas, ha parado la conversación y me dice: “David, te conozco desde hace muchos años, y sé de primer mano todo lo que has ido pasando desde hace 3 años, cómo ha ido cambiando tu vida, ¿Me puedes decir cuál es la fórmula secreta que te ha llevado del desempleo, a dar conferencias y escribir un libro”. No sabía qué responderle, no sabía qué decirle.
No sabía qué había hecho, simplemente había caminado desde el día que cayó en mis manos un libro que contenía una pregunta, ¿”Qué harías si no tuvieras miedo?”. Esa fue la primera vez que me hice una pregunta que sabía que su respuesta podría transformar mi vida.
Mi amigo me insistió, que le gustaría saber qué cosas había hecho pasar a un desempleado, desesperado, desmotivado, depresivo a llegar a ser una persona entusiasta, apasionada y con una sonrisa de oreja , que nunca había escrito nada a escribir un libro y ya estar pensando en el segundo, hasta a dar conferencias, según decía él.
No sabía qué decir. Me había bloqueado.
Y desde esta llamada, he intentando poner en orden mis pensamientos para dar esa explicación que me requerían.
Ante todo quiero decir, que no me considero nadie para dar lecciones de vida, ya que deseo y así sé que será, la vida me siga deparando todo tipo de momentos, de los cuales seguir aprendiendo. Pero desde ese día que me hice la pregunta que transformó mi vida, siento que las claves que mi reinvención podrían haber sido estas.
Tenía 31 años, era un día de abril cuando leí esa pregunta que me desencajo la seguridad con la que vivía hasta entonces. No dormí en toda la noche. ¿Qué me pasaba?. Empezaba mi cerebro a llenarse de un pensamiento: “David tienes que reescribir tu vida. Tú sabes que vales mucho más, tienes que demostrarte que lo que estás viviendo, no es el futuro que deseas, tú quieres otra cosa”.
Tenemos y debemos hacer uso del derecho de reescribir nuestra vida en cualquier momento de la misma.
No me valen excusas de la edad, por la situación que estamos viviendo o cualquier otra milonga. En la cama solo tendremos como compañera a las excusas que nos daremos, mientras nos lamentamos y nos preguntamos por qué nuestros sueños nunca se harán realidad.
Sólo tú tienes el poder sobre tu destino, tú eres el único que puede escribir una nueva página de tu vida.
Me engañaba, sabía que no era un simple contable, sino que había algo más dentro de mí. No sabía el qué, pero sentía que dar un paso hacia adelante.
¿Cómo te gustaría desarrollar tu vida soñada?
Me preocupaba más y más por temas de los cuales no tenía ningún poder sobre ellos. El desempleo aumentaba sin parar, no me llamaban para una entrevista, no gustaba a ninguna chica y pensaba que la culpa de todo la tenía yo. Nos preocupamos por temas que muchas veces jamás llegaran a ocurrir o no tenemos ninguna capacidad para resolverlos.
Sobre eso que te preocupa, ¿Crees que tienes todo el poder para resolverlo? ¿Qué tú solo puedes transformar la situación?
No paraba de recriminarme decisiones que había tomado en el pasado. “¿Por qué había ido a Madrid? ¿Qué hubiera pasado si no lo hubiera hecho? ¿Por qué había hecho este curso? ¿Por qué había hecho eso a esa persona?”.. Me flagelaba sin parar, solo veía errores en mi vida, con los que ahora veo experiencias vividas, que me han ayudado en mi desarrollo.
No seas tan duro contigo, todos cometemos errores, hasta los más eruditos. Pero unos se regocijan por haberlos cometidos y otros aprenden de ellos para no volver a caer de nuevo en la misma piedra.
¿Y tú cuál opción escoges?
Así que empecé a dejar de quejarme y ponerme manos a la obra hacia algo, que no sabía qué, pero sentía que tenía que encaminarme.
Sentía que todo dependía de mí. Me preguntaba ¿ Y por qué no intentarlo?. Solamente uno es el responsable de la situación en la que se encuentra.
Quería crear unas nuevas circunstancias en mi vida, ya que no me gustaban las que estaban viviendo. No sabía cómo lo iba a hacer, pero si sabía qué tenía que hacerlo.
Mis pensamientos se empezaban a transformar, pasando de quejas a un modo acción.
Mis dificultades habían pasado a transformarse en oportunidades para mejorar.
Había tomado un riesgo yéndome a Madrid y me daba miedo volver a tomar más. No quería volver a fracasar. Pero sentía de nuevo que tenía que hacerlo, no quería la vida que estaba viviendo, no quería estar toda mi vida preguntándome que hubiera pasado si lo hubiera intentando.
Claro que me tropezaría muchas veces, como lo hice en Madrid, pero sabía que me llevaría algún sitio. Un sitio mucho mejor que estar en mi cama llorando por todo lo que me pasaba y no me pasaba.
Gracias a ese paso, me han surgido oportunidades que jamás podría haber imaginado en mi vida. Elegí crear mi futuro.
¿Y tú qué eliges, quejarte o dar un paso hacia adelante?
Las adversidades son parte de esta hoja, llamada vida. Somos seres de extremos, o vemos la vida de color de rosa o negro profundo.
¿Y no existe un término medio?
No hay fracasos en la vida, solo existen los resultados. No hay tragedias, solo lecciones. La vida está llena de dificultades, sino de oportunidades.
No sé dónde me llevará este año, pero si sé una cosa, que no me dejaré morir por dentro mientras siga vivo como bien dice Norman Cousins.
No soy quien para dar lecciones de vida, como he dicho antes de empezar estas líneas, pero permíteme decirte una cosa, por favor.
DEJA DE CENTRARTE EN TUS DEBILIDADES Y HAZLO EN TUS FUERZAS. Estás lleno de ellas, tú lo sabes. Conócete y descubre esas cualidades, que te hacen único, especial y gracias a ellas , empezarás a reescribir una vida que se llenara de oportunidades, entusiasmo y fe en todo lo que te propongas, verás la vida desde otra perspectiva.
Viviras de verdad, sabrás el sentido de la vida y la misión que tienes en ella.
¿Empiezas a escribir en una nueva hoja de la vida?
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