lunes, 10 de junio de 2013

Tus neuronas tienen memoria

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Sin memoria seríamos vegetales y por lo tanto no podríamos sentir, pensar ni actuar. No tendríamos historia, familia, pasado ni futuro. Cada parte del cuerpo lleva la impronta de lo vivido, de eso que lo hace actuar automáticamente según el almacén de los registros.
Al acceder conscientemente al banco de datos de la experiencia se pueden entender y modificar las reacciones que no se entienden, y hasta es posible reparar esa memoria removiendo los factores que producen una merma en su rendimiento.
La memoria episódica, registra los sucesos, la memoria semántica almacena los significados. Es un diccionario ancestral de patrones propios y heredades de la familia. Toda realidad vivida es interpretada. Para Nietzche no existen hechos sino interpretaciones.  Y para el cerebro una interpretación es tan importante como el suceso mismo.
Al acceder a la causa se libera la negatividad enquistada, no la realidad que es parte de la vida, sino el trauma emocional asociado a esa vivencia, que condiciona la respuesta.
Al rectificar una emoción dañina, empiezan a desaparecer los síntomas asociados. Se recupera la alegría, la salud, y los proyectos. La memoria deja de ser una traba que no permitía vivir y cumplir la misión en la vida de una manera libre y responsable.
Nuestras células guardan la información de lo vivido y condicionan las actitudes y los pensamientos. La biografía grabada en el sistema nervioso se puede reprogramar.
La maldición del conocimiento la refleja Borges en su cuento Funes el memorioso, donde afloran las paradojas. El protagonista es incapaz de reflexionar, porque lo recuerda todo. Una memoria así, lejos de ser placentera, es una maldición. Es un depósito de lo que hizo, que al procesarlo lo duplica. Funes fallece de congestión pulmonar. La muerte fue su salvación.Pensar es olvidar diferencias, generalizar, abstraer. El mundo de Funes era habitado por detalles sin jerarquías ¿Cómo poder pensar sin elegir lo sustancial? Un depósito infinito de datos es la maldición de la inteligencia. Funes estaba inmóvil. Para bajar el peso de la información se necesita otro modelo. No se puede vivir sin tomar decisiones. El exceso de análisis provoca parálisis. A Funes el peso de la memoria acaba por aplastarlo. Durante siglos el hombre creció entre el intelecto y la moral, la sabiduría requiere que la información esté en armonía con el conocimiento y la experiencia.
La herencia genética que se conserva proviene también de la cultura.
¿Quiénes somos? En “El fin de la Historia” Francis Fukuyama presenta una tesis triunfalista: la democracia y el capitalismo habrían vencido al totalitarismo, con lo cual la historia había llegado a su fin. Encarnaba la euforia inicial a que dio lugar el súbito fin de la Guerra Fría. Huntington pertenece a otra tradición que prefiere ser “realista” en vez de triunfalista. En su interpretación, no es cierto que los norteamericanos  ganen siempre. Pueden perder y, de hecho perdieron en Vietnam. Desde los tiempos de Roosevelt a comienzos del siglo XX, creyeron haber sido bendecidos con un “destino manifiesto” que sus grandes éxitos parecieron confirmar ¿Por qué la historia habría de desmentirlos? Huntington plantea un “desafío” “interno” al éxito norteamericano, que pone en duda su propia consistencia como sociedad y como nación. La mayor amenaza provendrá de la inmigración, de una en particular. La inmigración deja de ser peligrosa para una Nación sólo cuando los inmigrantes están dispersos, cuando no son capaces de agruparse en torno de un eje demográfico y territorial que les garantice la identidad. Pero la inmigración mexicana puede resistirse a la asimilación para preservar su continuidad.
Estas memorias impregnadas se unen para conformar un ser único en su particularidad y su individualidad. Este almacén es el que produce la energía para enfrentar los desafíos. Un holograma que integra el cuerpo, la mente, las emociones y la historia. Accediendo a la información grabada se puede modificar la emoción que lo bloquea y reprogramarla. Para que se manifieste una enfermedad se necesita un cuerpo que la aloje y un modo de vida como el escenario donde se desarrolle. Al construir un nuevo holograma, e interpretando de otro modo, se levanta la barrera y el modo de ver el mundo.
Una persona sana vive en armonía con su hábitat interno, eso promueve estados de felicidad que disparan una cascada de neuroquímicos que lo hacen sentir de la forma en la que se sintió en el momento original. Otros repiten conductas que los hacen sentir mal y lo condicionan y necesita una solución. Es la misma persona quien encuentra el disparador leyendo su propia memoria neuronal; eligiendo que hacer y utilizando las herramientas reparadoras. Una vez que el banco de datos es borrado, cambiado o reparado, funciona el nuevo programa y el estado anterior desaparece.
La influencia de los ricos y famosos. En 2013 Michael Douglas fue noticia al afirmar que el cáncer de garganta que padece está relacionado con el sexo oral. La sorpresa deviene del poco conocimiento dentro del imaginario colectivo que vincule al sexo oral con el VPH y que cause cáncer de garganta. El 70% es causado en la actualidad por el VPH, es la forma en que el virus llega allí a través del sexo oral y puede prevenirse con vacunas.
Pero hay  áreas de la sexualidad que no admiten mayor análisis. Sobre sexo oral la mayoría cree que no contagia, cree que es sexo seguro. Que Michael Douglas diga que tiene cáncer de garganta por eso, les parece disparatado. Es que salud y sexo parecen ser dos ámbitos  separados, en un contexto en el que la irrupción del VIH/sida sigue pareciendo algo lejano y ajeno, relegado a ciertos grupos, en un imaginario en el que el riesgo queda relegado a un segundo plano. Es que desean volver a un “estado natural”, en el que el sexo sea un fin en sí mismo, y en el que su concreción no admite replanteos.  La gente no admite la adicción al sexo, aun cuando se padece y se practica en forma impulsiva y no segura. Hay que tomar conciencia,  de que un patrón mental nos pone en riesgo de contraer una infección mortal.
La tía de Angelina Jolie, Debbie Martin, murió el 26 de mayo de cáncer de mama a los 61 años. Su madre, Marcheline Bertrand, murió a los 56 de cáncer de ovarios. Antes de morir Martin, Jolie reveló que se había sometido a una doble mastectomía preventiva luego de obtener el resultado en un estudio de mutación de genes, que indicó que tenía 5 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de mama y 28 de padecer cáncer de ovarios.
La importancia del relato de Jolie se da cuando una ola de personas en distintos lugares del mundo, insisten en su propia significación de hechos relacionados con su cuerpo, hechos que, alguna vez estuvieron envueltos en vergüenza, silencio, miedo o culpa. Jolie se negó a tratar la mastectomía como algo aterrador o trágico o que pueda hacerla menos mujer. Fue una negativa a victimizarse. Los tiempos han cambiado, como la psicología de la gente. Mujeres  y hombres, que antes estaban silenciados, ahora se hacen cargo de la obligación y el derecho de hablar de su propia situación y cuestionar el relato público del pasado.
Nuevas rutas selectivas. Siguiendo esa misma dirección podemos actuar en la educación de nuestros hijos, para evitarles que, por un mal uso de la memoria tengan que reparar daños más adelante. Ellos repiten lo que observan y copian nuestra conducta.
La empatía es la capacidad de comprender y ponernos en su lugar, para que desde ahí, se entienda lo que les pasa y poderles enseñar. Una autoestima alta les permitirá, mirar hacia adentro de ellos mismos y saber lo que valen, sin creer todo lo que les dicen. Al saberse queridos, y valiosos, no se dejarán impactar por los mensajes equivocados del contexto.
La autoestima alta puede ayudarlos a preguntarse, ¿me gustaría que me lo hicieran a mí? ¿me parece correcto? La conciencia moral suele disolverse en el grupo, donde nadie se haga cargo de la responsabilidad de las ideas que se propagan. Para no quedar afuera, los chicos pueden hacer cosas que van contra su propio criterio. Es importante estar cerca, atentos y preparados para ser un faro que los ilumine y una brújula que los ayude a buscar. Que se vayan dando cuenta de que un buen amigo no pide ciertas cosas y que si las pide, no es un buen amigo. Que pueden defenderse o alejarse de quien lo hace y aprender a no dejarse someter. Los chicos necesitan orientación y no que, por verlos grandes o preparados, se los deje solos. Porque entonces buscarán una brújula de ciegos que conduce a otros ciegos. Desde chicos deben preguntarse: ¿haría esto si estuviese solo?, ¿qué dirían mis padres si me vieran? Y, finalmente, si me gustaría estar en el lugar de ese que sufre.
Los osos polares no toman gaseosas. Al abandonar la agencia de publicidad a la que le dio su apellido, Alex Bogusky comunicó el espíritu desafiante de su nueva vida. En 2010, antes de su partida este diseñador gráfico fundó una plataforma de proyectos que pretende reinterpretar la relación entre las marcas, la gente y la cultura, impulsada por una frase:
“El miedo es enemigo de la creatividad, la innovación, la felicidad y el amor”.
De la comodidad del mundo corporativo pasó a ser un fervoroso militante anti gaseosas a partir de trabajos sobre obesidad infantil y consumo de bebidas azucaradas. En The Real Bears (Los verdaderos osos), narra las consecuencias de la ingesta exagerada de gaseosas con azúcar, con una familia de osos polares como protagonista, referencia inequívoca a los animales que han sido ícono de la publicidad de Coca-Cola. No todos se dan cuenta del precio que pagan por las bebidas azucaradas, en forma de obesidad, diabetes y más.
Cree que en el caso del poder corporativo, el gobierno no actuará como fuerza moderadora. Entonces queda en los consumidores la fuerza para guiar a las corporaciones a lo correcto. Ninguna compañía va a ser socialmente responsable sin ser presionada por el público. Alex Bogusky se refugia en las colinas suburbanas de Boulder, con su esposa y sus dos hijos, para mantenerse alejado de sus miedos y protegerse de la memoria.
Aprenden, desaprenden y se renuevan. La revista Time puso en su tapa con el título Millennials , generación Y, a los jóvenes que nacieron entre 1980 y 2000, que  empiezan a ocupar posiciones de liderazgo en las organizaciones. Sus cualidades principales como jefes son su política de puertas abiertas, su calidad de colaboradores y su foco en la calidad y los resultados más allá del método o la forma de alcanzarlos. Están generando un cambio en las organizaciones en la manera de gestionar a las personas.
A los generación X, la anterior, les cuesta mucho más equilibrar la vida personal con la laboral, para ellos los objetivos se deben alcanzar no importa el costo ni el desgaste. Son los hijos de los baby boomers (1950-1964), hermanos menores de los X (1965-1980), pero mayores que los Z (nacidos a partir de 2000). Se producen situaciones bien particulares cuando los colaboradores de los Y pertenecen a generaciones más grandes [X o baby boomers], ya que son ellos quienes demuestran en la práctica cómo se lleva adelante la diversidad y valoración de puntos de vista diferentes. Por primera vez en la historia, cuatro generaciones coinciden en el mismo espacio de trabajo. El 85%  se relaciona al menos con tres generaciones distintas. Los Y tienen nuevas ideas y estrategias; frescura y energía. Tienen mejor actitud y más agresividad. Están más actualizados en tecnología. No buscan estabilidad laboral. No siguen políticas establecidas y tienen otras perspectivas.
Cómo reaccionan tus neuronas. Ante los paradigmas del  pasado que tienen grabadas y las innovaciones tecnológicas que pujan por el cambio, podemos usar la analogía del cerebro con la computadora. La energía vital que lo anima es la electricidad; el cuerpo sería el disco duro y la memoria neuronal la información grabada. Cuando la célula está en el cuerpo, funciona diferente. Hay una vastísima comunidad de células trabajando en armonía, todas juntas. Mientras que en la placa de cultivo se comportan subjetivamente, en el cuerpo se comportan como comunidad y responden a una voz interna que les da coherencia.
La energía que circula por el cuerpo  lleva información a todos lados. Es una energía relacionada con las emociones. La emoción es energía en movimiento y crea relaciones biofísicas. Las memorias se guardan en redes psicosomáticas extendidas por todo el cuerpo.
Analfabetismo Emocional. Se caracteriza por el exceso de formación intelectual y por desconocer los sentimientos, las emociones y las necesidades y valores que los rigen. Es no saber qué hacer cuando hay conflictos,  cómo poner límites. Decir SI cuando se quiere decir NO. No pedir lo que queremos pero enojarnos cuando no lo obtenemos. Es pedir: “no sé qué hacer con esto” o “cómo hago”. Es no conocernos a nosotros mismos, haber perdido la brújula, la conexión con nuestros sentimientos, que son los que deberían guiarnos.
Para que el cambio sea posible,  tenemos que reconectarnos con la energía vital que nos anima. No podemos cambiar los hábitos sin reconocer antes los patrones emocionales y los conceptos que los generaron.  Y así retornará el diálogo interno negativo.
Decía Einstein que “Existen dos formas de ver la vida, una es pensar que NO existen los milagros, la otra es pensar que TODO es un milagro”. “Si continúas haciendo lo que siempre has hecho, continuarás obteniendo lo que siempre has obtenido, Para conseguir algo diferente, tienes que hacer algo distinto”.
El flujo se estanca cuando hay un dolor o un trauma no procesado. Las neuronas son los ladrillos de las redes neuronales: un montón de neuronas se mandan información a una velocidad altísima a través de una gran variedad de componentes electro‐químicos llamados neurotransmisores que  entran y salen de ellas, actuando como mensajeros que generan experiencias internas en forma de emoción o sensación y llegan al cuerpo cuando la cadena neuronal se activa. Cuando el mismo estimulo se repite frecuentemente, las cadenas neuronales desarrollan un hábito, por esa muy cercana e íntima relación  que se solidifica con el tiempo. Las huellas mnémicas se consolidan. Tanto los buenos patrones, como las adicciones y compulsiones se ajustan a este modelo, reproduciendo la misma reacción emocional. Como consecuencia, atraemos las frecuencias que resuenan internamente.
Un pensamiento: Me enojo para que me respeten,  genera sentimientos de enojo, inseguridad y culpa y hábitos como maltratar a los que más quiero, tensión y  mal humor. El diálogo interno que lo justifica es: Si soy bueno, abusan de mí.
Parábola de la Laguna. Una gran laguna se secó sin razón aparente. Era la más bella
y todos estaban orgullosos. A su alrededor había grandes  rocas y muchas flores. Los gansos y patos criaban sus polluelos mientras compartían el  lugar con pájaros y peces multicolores.  Los padres llevaban a sus niños a la laguna y permanecían allí por horas, disfrutando de los perfumes, los sonidos y el paisaje. Nadie supo lo que pasó, pero en pocos meses, las aguas se tornaron oscuras y pestilentes y ya no hubo más vida en la laguna. Los peces murieron y los pájaros se fueron buscando un  ambiente más sano. Las autoridades estaban muy confundidas, sin saber qué hacer y decidieron pedir ayuda a los expertos.  Luego de estudiar la situación, el primer experto dijo: “si logramos traer agua fresca del manantial cercano, en unos pocos meses tendremos las aguas renovadas y la vida volverá a la laguna”.  El otro experto pensó por un momento y dijo: No creo que eso resuelva la situación. No sabemos la causa del problema. Puede haber contaminación proveniente de diferentes fuentes: aguas negras, químicos, vaya uno a saber. Lo que ha matado la vida en la laguna, lo volverá a hacer sino detenemos la causa.  Sugiero investigar la composición del agua para encontrar la causa de la polución.  Luego puede que necesitemos desocupar la laguna, arreglar el origen de la toxicidad y volver a llenarla con agua limpia y fresca. Puede ser más trabajo y tomar más tiempo pero resolverá el problema de una vez por todas. Ese es mi consejo ¿Cuál consejo seguirías tú?
El método de la memoriaSócrates, hijo de una partera, era  partero de almas. Su método era preguntar: ¿Qué es la belleza? ¿Las cosas bellas son la belleza? ¿Qué hace que lo bello sea bello? El interrogado respondía hasta que reconocía su ignorancia.  Sócrates dijo “sólo sé que no sé nada”, hacía parir ideas pero no podía dar a luz.  Cada uno lo hacía aplicando su principio: “conócete a ti mismo”. En ese momento nacía el saber. 
La técnica del anclaje Es el mismo sujeto quien conoce sus bloqueos, situaciones dolorosas o estresantes, shocks postraumáticos, fobias, ataques de pánico, inhibiciones, fallas de memoria, concentración, miedo oratorio, obesidad, perturbaciones del sueño, trastornos físicos, emocionales y mentales, repetición de errores al elegir amistades o pareja, adicciones, mal manejo del dinero, problemas familiares y de aprendizaje. Reprogramando los comportamientos del presente, podrá facilitar el acceso a aquellos logros que anhela y que hasta ahora no ha podido alcanzar.
La técnica es asombrosamente efectiva y rápida, pues se trata de acceder a recursos que existen y  mejoran su autoestima y valoración, para el desarrollo de sus reales posibilidades y desbloqueo de traumas e informaciones deficientes que lo traban; facilitando así la apertura a formas más positivas y eficientes de vivenciar la realidad interna y externa, para vivir plenamente, sin repetir esquemas o patrones que le quitan libertad.
En una fiesta patria,  el himno o la bandera suelen ser  los estímulos adecuados para un anclaje. En la vida común se instala muchas veces por azar o impuesto desde afuera, por la costumbre o la publicidad. La técnica consiste en observar o provocar el estado deseado y asociarlo a un estímulo, que una vez memorizado permitirá reproducirlo a voluntad.
Aprender a anclarse a los mejores momentos y a las mejores respuestas es aprender a obtener los recursos de una batería interna que se recarga con cada experiencia. Aprender a usar el cerebro es mejor que dejarlo funcionar en piloto automático sin darle dirección. Para Séneca:“no existen vientos favorables para el que no sabe a qué puerto quiere llegar”.
Los genes y los memes. El gen es la unidad biológica creadora de rutas y mensajes codificados. La unidad cultural que soporta las creencias y que educa las opiniones es el meme, un término que surge de gen y memoria. Los memes son ideas o  conceptos que se propagan  por imitación, proceso que está presente en múltiples aspectos de la vida: hasta las  empresas copian a las más exitosas. Genes y memes sólo se ocupan de reproducirse, y pueden ser virtuosos o virales e ingresar a las células y neuronas, así como infectan al disco rígido de la PC y lo destruyen. Un meme que llega a la mente, influye más cuando no se poseen filtros eficaces, no se toma conciencia o no se la usa con eficacia. Los memes crecen según la atención que se les brinda. El más poderoso es el de  supervivencia. Hay otros formados por la educación. Quien sólo aplica memes hará lo que siempre hizo y no lo que quiere hacer: es un prisionero de su falta de actitud crítica. En cambio, quien se cuestiona: ¿por qué defiendo esta idea?, ¿es realmente beneficiosa?, ¿existen otras alternativas?, ¿qué pasaría si no la uso? Él podría  evitar  los memes indigestos.
Para no quedar atrapado entre genes o memes impuestos,  hay que aprender a crear memes propios. Fabricar memes  es saber intermediar entre la naturaleza y la cultura, para completar la página en blanco que es la mente al nacer y convertirse en constructor del propio destino. Para no imitar a la opinión inculcada hay que aprender a formar una opinión individual y educada por uno mismo.
Todo lo que nos hace humanos. Recuerdos, deseos, valores y conocimientos, están tallados en una telaraña de 100.000 millones de neuronas donde cada una puede conectarse con hasta otras 10.000. Las neuronas “conversan” entre sí a través de zonas de unión llamadas sinapsis, donde un axón toma contacto con una dendrita o con el cuerpo de otra. En un sistema nervioso maduro, los impulsos eléctricos que circulan a través de estas redes permiten que la información se transmita de una neurona a la otra. La neuroplasticidad es la posibilidad que tiene el cerebro para adaptarse a los cambios o funcionar de otro modo modificando las rutas que conectan las neuronas y alternando la organización del cerebro.
La neuroplasticidad positiva crea y amplia las redes, la negativa elimina aquellas que no se utilizan. La neuroplasticidad puede dividirse por sus efectos en cuatro tipos:
Neuroplasticidad reactiva: para resolver cambios ambientales de corta duración.
Neuroplasticidad Adaptativa: modificación estable por la memoria y el aprendizaje. Piaget descubrió dos factores que caracterizan a la evolución del psiquismo. La  asimilación logra que ninguna conducta, aunque sea nueva, constituya un comienzo absoluto, se relaciona con esquemas anteriores (función de la memoria). La acomodación es la modificación  causada por los elementos que se asimilan (función del aprendizaje).
Neuroplasticidad  reconstrutiva: recupera  parcial o totalmente las funciones perdidas.
Neuroplasticidad evolutiva: proceso por la influencia ambiental predominante.
Lo innato y lo adquirido. Los genes son  responsables del 10 % de las redes, pero el 90% se forma. Los lóbulos prefrontales  completan su maduración a los 21 años. La forma de ver y actuar en el mundo, los planes y proyectos, el desarrollo, dependen de ellos. Son los pilares de la neuromodelación consciente, dan  el poder de planear el destino, como una vía de escape al condicionamiento genético. Permiten seguir o cambiar, remodelar lo que ya no se desea o crear nuevas redes  para que los proyectos puedan concretarse exitosamente.
Reformatear el cerebro.  La conclusión de las neurociencias  es que la actividad  crea neuronas. Los ejercicios físicos preservan la salud cardiovascular, los cognitivos la mental. Para ser sabios a la vejez  debemos reformatearnos continuamente. Usamos más el hemisferio izquierdo que automatiza las respuestas, lo llamamos experiencia. El que aprende lo nuevo es el derecho y lo delega en el izquierdo que adquiere la capacidad para reconocer. Si por rutina comodidad dejamos de investigar se detiene la marcha. Como dijo Platón “La virtud, como el arte, se consagra a lo que es difícil de hacer, y cuanto más dura es la tarea, más brillante es el éxito”. La edad no es una traba pero la conquista es diaria. Desarrollo no es lo que tenemos sino que hacemos con eso. Si decidimos las neuronas se mueren. Lo que no se usa se pierde. La neuróbica es la gimnasia creadora de las neuronas que conecta el conocimiento, la imaginación y la actividad. Para producir inteligencia se necesita dominar los recursos del aprendizaje que dinamizan los universales de la experiencia: los hechos que ocurren, los signos que los representan y las  ideas que surgen del intercambio. Como dijo Einstein: en las crisis, la imaginación supera al conocimiento.
Dr. Horacio Krell es el CEO Ilvem. Dicta conferencias gratuitas sobre métodos que optimizan la inteligencia. horaciokrell@ilvem.com

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