Existe un puñado de personas que afirma que algunos emprendedores suelen ser muy especiales, algo egoístas, vehementes y muy difíciles de manejar, sobre todo, dentro de una organización, donde sobran ejecutivos con perfiles más corporativos. Para conocer un poco más sobre este perfil, hablamos con emprendedores y académicos expertos en este tema.
Autor: Daniela Arce
Tiempo después que Steve Jobs murió, como suele suceder con los personajes relevantes, se publicaron y relanzaron algunas biografías, donde se profundizó en su trayectoria y personalidad. Entre las flores y aplausos al cofundador de Apple se colaron algunos comentarios negativos. Aunque se conocían sus delirios, quedó más patente que nunca que el hasta entonces inteligente e innovador hombre tenía sus defectos. Así lo relató Walter Isaacson, autorizado por el empresario tecnológico para escribir su biografía, en una entrevista en The New York Times, y donde dijo que “Jobs era un rebelde y pudo haber sido percibido como engreído, porque era brutalmente honesto”.
Isaacson también comentó que el empresario tecnológico presentó un montón de contradicciones en su personalidad, fue un poco inadaptado, sensible y se sintió conectado con la contracultura. Está claro que Jobs era todo un personaje. Y por lo mismo, cuando se habla de emprendedor se suele pensar en él como referente, aunque existen varios más, como Bill Gates, Jeff Bezos o Richard Branson, por nombrar algunos. Todos tienen diferentes personalidades y dinámicas para trabajar. El imaginario popular piensa, entonces, cuando se discute sobre el quehacer de los encargados de emprendimiento e innovación, que se trata de una tarea casi al estilo de un inventor loco, que no concreta sus ideas. Nada más lejos de la realidad.
¿El lado oscuro del emprendedor?
También se les considera creativos, autónomos y arriesgados. Quienes poseen un perfil emprendedor pueden estar en cualquier lado, incluso, hasta su colega podría serlo y ni siquiera él lo sabe. Sin embargo, algunos académicos que han estudiado la conducta de las personas dadas al emprendimiento y capaces de crear algo innovador, aseguran que existe un puñado que bien podría ser llamado en las empresas como los "Primma Donna".
Si bien la mayoría de los académicos concuerda en que no se puede generalizar y decir que los emprendedores son conflictivos y que difícilmente pueden trabajar en un ambiente de trabajo tradicional, sí tienen ciertas características que los hacen bastante especiales. “Es cierto que poseen un perfil más creativo, pero también están aquellos más estructurados, a cargo de planificar. A su vez, sienten la necesidad de ser independientes, tener autonomía y no recibir órdenes. No hay que encasillar, pues existe toda una combinación de contextos, y el factor de la personalidad”, dice Carlos Albornoz, profesor de la Universidad del Desarrollo (UDD).
Otros son más tajantes y afirman que existe un tipo de emprendedor más complejo. Javier Gimeno, profesor de la francesa INSEAD, dice que un clásico ejemplo de emprendedor brillante pero a la vez conflictivo era Steve Jobs. “Él era egoísta, no negociaba. Se trata de personas que tienen un perfil emprendedor pero también crean conflictos internos y no están dispuestos a comprometerse, son muy difíciles de manejar. En ese caso, para un CEO es muy fácil despedirlos, pues no suelen formar parte de la cultura organizacional: son agresivos y poco colaboradores, y no tienen mucha popularidad”.
Imagen: homero chapa, www.sxc.hu
Bastante similar pero con algunos matices piensa Eduardo Mock Ferreyros, profesor de Selección Estratégica del Talento Humano de Extensión y Proyección Universitaria EPUen la USMP: "Pese a que tienen una visión optimista de ver la vida y su futuro, y son resilentes, pues saben superar obstáculos y fracasos cometidos, podrían tener algunos conflictos en una empresa tradicional, por esa vehemencia y perseverancia para alcanzar los objetivos de una manera atípica". Y no sólo eso, sigue Mock, pues "pueden incluso transgredir normas y principios de una organización tradicional o rígida"
Para comprenderlos en serio, los profesores Hal Greguersen, Clayton M. Christensen yJeff Dyer realizaron una investigación que tardó seis años y donde se propusieron entender, mediante entrevistas a 3.500 ejecutivos, cómo eran las personas con este perfil y de qué manera llevaban a cabo las ideas creativas. El resultado del estudio fue la publicación del libro “El ADN de los Innovadores”, donde dieron a conocer las cinco habilidades en común que tienen los creativos e innovadores, como Steve Jobs, Richard Branson y Howard Schultz, entre otros. Se trata de personas que cuestionan las cosas, asocian ideas de varios campos, son observadores, tienen la capacidad de relacionarse con otros y armar redes de contacto, y experimentan lo suficiente como para fallar y probar nuevamente.
La culpa la tiene la empresa
Un escenario laboral poco amigable y escasas habilidades sociales, serían para los emprendedores la razón de este comportamiento conflictivo, en algunos casos. Esto es clave para Juan Pablo Torras, cofundador de Club Point, es difícil enumerar cualidades negativas de los emprendedores, aunque confidencia: “Creo que son más cuestionadores que los perfiles corporativos. Pero por otro lado considero que las personas conflictivas están más relacionadas con no tener las habilidades sociales desarrolladas, que es independiente de si la persona tiene perfil emprendedor o no”.
Otro emprendedor, el creador de Klooff, Alejandro Russo, dice que habitualmente “surgen problemas cuando alguien quiere hacer cambios y generar un impacto tangible en una empresa donde las estrucura está establecida y no hay mucho espacio para realizar cambios”. Russo Además agrega que otro escenario complicado es “cuando alguien que no se siente cómodo siendo 100% responsable por la toma de decisiones, decide emprender”.
De todas formas, el escenario es complejo, pues un mínimo porcentaje de las empresas apuestan por la innovación de verdad. El resto sólo se queda en las buenas intenciones. Y ahí es dónde entra en escena el CEO, pues es ciertamente, el que debe defender las iniciativas de este tipo y, de paso, asegurar apoyo a los trabajadores con perfil emprendedor. En este caso, se necesita de “un CEO intrapreneur, que rompa los esquemas”, dice Manuel Garzón, presidente de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Educativo y Empresarial (Fidee).
Aunque no necesariamente existe una buena relación entre CEO y emprendedor, lo ideal es que haya colaboración. "Usualmente existen buenas relaciones ya que se trata de personas que concretan sus proyectos y objetivos, tanto personales como profesionales", comenta Mock.
Y el decano de la Escuela de Posgrado en Negocios de la Universidad de Belgrano (UB), Alberto Rubio, complementa: “En general, los emprendedores se pueden adaptar a la cultura organizacional de las empresas y trabajar en ellas, eso sí, siempre cuando esta sea eficaz y comprometida”.
Por ello, es que en las empresas que llevan a cabo iniciativas de intraemprendimiento, donde los trabajadores se encargan de crear innovaciones, debe existir un trato especial, de forma de garantizar su permanencia y con ello la generación de mejoras. Albornoz ejemplifica con el caso de Telefónica: “A raíz de la competencia de grandes empresas como Google, Apple, BlackBerry, VTR y Virgine Mobile, buscó diferenciarse mediante algo innovador, para lo que dio un vuelco. Hicieron un cambio en la cultura organizacional, fueron más acogedores con este perfil”.
Esto se explica porque dada la autonomía que esperan tener los emprendedores en una empresa, necesitan de ciertos beneficios, a veces no relacionados con el aspecto monetarios. De acuerdo con Albornoz, “ellos prefieren tener mayor flexibilidad, inventar proyectos. Por ello, estas personas no funcionan en empresas donde existe demasiado protocolo, las tareas son más rutinarias y la alta autonomía no resulta”.
Por lo mismo, personas con este perfil abundan en empresas más creativas, de mayor incertidumbre, como algunas agencias de publicidad o empresas de software menos maduras. Pero aún así, existen ciertos vicios en algunos emprendedores. Según el creador de Klooff, “he visto muchos casos de emprendedores que van por mal camino y empiezan a culpar a los socios, empleados, al mercado; cuando en realidad son ellos los responsables de los resultados”.
Rubio, de la Universidad de Belgrano, dice que es cierto también que así como la empresa debe ser amigable con los empleados con perfil emprendedor, estos tienen que ponerse ciertos límites. “Hay una imagen un poco romántica el emprendedor, al que se les debe respetar los caprichos. Sin embargo, creo que hay un límite, tampoco se puede sorpotar todo tipo de desbordes porque seas un genio creador, pues han habido muchos y no se han caracterizado por ser excéntricos”.
En general, los académicos entrevistados concuerdan en que es fundamental que el CEO sepa escuchar a sus empleados y que el emprendedor no deje de lado sus proyectos. Después de todo, una persona con este perfil será incapaz de dejar de atrás su sueño. Es como dice el decano de la UB, parafraseando a uno de los emprendedores que conoció: "Si propones lo que dices y te responden que no es posible, no abandones la idea, porque significa que esa persona no era la correcta".
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