Crecemos con mucho cuidado de cometer errores, la misma sociedad, la cultura, la educación nos enseñan a APRENDER, nos dicen que errar es doloroso, que arriesgar es peligroso, nos cuentan con un tono amargo las historias de fracaso y que eso nunca lo debemos repetir, nos guían a seguir las reglas y las historias de éxito. Los modelos mentales establecidos nos enseñan que existen vías predefinidas para lograr o ejecutar algo. Me pregunto, ¿cuándo nos enseñaron a ser creativos?, ¿cuándo nos enseñaron a PENSAR acaso no se puede?. Al ver la realidad, la mayoría de las iniciativas que cambiaron el mundo para un mundo mejor fueron porque simplemente pensaron distinto, se salieron del modelo mental, fueron auténticos, impusieron el modelo mental ,se arriesgaron y no fracasaron, como consecuencia de ello, “Cambiaron el Mundo”.
Fallar, fallar y fallar suena muy mal, duele, nadie quiere pasar por eso pero vaya que si es la mejor manera de APRENDER, cada vez que nos tropezamos con un piedra siempre va a ser más difícil volverla a ver en el camino, si la vemos cerca vamos a querer desviarnos desde una buena distancia.
Muchas veces la palabra miedo y fracaso se convierten en sinónimos, la diferencias entre ellas es muy pequeña. Si no lo intentas por miedo nunca vas a fallar pero si nunca fallas, FRACASASTE. La mayoría de las historias de éxito que escuchamos es solo la parte bonita de la historia, NUNCA te cuentan todo lo perdido, los fallos, las barreras, tropiezos y las caídas que existieron en el camino, pues nos gusta escuchar solo lo bonito para ver si lo podemos replicar de alguna manera y lograr el mismo éxito.
Si no te preparas para fallar no estas preparado para conseguir el éxito. Juzgar algo vivido es mucho mejor que vivir la experiencia ajena, las experiencias, el camino, el APRENDIZAJE no es el mismo. Muchas veces es mejor que nos toque vivir esos tragos amargos que nos hacen más valientes, grandes, nos construyen, nos alertan y nos acercan a ese destino impreciso donde todos queremos llegar, el ÉXITO.
Aprender es un proceso lleno de lecturas, elementos visuales, asociaciones y experiencias. Cuando vivimos algo puede ser que en un futuro nos acordemos pero cuando eso vivido deja alguna huella importante sea buena o mala seguro siempre la tendremos presente en nuestra vida. Eso se llama experiencia.
El que nunca falla tiene el fracaso asegurado y arriesgar nunca va a ser un pecado.
El autor de este artículo es Oswaldo Álvarez.
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