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“¿Por qué nos gusta crear el juego de las expectativas y luego no se cumplen?.. Están jugando con nosotros”. Fue una de las frases que me hizo recapacitar el sábado pasado mientras daba una masterclass en una escuela de Negocios de mi ciudad.
Y mirando alrededor, sólo veía el juego de las expectativas en marcha.
Durante todo el día, estamos tomando decisiones para elegir por un camino u otro.
Si te pusiera delante de ti, 3 caminos diferentes, la toma de decisión sería más fácil , porque si todos llevan al mismo camino, la decisión es fácil.
Pero si te digo las características que tiene cada uno de los caminos, que uno te costará más, que el otro es más corto, y que el otro será más lento.
¿Cuál elegirías entonces?
La decisión sería más rápida y decidida.
En esos momentos estamos decidiendo, en función de lo que estamos creyendo en función de las indicaciones que nos dicen.
¿Cómo se lleva esto a la vida real?
Vemos empresas que nos hacen creer que sus servicios son mejores a la hora de comprar un producto, ya que nos producirán más emociones el tenerlo respecto a la competencia. Una posible pareja “ se vende” respecto a los demás, haciéndonos ver, que con ella, viviremos mejores experiencias que con otros , las tiendas de ropa exponiendo sus ropas más nuevas, diciéndonos que con ellas, viviremos las experiencias más únicas por las noches…
Tomamos decisiones, en función de las expectativas que pensamos vamos a alcanzar, por las creencias que nos han infundido. No sé si me he explicado bien, lo que quiero decir… que elegimos en función de lo que nos hacen creer, de lo que nos infunden en ellas.
Las empresas, como algunas personas, saben que poder tiene las expectativas en nuestras decisiones.
Todos de una manera u otra, queremos llevar a las personas a nuestro terreno, pero unos lo hacen con buenas intenciones, nos intentan fidelizar, pero otros… nos mienten deliberadamente, nos “manipulan”, juegan con nuestras expectativas, con nuestros sentimientos.
Personas que pensamos que son el amor perfecto, que son el príncipe azul con el que siempre habíamos soñado, se convierten en el peor de los sapos, las empresas que nos alientan a comprar sus servicios “Premium” y acaban siendo “básicos”, o las empresas que nos dicen que tienen un liderazgo innovador, diferente, y acaban siendo como hace 30 años… o no hablemos de las películas o libros, que con su publicidad, crean unas expectativas altas, y acaban siendo un fracaso.
¿Qué o quién no ha cumplido con tus expectativas?
Cuando nos defraudan ante algo que esperábamos con mucha ansias, se ha producido debido al desnivel entre lo que esperábamos (mucho) y lo que realmente era, sus resultados (pocos).
Yo siento que cuando me ven delante de un escenario, con mi ropa, las expectativas no son muy altas. No cumplo con sus emociones, de una persona de traje, de seriedad.. Esperan poco de mí, pero los resultados, siempre acaban siendo altos, o eso intento.
Hablábamos el sábado en la masterclass, de la burbuja del estilo de vida, emprendedor. Hablábamos que lo que antes era un autónomo, es un emprendedor. Lo que antes era una espacio para ayudarse entre proyectos, ahora es un co-working, y cuando antes había 10 espacios de ese estilo, ahora hay más de 700.
Yo creo que también han jugando con nuestras expectativas en este caso. Nos han querido decir, que el emprender, nos va a sacar de la crisis. Y doy la razón, porque ha habido muchas personas que las han sacado del paro, pero no todo el mundo vale para ello. Se ha jugado con la emoción de la necesidad de las personas de salir adelante, pensando que todo el mundo saldría, y saldrá de ella, emprendiendo, pero mientras , con el efecto “placebo”, todos lo intentamos y pensamos que somos felices.
Uno de los problemas más importantes de la sociedad, es crear expectativas mucho más altas por encima de lo razonable, por encima de sus capacidades. Situación que últimamente me encuentro con muchos “lideres” de empresas y también de personas.
¿Qué pasa cuando una persona no satisface lo que promete con sus palabras o sus productos?
.- No se conoce en profundidad, por mucho que diga que si. No conoces sus puntos débiles y sus puntos fuertes. Y si los conoces, más bien los tapa para no mostrar su vulnerabilidad.
.- No se acepta. Y por muchos títulos que tenga, muchos cursos que haya hecho y muchos éxitos que tenga, es una persona que no se acepta a si mismos, con sus virtudes y sus defectos
.- No tienen la palabra COHERENCIA en su vocabulario. Superan muchas veces los límites, que con sus capacidades podrían llegar.
Todos queremos el éxito en nuestra vida, la felicidad, la abundancia, pero para alcanzar todo eso y más, tenemos que empezar a ser conscientes de sus limitaciones, porque es a partir de ahí, con sus capacidades, se establece sus objetivos.
¿Pero qué es el éxito? Para mí, pienso cada día más, que es un equilibrio entre tus sueños y tus capacidades. Si quieres conquistar el Everest y tienes sobrepeso, o quieres trabajar en Estados Unidos y no sabes ingles… seguro que la frustración sube muchos enteros.
¿Qué pasaría si adaptarás los retos a tus capacidades? Poco a poco irían, con la consecución de los mismos, aumentando tus expectativas. Serías más coherente contigo mismo y con la vida.
¿Qué hacer para satisfacer de verdad las expectativas que quieres generar en las personas?
.- Nos gusta lanzar las campanas al vuelo, y proclamarnos los más bonitos del mundo, la empresa más innovadora, el evento que producirá más resultados, o que nuestro proyecto será el que provocará la transformación en millones de personas.. ¿Qué pasaría si en vez de irnos de la lengua, diéramos una sorpresa al mundo cuando lanzaremos nuestro proyecto? Cuando comprobase las personas, nuestro proyecto, le sorprendiese, los fidelizaremos al instante. SI poco a poco vamos a conociendo a la persona, sin tirar cohetes, la iremos descubriendo y si nos gusta lo que conocemos, tendremos perspectivas más duraderas, que no estar deslumbrados nada más empezar.
.- El coste de no satisfacer las expectativas que has puesto sobre ti, es muy alto.
.- Empezar poco a poco, con bajas expectativas sobre ti, y con el paso del tiempo, satisfaciendo a través de la calidad, profesional o personal, las expectativas de las personas que te contratan o con las que vives… Eso te hará aumentar la presión, y que mantengas las expectativas con tus clientes.
Por favor:
1.- Se coherente contigo mismo. No te vendas sabiendo que no puedes conseguir ni dar lo que dices.
2.- Empieza poco a poco. Paso a paso, satisface las expectativas de la gente y poco a poco ellos irán hablando de ti.
3.- Siempre pregúntate POR QUÉ haces lo que haces. Esa pregunta te dirá si estas en el camino correcto o no.
4.- Y por favor, no juegues con las emociones de las personas para tu beneficio.
¿Qué expectativas das tú? ¿Las cumples?
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