Vivimos en un mundo en el que llevamos un ritmo de vida frenético, de manera que todos/as hemos tenido en algún momento de nuestra atareada vida, ciclos en los que hemos experimentado un alto nivel de estrés.
El estrés es vivido de manera diferente por cada persona. Mientras que algunos/as se refugian en el trabajo, hay otras personas que buscan apoyo en familiares o amigos, puede ocurrir que otros/as recurran a utilizar medicamentos o incluso buscar alivio mediante alcohol, tabaco u otro tipo de drogas.
Nuestra mente es uno de nuestro tesoros más preciados,sin embargo no invertimos tiempo en cuidarla y potenciarla. Mientras seguimos afanándonos en convertir nuestro día a día en un sinfín de pensamientos que abordan nuestra cabeza, no paramos de darle vueltas a este carrusel de pensamientos, sentimientos y emociones. Seguro que podemos identificar momentos en los que nuestra mente se evade del momento presente para divagar en pensamientos sobre acontecimientos pasados, o pretendemos hacer elucubraciones sobre un posible futuro, intentando planificarlo. Pensamientos que, al fin y al cabo, nos producen infelicidad.
Es normal que como resultado podamos llegar a encontrarnos agobiados, ansiosos o deprimidos.La realidad es que esto produce un deterioro progresivo, provocando malestar en nuestro organismo.
Pues bien, ¿qué podemos hacer para cultivar nuestra mente?
La meditación es una herramienta muy útil y probada como eficaz para controlar el estrés y centrar nuestra atención en el momento presente. A través de la meditación tratamos de ver con mayor claridad nuestros pensamientos y emociones en un marco libre de juicios, manteniendo una mente relajada y concentrada. La meditación supone, a través del ejercicio constante, una fuente de equilibrio entre cuerpo y mente que nos ayuda a mantener un estado de bienestar.
Está claro que no podemos cambiar los acontecimientos de nuestro día a día, pero mediante la práctica de la meditación es posible cambiar la forma en que experimentamos cada uno de los episodios diarios.
En terapia psicológica se suelen utilizar de manera combinada con otras herramientas, ejercicios de meditación y técnicas de relajación que se han demostrado útiles para problemáticas tan comunes como por ejemplo:
- Alteraciones hormonales (por ejempo tiroides)
- Como control de dolor
- Ansiedad
- Depresión
- Exámenes o presentaciones en público
- En problemas de fertilidad
- Síndrome de intestino irritable
No hace falta ser un experto en meditación, ni dedicar muchas horas al día. Está demostrado que con unos 10 minutos al día podemos obtener grandes beneficios.
Está al alcance de cualquiera, ¿te atreves a probar?
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