A partir de ahí se puede construir algo grande. Si las suspicacias y las sospechas planean por la empresa, es difícil que ésta tenga futuro. El coste de la desconfianza en los negocios es altísimo. A la hora de formar un equipo hay que prestar atención a las competencias técnicas pero también a los valores. Obviar lo segundo pasa factura.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario