sábado, 31 de diciembre de 2011
Estamos sometidos como el alacrán?
http://matosas.typepad.com/competir_con_la_mente/2011/12/estamos-sometidos-como-el-alacr%C3%A1n.html
La mente es la casa de las creencias que promueven los pensamientos que conducen a las acciones que emprendemos.
Este no es un mensaje de fin de año. Para mensajes, las mensajerías. Sí, quiero seguir inquietando con todo aquello que nos haga ser la persona que podemos llegar a ser (Hamlet). Aunque como me decía alguien días pasados:
'Oiga usted para que envía tantos artículos si nadie los lee..." Y si deciden para ver de qué se trata, leen un párrafo y directamente a la basura...
Y aunque hay mucho de verdad en esa aseveración, es uno de los tantos desafíos que me he impuesto desde hace muchos años: sembrar en un campo que sigue lleno de hierbas (mi rancho también estaba igual...), y que no dejan crecer lo que podría convertirse en vida que maraville, contagie, alegre, entusiasme, si se cuida, se abona, suficiente agua y se le permite que la luz favorezca su desarrollo. Y esto que va a continuación tiene que ver con ese reto al que todos estamos enfrentados. Hoy. Mañana. Siempre!
¿Aceptamos que no sabemos, o que es mucho lo que desconocemos y necesitamos darnos un baño de humildad? O seguiremos por el angosto camino vecinal de la autocomplacencia, el menor esfuerzo y la excusa de echarle la culpa a lo cultural? ¿Estamos enterados de que hay autopistas para viajar mejor, más rápido y más cómodos? O es por el precio que tenemos que pagar en las casetas que no nos animamos?
José Antonio Marina, el brillante filósofo y escritor español, ha estudiado en La Inteligencia fracasada un fenómeno que a todos debería intrigarnos: ¿Por qué si somos tan inteligentes nos comportamos tan estúpidamente? Somos el único animal que tropieza diez veces en la misma piedra, y eso es un triste privilegio.
Progresamos en ciencia, en tecnología, en economía, pero no parece que mejoremos en el modo de construir nuestra convivencia. Basta leer los periódicos para contemplar la emergencia incesante de comportamientos primitivos y bestiales: guerras, violaciones, malentendidos, crueldades. Una y otra vez hacemos una triste constatación: los hombres mueren y no son dichosos. Somos finitos y vulnerables y, por eso, no podemos librarnos radicalmente del dolor, la desdicha y la muerte, pero lo escandaloso es que sufrimos no sólo por lo irremediable, sino también por causas que podrían haberse evitado. Una veces, los responsables de nuestras desdichas son los otros, pero en ocasiones somos nosotros mismos lo que nos convertimos en nuestros perores enemigos. Un inteligente es ingenioso psicólogo llamado Paul Watzlawick ha escrito un libro titulado El arte de amargarse la vida?, arte que poseemos en dosis masivas. ¿Qué nos pasa? ¿Por qué nos cuesta tanto aprender?
A veces nos comportamos como el alacrán del cuento. Una vez, en la orilla de una arroyo, un alacrán pidió a una rana que le ayudara a atravesarlo.
"¿Por qué no me dejas subir a tu espalda y me pasas a la otra orilla?"
- Porque me clavarías tu aguijón y me matarías, respondió sensatamente la rana.
"No, porque, si lo hiciera, yo me ahogaría".
Convencida la rana, le dejó subirse a la espalda, pero cuando estaban en la mitad de la travesía el alacrán le clavó el mortal aguijón. Agonizando la rana le preguntó:
- ¿Por qué lo has hecho?"
Y el alacrán, a punto de morir ahogado, respondió:
"Es mi carácter. No puedo evitarlo".
¿Estamos sometidos, como el alacrán, a un irremediable destino que nos impide progresar?
Todo me hace suponer que sí...
Micrófono abierto...
Roberto Matosas, diciembre 2011
COMPETIR CON LA MENTE
La mente es la casa de las creencias que promueven los pensamientos que conducen a las acciones que emprendemos.
La mente es lo que desarrolla y dirige la estrategia.
La mente provee una imagen e instruye al cuerpo en los movimientos necesarios para actuar.
La mente es el observador que hace las decisiones acerca de la clase de autodiálogo que utilizamos cuando actuamos.
La mente controla nuestra fisiología.
La mente se hace cargo del control emocional.
La mente es la locomotora que conduce al tren!
diciembre 31, 2011
Estamos sometidos como el alacrán?
Estamos sometidos como el alacrán?Este no es un mensaje de fin de año. Para mensajes, las mensajerías. Sí, quiero seguir inquietando con todo aquello que nos haga ser la persona que podemos llegar a ser (Hamlet). Aunque como me decía alguien días pasados:
'Oiga usted para que envía tantos artículos si nadie los lee..." Y si deciden para ver de qué se trata, leen un párrafo y directamente a la basura...
Y aunque hay mucho de verdad en esa aseveración, es uno de los tantos desafíos que me he impuesto desde hace muchos años: sembrar en un campo que sigue lleno de hierbas (mi rancho también estaba igual...), y que no dejan crecer lo que podría convertirse en vida que maraville, contagie, alegre, entusiasme, si se cuida, se abona, suficiente agua y se le permite que la luz favorezca su desarrollo. Y esto que va a continuación tiene que ver con ese reto al que todos estamos enfrentados. Hoy. Mañana. Siempre!
¿Aceptamos que no sabemos, o que es mucho lo que desconocemos y necesitamos darnos un baño de humildad? O seguiremos por el angosto camino vecinal de la autocomplacencia, el menor esfuerzo y la excusa de echarle la culpa a lo cultural? ¿Estamos enterados de que hay autopistas para viajar mejor, más rápido y más cómodos? O es por el precio que tenemos que pagar en las casetas que no nos animamos?
José Antonio Marina, el brillante filósofo y escritor español, ha estudiado en La Inteligencia fracasada un fenómeno que a todos debería intrigarnos: ¿Por qué si somos tan inteligentes nos comportamos tan estúpidamente? Somos el único animal que tropieza diez veces en la misma piedra, y eso es un triste privilegio.
Progresamos en ciencia, en tecnología, en economía, pero no parece que mejoremos en el modo de construir nuestra convivencia. Basta leer los periódicos para contemplar la emergencia incesante de comportamientos primitivos y bestiales: guerras, violaciones, malentendidos, crueldades. Una y otra vez hacemos una triste constatación: los hombres mueren y no son dichosos. Somos finitos y vulnerables y, por eso, no podemos librarnos radicalmente del dolor, la desdicha y la muerte, pero lo escandaloso es que sufrimos no sólo por lo irremediable, sino también por causas que podrían haberse evitado. Una veces, los responsables de nuestras desdichas son los otros, pero en ocasiones somos nosotros mismos lo que nos convertimos en nuestros perores enemigos. Un inteligente es ingenioso psicólogo llamado Paul Watzlawick ha escrito un libro titulado El arte de amargarse la vida?, arte que poseemos en dosis masivas. ¿Qué nos pasa? ¿Por qué nos cuesta tanto aprender?
A veces nos comportamos como el alacrán del cuento. Una vez, en la orilla de una arroyo, un alacrán pidió a una rana que le ayudara a atravesarlo.
"¿Por qué no me dejas subir a tu espalda y me pasas a la otra orilla?"
- Porque me clavarías tu aguijón y me matarías, respondió sensatamente la rana.
"No, porque, si lo hiciera, yo me ahogaría".
Convencida la rana, le dejó subirse a la espalda, pero cuando estaban en la mitad de la travesía el alacrán le clavó el mortal aguijón. Agonizando la rana le preguntó:
- ¿Por qué lo has hecho?"
Y el alacrán, a punto de morir ahogado, respondió:
"Es mi carácter. No puedo evitarlo".
¿Estamos sometidos, como el alacrán, a un irremediable destino que nos impide progresar?
Todo me hace suponer que sí...
Micrófono abierto...
Roberto Matosas, diciembre 2011
La palabra puede curar como un fármaco...
http://es.globedia.com/palabra-curar-farmaco
Pierre Magistretti, neurobiólogo; coautor de un modelo fisiológico para el psicoanálisis
Foto: Xavier Cervera
Lluís Amiguet
Placer y muerte
Einstein veía la realidad a través de las ideas y creyó que la Sociedad de Naciones era un bello ideal que podría lograr la paz, por eso invitó a Freud a ayudarle.
Freud veía las ideas a través de la realidad y le contestó que era un ideal imposible, porque el humano es un ser contradictorio que obedece a un instinto autodestructivo, la pulsión de muerte, del que se deshace descargándolo contra otros hombres.
Me lo cuentan los doctores Magistretti y Ansermet gracias a la Associació Catalana d'Atenció Precoç. En Los enigmas del placer (Katz) ambos iluminan los vericuetos por los que perseguimos el goce para encontrarnos con nuestra propia pulsión de autodestrucción y muerte.
E l cerebro nunca es igual a sí mismo. No puedes pensar dos veces con el mismo cerebro, porque cambia con cada experiencia y a cada instante.
¿Cómo? Las neuronas se organizan y reorganizan en redes, que la experiencia va modificando. Y esa es la más prometedora frontera de la neurociencia: la plasticidad neuronal.
¿En qué consiste? Neurones that fire together, wire together , las neuronas que se enlazan acaban formando un cableado, un mapa, un sistema. Y ese proceso se repite modelando y remodelando nuestro cerebro continuamente.
La experiencia se hace órgano. La experiencia modifica la sinapsis, la transferencia de información entre neuronas. Cuando usted crea una imagen, deja una huella en el cerebro, un mapa mental, y cada vez que evoca esa imagen la reactiva, pero creando otro mapa nuevo. Es la base fisiológica de la creatividad y del psicoanálisis.
Eso lo suscribiría Woody Allen. Freud explica cómo la reasociación de imágenes en cada ocasión es el fundamento del inconsciente. La experiencia deja un recuerdo y una imagen, una huella sináptica, pero al evocar esa imagen previa siempre obtenemos otra nueva con conexiones de la anterior, pero reorganizadas de forma nueva.
La memoria es un país en el que siempre somos extranjeros. En esa recreación mental continua está el punto de contacto entre el psicoanálisis, la creatividad y la neurología. La palabra es también una experiencia y por eso modifica la sinapsis, las conexiones neuronales que conforman, al cabo, esa red de redes que es nuestro cerebro.
Y el verbo se hace carne. Y cura. La palabra puede curar como un fármaco. Por eso el cerebro no es un mero contenedor de capacidades como el área del habla, el cálculo, la memoria...También es una formidable máquina temporal.
Sincrónico y diacrónico, como en la definición de lenguaje de Saussure. El ser humano se debate entre su tendencia destructiva a la repetición y su vocación de reinventar. La repetición es destructiva, la reinvención es creativa. Por eso, Einstein dice que inventar es pensar al lado, fuera de la caja. Lo que también se llama hoy pensamiento lateral.
¿Por qué nos gusta repetir? La repetición nos gratifica, pero al mismo tiempo ese mecanismo de gratificación en la repetición inicia uno de penalización; cualquier hábito produce placer y desplacer de modo complejo y complementario para lograr un equilibrio homeostático...
Veamos. Nuestro cerebro incentiva y desincentiva a la vez. Por eso el ser humano es el único que puede hallar placer en el desplacer.
El primer sorbo de vino es el mejor. Porque, al principio, cualquier adicción genera mucho placer y poco desplacer, pero al ir repitiendo la acción en busca de más gratificación obtenemos menos: la proporción de placer y desplacer se va invirtiendo.
¿Cómo? Las adicciones, obsesiones y conductas compulsivas obedecen a ese mecanismo. Gozamos la primera dosis y paulatinamente tenemos que aumentarla ya no para obtener placer, sino sólo para evitar el desplacer...
Cada vez tomas más y gozas menos. De forma que al final no actuamos para obtener más placer, sino sólo para no sufrir más desplacer. Es lo que le sucede al adicto: al principio aumenta las dosis para obtener más placer y después tan sólo para no sufrir el síndrome de abstinencia. Placer y desplacer son inversamente proporcionales.
Y así puede llegar a la muerte. Freud intenta analizar el principio del placer y sus mecanismos, pero fracasa, porque descubre que el ser humano busca algo más allá del placer, algo que puede llevarlo a la muerte. Somos seres paradójicos.
¿En qué sentido? El ser humano no busca su propio bien: desea estar sano, pero fuma; ama a su pareja, pero se va con otra... Y después vuelve a enamorarse de la siguiente pareja, pero reproduce la pesadilla... Una y otra vez...
Al hombre le cuesta desear a la que ama y amar a la que desea. Buscamos equilibrio y por eso llegamos al desequilibrio. Y al indagar en el principio del placer, Freud descubre que persiguiendo ese equilibrio podemos llegar sin saberlo a desear la autodestrucción y la muerte.
Es el equilibrio definitivo al cabo. La pulsión de muerte es un instinto autodestructivo, pero no sólo individual. También explica el comportamiento irracional de algunos pueblos, su agresiva psique colectiva. Y sería la última explicación de la guerra.
¿Tiene alguna? Es el modo en que los pueblos descargan su pulsión de muerte sobre otros pueblos.
El cerebro puede ser un mal bicho. Es una máquina de adaptarse al medio y crear un equilibrio, pero también es un instrumento para desequilibrarse, soñar, depender de una sustancia, una conducta, una relación... Es una red paradójica en múltiples sentidos.
Pierre Magistretti, neurobiólogo; coautor de un modelo fisiológico para el psicoanálisis
- Tengo
59 años, pero, como ustedes, estreno cerebro a cada instante.
Nací en Milán y estudié en Suiza y en el Salk
Institute. La repetición es destructiva y la recreación, constructiva.
El hombre no busca su propio bien. Colaboro con la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona.
Foto: Xavier Cervera
Lluís Amiguet
Placer y muerte
Einstein veía la realidad a través de las ideas y creyó que la Sociedad de Naciones era un bello ideal que podría lograr la paz, por eso invitó a Freud a ayudarle.
Freud veía las ideas a través de la realidad y le contestó que era un ideal imposible, porque el humano es un ser contradictorio que obedece a un instinto autodestructivo, la pulsión de muerte, del que se deshace descargándolo contra otros hombres.
Me lo cuentan los doctores Magistretti y Ansermet gracias a la Associació Catalana d'Atenció Precoç. En Los enigmas del placer (Katz) ambos iluminan los vericuetos por los que perseguimos el goce para encontrarnos con nuestra propia pulsión de autodestrucción y muerte.
E l cerebro nunca es igual a sí mismo. No puedes pensar dos veces con el mismo cerebro, porque cambia con cada experiencia y a cada instante.
¿Cómo? Las neuronas se organizan y reorganizan en redes, que la experiencia va modificando. Y esa es la más prometedora frontera de la neurociencia: la plasticidad neuronal.
¿En qué consiste? Neurones that fire together, wire together , las neuronas que se enlazan acaban formando un cableado, un mapa, un sistema. Y ese proceso se repite modelando y remodelando nuestro cerebro continuamente.
La experiencia se hace órgano. La experiencia modifica la sinapsis, la transferencia de información entre neuronas. Cuando usted crea una imagen, deja una huella en el cerebro, un mapa mental, y cada vez que evoca esa imagen la reactiva, pero creando otro mapa nuevo. Es la base fisiológica de la creatividad y del psicoanálisis.
Eso lo suscribiría Woody Allen. Freud explica cómo la reasociación de imágenes en cada ocasión es el fundamento del inconsciente. La experiencia deja un recuerdo y una imagen, una huella sináptica, pero al evocar esa imagen previa siempre obtenemos otra nueva con conexiones de la anterior, pero reorganizadas de forma nueva.
La memoria es un país en el que siempre somos extranjeros. En esa recreación mental continua está el punto de contacto entre el psicoanálisis, la creatividad y la neurología. La palabra es también una experiencia y por eso modifica la sinapsis, las conexiones neuronales que conforman, al cabo, esa red de redes que es nuestro cerebro.
Y el verbo se hace carne. Y cura. La palabra puede curar como un fármaco. Por eso el cerebro no es un mero contenedor de capacidades como el área del habla, el cálculo, la memoria...También es una formidable máquina temporal.
Más sobre
¿A qué se refiere? Hay un psicoanálisis del
devenir de nuestra mente que indaga en ella hasta descifrar y darle
sentido y así revela y alivia nuestros traumas. Pero también hay otro
psicoanálisis que opera en el instante. Sincrónico y diacrónico, como en la definición de lenguaje de Saussure. El ser humano se debate entre su tendencia destructiva a la repetición y su vocación de reinventar. La repetición es destructiva, la reinvención es creativa. Por eso, Einstein dice que inventar es pensar al lado, fuera de la caja. Lo que también se llama hoy pensamiento lateral.
¿Por qué nos gusta repetir? La repetición nos gratifica, pero al mismo tiempo ese mecanismo de gratificación en la repetición inicia uno de penalización; cualquier hábito produce placer y desplacer de modo complejo y complementario para lograr un equilibrio homeostático...
Veamos. Nuestro cerebro incentiva y desincentiva a la vez. Por eso el ser humano es el único que puede hallar placer en el desplacer.
El primer sorbo de vino es el mejor. Porque, al principio, cualquier adicción genera mucho placer y poco desplacer, pero al ir repitiendo la acción en busca de más gratificación obtenemos menos: la proporción de placer y desplacer se va invirtiendo.
¿Cómo? Las adicciones, obsesiones y conductas compulsivas obedecen a ese mecanismo. Gozamos la primera dosis y paulatinamente tenemos que aumentarla ya no para obtener placer, sino sólo para evitar el desplacer...
Cada vez tomas más y gozas menos. De forma que al final no actuamos para obtener más placer, sino sólo para no sufrir más desplacer. Es lo que le sucede al adicto: al principio aumenta las dosis para obtener más placer y después tan sólo para no sufrir el síndrome de abstinencia. Placer y desplacer son inversamente proporcionales.
Y así puede llegar a la muerte. Freud intenta analizar el principio del placer y sus mecanismos, pero fracasa, porque descubre que el ser humano busca algo más allá del placer, algo que puede llevarlo a la muerte. Somos seres paradójicos.
¿En qué sentido? El ser humano no busca su propio bien: desea estar sano, pero fuma; ama a su pareja, pero se va con otra... Y después vuelve a enamorarse de la siguiente pareja, pero reproduce la pesadilla... Una y otra vez...
Al hombre le cuesta desear a la que ama y amar a la que desea. Buscamos equilibrio y por eso llegamos al desequilibrio. Y al indagar en el principio del placer, Freud descubre que persiguiendo ese equilibrio podemos llegar sin saberlo a desear la autodestrucción y la muerte.
Es el equilibrio definitivo al cabo. La pulsión de muerte es un instinto autodestructivo, pero no sólo individual. También explica el comportamiento irracional de algunos pueblos, su agresiva psique colectiva. Y sería la última explicación de la guerra.
¿Tiene alguna? Es el modo en que los pueblos descargan su pulsión de muerte sobre otros pueblos.
El cerebro puede ser un mal bicho. Es una máquina de adaptarse al medio y crear un equilibrio, pero también es un instrumento para desequilibrarse, soñar, depender de una sustancia, una conducta, una relación... Es una red paradójica en múltiples sentidos.
La meditación podría cambiar el cerebro
http://es.globedia.com/meditacion-cambiar-cerebro
La meditación podría cambiar el cerebro
¿Las personas podemos fortalecer los circuitos cerebrales asociados con la felicidad y el comportamiento positivo, al igual que somos capaces de fortalecer los músculos con el ejercicio? Richard Davidson, que durante décadas ha practicado meditación al estilo budistas, una forma de ejercicio mental, insiste en que podemos. Un psicólogo entrenado en la Universidad de Wisconsin, Madison, se ha convertido en el líder de un campo relativamente nuevo llamado neurociencia contemplativa.
En la última década, Davidson y sus colegas han presentado pruebas científicas de la teoría de que la meditación, cambia permanentemente el cerebro para mejor. ‘Todos sabemos que si se involucra en ciertos tipos de ejercicio, de forma regular puede fortalecer determinados grupos musculares de forma previsible, ’ dice Davidson en su oficina en la Universidad de Wisconsin, donde su equipo de investigación ha recibido a decenas de monjes budistas y meditadores, para realizarles escaneos cerebrales.
‘El fortalecimiento de los sistemas neuronales no es fundamentalmente diferente’, dice. ‘Se trata básicamente de la sustitución de ciertos hábitos de la mente, con otros hábitos.’ Los neurocientíficos contemplativos dicen que, hacer un hábito de la meditación puede fortalecer los circuitos cerebrales responsables de mantener la concentración y de generar empatía.
Un estudio reciente realizado por el equipo de Davidson encontró que los meditadores estimulan su sistema límbico, red emocional del cerebro, durante la práctica de la meditación de la compasión, una antigua práctica budista tibetana. Esto no es sorpresa, dado que la meditación de la compasión, tiene como objetivo producir un determinado estado emocional de empatía intensa, a veces llamamos ‘misericordia’.
Pero el estudio también encontró que los meditadores expertos, los monjes con más de 10.000 horas de práctica, mostraron una activación significativamente mayor de sus sistemas límbicos. Los monjes, parecían haber cambiado para siempre sus cerebros, para ser más empático.
Un estudio anterior, realizado por algunos de los mismos investigadores, encontraron que los meditadores experimentados tuvieron cambios sostenidos en la función cerebral de base, lo que significa, que cambiaron la manera en que su cerebro funciona, incluso fuera de la meditación.
En un estudio realizado en 2007, Davidson comparó la capacidad de atención de meditadores novatos y expertos en la tradición budista tibetana. A los participantes en ambos grupos, se les pidió que practicaran la meditación centrando la atención en un punto fijo en una pantalla, mientras que investigadores realizaban escaneos del cerebro.
Para desafiar las habilidades de atención de los participantes, los científicos interrumpieron las meditaciones con sonidos de distracción. Tanto los meditadores experimentados y novatos activaban una red de regiones relacionadas con la atención del cerebro, durante la meditación. Sin embargo, los meditadores experimentados mostraban una mayor activación en algunas de esas regiones.
Los meditadores inexpertos, por su parte, mostraron una mayor activación en regiones del cerebro que han demostrado una correlación negativa con mantener la atención. Los meditadores experimentados, fueron más capaces de activar sus redes de atención para mantener la concentración en el punto. Cambiaron sus cerebros.
Los escaneos, mostraron también que los meditadores experimentados, tuvieron una respuesta menos nerviosa a los ruidos que interrumpieron la meditación.
Un líder religioso, el Dalai Lama ha dicho que apoya la neurociencia contemplativa, a pesar de que los científicos están desnudando la meditación de sus raíces budistas, tratándolo como un mero ejercicio mental que cualquier persona más o menos puede hacer.
Este no es un proyecto acerca de la religión. La meditación es la actividad mental, que puede ser practicada por cualquier persona que quiera mejorar su respuesta al estrés.
La meditación podría cambiar el cerebro
¿Las personas podemos fortalecer los circuitos cerebrales asociados con la felicidad y el comportamiento positivo, al igual que somos capaces de fortalecer los músculos con el ejercicio? Richard Davidson, que durante décadas ha practicado meditación al estilo budistas, una forma de ejercicio mental, insiste en que podemos. Un psicólogo entrenado en la Universidad de Wisconsin, Madison, se ha convertido en el líder de un campo relativamente nuevo llamado neurociencia contemplativa.
En la última década, Davidson y sus colegas han presentado pruebas científicas de la teoría de que la meditación, cambia permanentemente el cerebro para mejor. ‘Todos sabemos que si se involucra en ciertos tipos de ejercicio, de forma regular puede fortalecer determinados grupos musculares de forma previsible, ’ dice Davidson en su oficina en la Universidad de Wisconsin, donde su equipo de investigación ha recibido a decenas de monjes budistas y meditadores, para realizarles escaneos cerebrales.
‘El fortalecimiento de los sistemas neuronales no es fundamentalmente diferente’, dice. ‘Se trata básicamente de la sustitución de ciertos hábitos de la mente, con otros hábitos.’ Los neurocientíficos contemplativos dicen que, hacer un hábito de la meditación puede fortalecer los circuitos cerebrales responsables de mantener la concentración y de generar empatía.
Un estudio reciente realizado por el equipo de Davidson encontró que los meditadores estimulan su sistema límbico, red emocional del cerebro, durante la práctica de la meditación de la compasión, una antigua práctica budista tibetana. Esto no es sorpresa, dado que la meditación de la compasión, tiene como objetivo producir un determinado estado emocional de empatía intensa, a veces llamamos ‘misericordia’.
Pero el estudio también encontró que los meditadores expertos, los monjes con más de 10.000 horas de práctica, mostraron una activación significativamente mayor de sus sistemas límbicos. Los monjes, parecían haber cambiado para siempre sus cerebros, para ser más empático.
Un estudio anterior, realizado por algunos de los mismos investigadores, encontraron que los meditadores experimentados tuvieron cambios sostenidos en la función cerebral de base, lo que significa, que cambiaron la manera en que su cerebro funciona, incluso fuera de la meditación.
Más sobre
Pero la mayoría de las investigaciones del cerebro,
alrededor de la meditación, es aún preliminar y a la espera de ser
corroborado por otros científicos. Los beneficios psicológicos de la
meditación y su uso en tratamientos para afecciones tan diversas como la
depresión y el dolor crónico, son más ampliamente reconocidos.En un estudio realizado en 2007, Davidson comparó la capacidad de atención de meditadores novatos y expertos en la tradición budista tibetana. A los participantes en ambos grupos, se les pidió que practicaran la meditación centrando la atención en un punto fijo en una pantalla, mientras que investigadores realizaban escaneos del cerebro.
Para desafiar las habilidades de atención de los participantes, los científicos interrumpieron las meditaciones con sonidos de distracción. Tanto los meditadores experimentados y novatos activaban una red de regiones relacionadas con la atención del cerebro, durante la meditación. Sin embargo, los meditadores experimentados mostraban una mayor activación en algunas de esas regiones.
Los meditadores inexpertos, por su parte, mostraron una mayor activación en regiones del cerebro que han demostrado una correlación negativa con mantener la atención. Los meditadores experimentados, fueron más capaces de activar sus redes de atención para mantener la concentración en el punto. Cambiaron sus cerebros.
Los escaneos, mostraron también que los meditadores experimentados, tuvieron una respuesta menos nerviosa a los ruidos que interrumpieron la meditación.
Un líder religioso, el Dalai Lama ha dicho que apoya la neurociencia contemplativa, a pesar de que los científicos están desnudando la meditación de sus raíces budistas, tratándolo como un mero ejercicio mental que cualquier persona más o menos puede hacer.
Este no es un proyecto acerca de la religión. La meditación es la actividad mental, que puede ser practicada por cualquier persona que quiera mejorar su respuesta al estrés.
Reflexiones para el último día del año...
http://patriciadellagiovampaola.blogspot.com/2011/12/reflexiones-para-el-ultimo-dia-de-el.html
Unas horas antes de que los grandes festejos empiecen, unos consejos muy particulares y míos...
Para no encontrarse mañana en un estado calamitoso, sepan a qué decirle no esta noche.
- No a demasiada comida.
- No al alcohol.
- No a las drogas.
- No al sexo fácil y sin protección.
- No a tener que divertirse a la fuerza y a cualquier precio.
- No a correr con el auto o con la moto.
- No a acostarse tarde.
Empiecen el 2012 frescos y descansados, cuando todos los demas van a estar destruidos.
Sean snobs: coman una sopa y váyanse a dormir temprano.
Y mañana no dejen de hacer deportes, mientras los otros no sabrán ni cómo se llaman...
Estén preparados para entrar con el pie derecho en un maravilloso 2012...
Se los deseo.
viernes, 30 de diciembre de 2011
¿Protagonista o espectador?
http://www.tendencias21.net/branding/Protagonista-o-espectador_a42.html
Con este último post me despido de este año de "revoluciones". En este 2011, hemos hablado, oído y leído sobre la necesidad imperiosa de animarse a crear un nuevo futuro y sobre la relevancia que tiene experimentar, hemos aprendido a probar para aprender, a no ser miedosos, a recuperar el pensamiento lateral y la capacidad de asombro. Sin embargo, próximos a fin de año, pocas marcas han conseguido llevarlo a la práctica.
Las empresas capaces de generar oportunidades están habituadas a
vivir en la incomodidad, a salir de la zona de confort. Están
habituadas a colaborar y a relacionarse dentro de su ecosistema. Dejan
de lado el egoísmo, tan del siglo pasado, para colaborar y abrirse al
mundo.
La creatividad es buena para la salud de las organizaciones y vital para superar las crisis. Tenemos que aplicar técnicas y metodologías que nos ayuden a formar entornos creativos. Aprender a innovar con nuestros usuarios. Dar un paso adelante. No hablando del futuro sino creándolo.
¿Cuáles son los aceleradores de los cambios masivos, las tendencias que se observan y que van a marcar el futuro de la sociedad y su forma de pensar y vivir?
Los cambios están afectando positivamente a la relación marca-consumidor/cliente/audiencia/seguidor. Estamos evolucionando hacia el branding emocional. Ya no basta con mostrar, con comunicar, con estar. Se debe enamorar, seducir, conectar, interactuar. Se profundizan las diferencias entre los conceptos tradicionales de reconocimiento de marca y la dimensión sensorial que una marca debe expresar para ser deseada.
La sociedad atraviesa una época de cambios en sus hábitos y costumbres y se empieza a vislumbrar el nacimiento de un nuevo paradigma social.
Un nuevo paradigma exige nuevas preguntas y nuevas respuestas. Tenemos que comprender el mundo en que vivimos y hacia dónde vamos y, en especial, la orientación de la sociedad actual en tránsito desde una sociedad industrial a otra del conocimiento. Una de las causas de esta nueva realidad es la tecnología de la información, que nunca terminará de provocarnos, y que nos obliga, una vez más, a no quedarnos quietos ni un momento.
En la actualidad, el conocimiento que hemos adquirido ya no es garantía de nuestro futuro. Sólo es el reflejo de nuestra experiencia y nuestro acierto en el pasado. No alcanza con adaptarnos a una época de cambios porque ahora nuestro tiempo nos enfrenta a un cambio de época. Una nueva era.
La tecnología de las redes sociales, el espíritu de participación desinteresada, la conectividad, el tiempo real o la transparencia están acelerando la transformación del mundo. Y corremos el riesgo, como no nos demos prisa, de quedarnos afuera.
La actualización de conceptos y la adecuación a los nuevos tiempos debe considerarse primordial. El mundo es una masa orgánica, viva y en constante movimiento.
¿Esta nueva sociedad del conocimiento es pasajera? ¿Qué cosas concretas indican la magnitud de los cambios? ¿Se puede evolucionar al ritmo que exige el mercado? ¿Se pueden recrear las reglas del juego? ¿Qué ofrece la tecnología de la información? ¿Cómo se puede lograr humanizar una organización al ritmo infernal que avanza la tecnología?
A lo mejor lo destacable es que por encima de todas las cosas, hay una faceta de cada individuo que debe potenciarse: la actitud. Nunca hay que olvidar de lo que somos capaces de lograr si nuestro entusiasmo no tiene límites.
En definitiva, habiendo tantas nuevas preguntas, me quedo con una: ¿Queremos ser protagonistas o espectadores de esta nueva época?
La creatividad es buena para la salud de las organizaciones y vital para superar las crisis. Tenemos que aplicar técnicas y metodologías que nos ayuden a formar entornos creativos. Aprender a innovar con nuestros usuarios. Dar un paso adelante. No hablando del futuro sino creándolo.
¿Cuáles son los aceleradores de los cambios masivos, las tendencias que se observan y que van a marcar el futuro de la sociedad y su forma de pensar y vivir?
Los cambios están afectando positivamente a la relación marca-consumidor/cliente/audiencia/seguidor. Estamos evolucionando hacia el branding emocional. Ya no basta con mostrar, con comunicar, con estar. Se debe enamorar, seducir, conectar, interactuar. Se profundizan las diferencias entre los conceptos tradicionales de reconocimiento de marca y la dimensión sensorial que una marca debe expresar para ser deseada.
La sociedad atraviesa una época de cambios en sus hábitos y costumbres y se empieza a vislumbrar el nacimiento de un nuevo paradigma social.
Un nuevo paradigma exige nuevas preguntas y nuevas respuestas. Tenemos que comprender el mundo en que vivimos y hacia dónde vamos y, en especial, la orientación de la sociedad actual en tránsito desde una sociedad industrial a otra del conocimiento. Una de las causas de esta nueva realidad es la tecnología de la información, que nunca terminará de provocarnos, y que nos obliga, una vez más, a no quedarnos quietos ni un momento.
En la actualidad, el conocimiento que hemos adquirido ya no es garantía de nuestro futuro. Sólo es el reflejo de nuestra experiencia y nuestro acierto en el pasado. No alcanza con adaptarnos a una época de cambios porque ahora nuestro tiempo nos enfrenta a un cambio de época. Una nueva era.
La tecnología de las redes sociales, el espíritu de participación desinteresada, la conectividad, el tiempo real o la transparencia están acelerando la transformación del mundo. Y corremos el riesgo, como no nos demos prisa, de quedarnos afuera.
La actualización de conceptos y la adecuación a los nuevos tiempos debe considerarse primordial. El mundo es una masa orgánica, viva y en constante movimiento.
¿Esta nueva sociedad del conocimiento es pasajera? ¿Qué cosas concretas indican la magnitud de los cambios? ¿Se puede evolucionar al ritmo que exige el mercado? ¿Se pueden recrear las reglas del juego? ¿Qué ofrece la tecnología de la información? ¿Cómo se puede lograr humanizar una organización al ritmo infernal que avanza la tecnología?
A lo mejor lo destacable es que por encima de todas las cosas, hay una faceta de cada individuo que debe potenciarse: la actitud. Nunca hay que olvidar de lo que somos capaces de lograr si nuestro entusiasmo no tiene límites.
En definitiva, habiendo tantas nuevas preguntas, me quedo con una: ¿Queremos ser protagonistas o espectadores de esta nueva época?
Andy Stalman
El futuro esta cerca
http://pablo.salomon.name/2011/12/el-futuro-esta-cerca-mi-presentacion-en-pecha-kucha.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+PabloSalomon+%28Pablo+%40+Singularity+University%29
El futuro esta cerca - Mi presentacion en Pecha Kucha
Cuando
volvi de Singularity University y me pidieron en varios lugares que
hablara sobre mi experiencia, prepare una presentacion de 30-40 minutos a
la que llame "El futuro esta cerca"
Cuando en Pecha Kucha me pidieron que la hiciera en formato 20 slides x 20 segundos fijos cada uno, fue todo un desafio.
Los invito a ver esta presentacion:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=MQvOKZc0l80#!
Cuando en Pecha Kucha me pidieron que la hiciera en formato 20 slides x 20 segundos fijos cada uno, fue todo un desafio.
Los invito a ver esta presentacion:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=MQvOKZc0l80#!
jueves, 29 de diciembre de 2011
Disfruta lo que Tienes
http://preparemonosparaelcambio.blogspot.com/2011/12/disfruta-lo-que-tienes.html
Disfruta el sol y su calor, al igual que la lluvia que hace crecer el planeta.
Disfruta de tu vida cuando no haya problemas, al igual que de los problemas que te enseñan a apreciar los momentos de paz.
Disfruta la quietud del mar y disfruta de la tempestad, pues sólo aquel que ha vivido la tormenta puede apreciar la quietud.
Disfruta de tus amigos y disfruta de quienes no lo son, te enseñan a valorar y cuidar los que tienes.
Disfruta de tu salud pues es un regalo de Dios y disfruta de la enfermedad pues te hace valorar la salud.
Disfruta de tu trabajo, miles no lo tienen y se mueren de hambre.
Cada día es un regalo precioso, con
cosas que nos agradan o no, la clave de la felicidad es contrastar los
malos momentos, que son minoría, con los maravillosos momentos que vives
cada día.
La próxima vez, no pienses en lo malo,
sino en lo bueno que mayormente tienes en tu vida y que gracias a ese
momento no tan agradable apreciarás.
Índice Sistémico Prodem
Por largos años hemos planteado
la necesidad de abordar el estudio del emprendimiento y de los
emprendedores desde una perspectiva sistémica. Ahora postulamos un nuevo
indicador, que permite comparar las condiciones para el emprendimiento
existentes en los países de América Latina con los desarrollados. Aquí,
los primeros avances.
Por Hugo Kantis
En el marco de los estudios solicitados
por el Banco Interamericano de Desarrollo, hemos venido planteando que
se requería comprender la especificidad de nuestros contextos para poder
construir políticas y programas de calidad. ¿Por qué? Porque la
literatura se basaba fundamentalmente en lo que ocurría en el mundo
anglo-sajón. Los estudios comparados con el Este de Asia y el Sur de
Europa, que hicimos con el BID, nos dieron la razón, y confirmaron la
existencia de fuertes contrastes entre la realidad de los emprendedores
en contextos tan disímiles.
Sobre la base de estos antecedentes, y
apoyados en el enfoque del Sistema de Desarrollo Emprendedor que
proponemos desde el Prodem elaboramos un nuevo índice, el Índice
Sistémico Prodem (ISI Prodem), que permite conocer las condiciones para
el emprendimiento en los países de América Latina y compararlas con
otros países del mundo desarrollado. Esta nueva herramienta se basa en
la combinación de distintas variables que informan sobre el estado de
los factores sistémicos clave para el desarrollo emprendedor. (Para
mayor información sobre el Sistema de Desarrollo Emprendedor puede
consultarse aquí).
El siguiente esquema nos brinda una mirada panorámica sobre los factores considerados.[1]
El gráfico siguiente presenta de manera sencilla y elocuente el Índice Sistémico. Los resultados son contundentes:
- La brecha entre el índice de
condiciones sistémicas promedio calculado para los países de la
región (AL) y el de los países desarrollados (PD) es de casi el
doble (61,8 sobre 100 versus 34,3).
- Los top 3 de la región son
Chile, Argentina y Brasil, cuyo promedio integrado es, sin embargo,
mucho menor al de los países desarrollados (50% inferior).
- Los países con posiciones más
desventajosas de América Latina son Bolivia y Ecuador, y Grecia y
España entre los PD.
- Los países escandinavos encabezan, en el otro extremo, el ranking de condiciones sistémicas.
(*) El valor del coeficiente de correlación de Pearson tiene un nivel de significación > 0.001 en ambos casos.
Referencias: Argentina (Ar); Bolivia (Bol); Brasil (Br); Colombia (Col); Costa Rica (CR); Ecuador (Ec); México (Mex); Panamá (Pan); Perú (Pe); Uruguay (Uru); Venezuela (Ven); Corea (Co); Dinamarca (Din); España (Es); Estados Unidos (EU); Finlandia (Fin); Francia (Fr); Grecia (Gr); Irlanda (Ir); Israel (Isr); Italia (It); Japón (Jp); Noruega (Nor); Países Bajos (PB); Reino Unido (RU); Suecia (Sue)
ISI-Prodem y PBI per cápita, alta correlación
Es muy interesante notar la relación que
existe entre nuestro índice de condiciones sistémicas para el
emprendimiento y el PBI per cápita, con una altísima correspondencia.
Así, los países más desarrollados tienen, claramente, condiciones para
el emprendimiento muy superiores.
El gráfico siguiente permite apreciar su
vinculación con el índice de nuevas empresas del Banco Mundial,
confirmando la relevancia del índice como herramienta para analizar y
diagnosticar las condiciones sistémicas existentes en nuestros países y
compararlas con las existentes en países más desarrollados.
(*) El valor del coeficiente de correlación de Pearson tiene un nivel de significación > 0.001 en ambos casos.
Referencias: Argentina (Ar); Bolivia (Bol); Brasil (Br); Colombia (Col); Costa Rica (CR); Ecuador (Ec); México (Mex); Panamá (Pan); Perú (Pe); Uruguay (Uru); Venezuela (Ven); Corea (Co); Dinamarca (Din); España (Es); Estados Unidos (EU); Finlandia (Fin); Francia (Fr); Grecia (Gr); Irlanda (Ir); Israel (Isr); Italia (It); Japón (Jp); Noruega (Nor); Países Bajos (PB); Reino Unido (RU); Suecia (Sue)
En próximos números de nuestra
newsletter seguiremos comentando nuevos resultados, para avanzar en la
comprensión de nuestras realidades emprendedoras.
[1] De todos los factores
incluidos en el enfoque de Sistema de Desarrollo Emprendedor, sólo hemos
dejado a un lado, por el momento, a las políticas de desarrollo
emprendedor. Ello se debe a que la información disponible no nos permite
construir una variable completamente confiable para ser incluida en el
índice. Sin embargo, se están realizando algunos intentos, cuyo
resultado final se conocerá más adelante.
About Prodem
Programa de Desarrollo Emprendedor de la Universidad Nacional de General Sarmiento
This entry was posted in Newsletter 12 - Noviembre/ Diciembre 2011, Producción propia. Bookmark the permalink.
Doce deseos para el año 2012
1.
Que nos ocupemos
mucho más del futuro y mucho menos del pasado.
2.
Que definamos una
idea clara de lo que queremos lograr y la convirtamos en realidad día a día.
3.
Que hablemos más
sobre posibilidades y menos sobre problemas.
4.
Que actuemos más
y hablemos menos.
5.
Que todos los
días hagamos algo mejor que el día anterior por pequeño que sea.
6.
Que copiemos los
buenos ejemplos vengan de dónde vengan.
7.
Que cometamos
nuevos errores y dejando atrás los que ya conocemos.
8.
Que le tengamos
más miedo al estancamiento que al fracaso.
9.
Que formemos
parte de un equipo ganador, sea en el lugar que sea.
10.
Que nos hagamos
más responsables de nuestros actos y culpemos menos a los demás.
11.
Que dediquemos
toda nuestra energía a hacer que las cosas ocurran y menos a dar explicaciones
porqué fracasan.
12.
Que trabajemos en
lo que más nos gusta hacer y mejor hacemos.
Xn BLOG
El síndrome de Alicia
http://www.territoriocreativo.es/etc/2011/12/el-sindrome-de-alicia.html
Pero como Alicia, una vez tomada la decisión muchas empresas o marcas se encuentran con la tesitura de no saber dónde dirigirse, sin una visión clara, sin una misión o propósito, hacen bueno el dicho del gato y andan sin rumbo intentando llegar a ninguna parte.
Dejadme preguntaros algo. Cuando vemos un edificio increíblemente bien construido y pensamos en el arquitecto de la obra, ¿solemos pensar en su destreza en el uso del software como el principal responsable del resultado? ¿Acaso pensamos que los ingenieros son lo que son y hacen lo que hacen exclusivamente por el conocimiento exhaustivo de las herramientas que utilizan? ¿No, verdad? Asumimos que un arquitecto, antes que nada, es eso mismo (un arquitecto) con unos conocimientos avanzados en física, diseño, química, mecánica, materiales… que sabe y utiliza en su beneficio todas las posibles herramientas y avances a su alcance para intentar hacer lo que Arquitectos durante siglos han intentado hacer (construir magníficos edificios).
En nuestro caso ocurre algo similar, los profesionales que dedicamos nuestros esfuerzos en desarrollar y comprender los entresijos de este ámbito, sabemos que los medios sociales son una increíble herramienta, pero que no ayuda más que a construir y alcanzar los mismos objetivos que durante muchos años han estado relacionados con los departamentos de marketing, comunicación y relaciones públicas y que no es otra cosa que crear compromiso y valor entre una marca y sus posibles clientes.
Los medios sociales son, quizás, unas de las mejores herramientas que nunca hemos tenido los profesionales del marketing para poder conseguir tender el puente que unan a las marcas y sus clientes, pero esto tan solo es posible mediante estrategias que permitan contestar las mismas preguntas que desde siempre las empresas se han estado haciendo.
Volver “social” a nuestras empresas es de vital importancia, pero tan perjudicial (sino más) es hacerlo mal que no hacerlo. Hay que tener en cuenta el enorme altavoz amplificado que son las redes, y que una falta de estrategia puede levantarnos un día con un enorme problema de reputación en las redes . Que se lo pregunten, por poner algún ejemplo, a Kit-Kat, Fanta, Gap, o Nikon.
Salir ahí afuera, empezar a abrir cuentas y empezar a dinamizar sin una estrategia previa, una definición de objetivos y pautas que definan las diferentes comunicaciones, según qué casos, es poco menos que el suicidio “de nuestras marcas”, en un ámbito donde los errores se pagan caro, muy caro. En definitiva, todos los procesos necesitan contestar las tres sencillas preguntas de cualquier estrategia: ¿Dónde estoy? ¿A dónde quiero llegar? ¿Y qué voy a hacer para conseguirlo?
No queda mucho tiempo en que lo “social” carezca de sentido como adjetivo, ya que todos seremos “sociales” y tendremos (queramos o no) presencia, y esta por sí mismo no marcará ninguna diferencia con el resto. En ese preciso instante, solo sobrevivirá quien haya entendido las viejas reglas desde el principio, generando lo verdaderamente importante: vinculación entre consumidores y marcas. Nosotros le llamamos Social Customer Engagement. O en otras palabras, el antídoto al síndrome de Alicia.
¿Están tus marcas, productos y servicios preparados para el reto?
Publicado por Jorge Molinera
“¿Me podrías indicar hacia donde tengo que ir desde aquí?” pregunta Alicia.”Eso depende de adónde quieras llegar” responde el gato. “A mí no me importa demasiado a dónde”-“ En ese caso, da igual hacia donde vayas”-“Siempre que llegue a alguna parte”-“¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte, si caminas lo bastante”Atrás quedan los años donde los medios sociales era un coto privado para los innovadores y primeros adoptantes. Las empresas, sean del ámbito que sean, han visto poco a poco cómo los medios sociales han ido acaparando protagonismo hasta convertirse imperativo el estar dentro “de este país de las maravillas”. Nadie quiere quedarse fuera. Y con razón.
Lewis Carroll. “Alicia en el país de las maravillas”
Pero como Alicia, una vez tomada la decisión muchas empresas o marcas se encuentran con la tesitura de no saber dónde dirigirse, sin una visión clara, sin una misión o propósito, hacen bueno el dicho del gato y andan sin rumbo intentando llegar a ninguna parte.
Social Media, ese ¿nuevo? medio
Quitemos el velo al asunto. Que Social Media es un medio relativamente nuevo, con normas de conducta, tecnologías y comportamientos propios es totalmente cierto. Pero es un terrible error pensar que, en sí mismo es una respuesta, una solución “a nuestros problemas” y que simplemente “estando aquí” nadando en cualquier dirección, es suficiente.Dejadme preguntaros algo. Cuando vemos un edificio increíblemente bien construido y pensamos en el arquitecto de la obra, ¿solemos pensar en su destreza en el uso del software como el principal responsable del resultado? ¿Acaso pensamos que los ingenieros son lo que son y hacen lo que hacen exclusivamente por el conocimiento exhaustivo de las herramientas que utilizan? ¿No, verdad? Asumimos que un arquitecto, antes que nada, es eso mismo (un arquitecto) con unos conocimientos avanzados en física, diseño, química, mecánica, materiales… que sabe y utiliza en su beneficio todas las posibles herramientas y avances a su alcance para intentar hacer lo que Arquitectos durante siglos han intentado hacer (construir magníficos edificios).
En nuestro caso ocurre algo similar, los profesionales que dedicamos nuestros esfuerzos en desarrollar y comprender los entresijos de este ámbito, sabemos que los medios sociales son una increíble herramienta, pero que no ayuda más que a construir y alcanzar los mismos objetivos que durante muchos años han estado relacionados con los departamentos de marketing, comunicación y relaciones públicas y que no es otra cosa que crear compromiso y valor entre una marca y sus posibles clientes.
Los medios sociales son, quizás, unas de las mejores herramientas que nunca hemos tenido los profesionales del marketing para poder conseguir tender el puente que unan a las marcas y sus clientes, pero esto tan solo es posible mediante estrategias que permitan contestar las mismas preguntas que desde siempre las empresas se han estado haciendo.
- ¿Dónde estan las personas que pueden interesarse en mis productos y servicios?
- ¿Qué desean?
- ¿Qué necesitan?
- ¿Cómo puedo crear lazos de confianza?
- ¿Cómo puedo fidelizarles?… etc.
Volver “social” a nuestras empresas es de vital importancia, pero tan perjudicial (sino más) es hacerlo mal que no hacerlo. Hay que tener en cuenta el enorme altavoz amplificado que son las redes, y que una falta de estrategia puede levantarnos un día con un enorme problema de reputación en las redes . Que se lo pregunten, por poner algún ejemplo, a Kit-Kat, Fanta, Gap, o Nikon.
Salir ahí afuera, empezar a abrir cuentas y empezar a dinamizar sin una estrategia previa, una definición de objetivos y pautas que definan las diferentes comunicaciones, según qué casos, es poco menos que el suicidio “de nuestras marcas”, en un ámbito donde los errores se pagan caro, muy caro. En definitiva, todos los procesos necesitan contestar las tres sencillas preguntas de cualquier estrategia: ¿Dónde estoy? ¿A dónde quiero llegar? ¿Y qué voy a hacer para conseguirlo?
No queda mucho tiempo en que lo “social” carezca de sentido como adjetivo, ya que todos seremos “sociales” y tendremos (queramos o no) presencia, y esta por sí mismo no marcará ninguna diferencia con el resto. En ese preciso instante, solo sobrevivirá quien haya entendido las viejas reglas desde el principio, generando lo verdaderamente importante: vinculación entre consumidores y marcas. Nosotros le llamamos Social Customer Engagement. O en otras palabras, el antídoto al síndrome de Alicia.
¿Están tus marcas, productos y servicios preparados para el reto?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)