viernes, 30 de diciembre de 2011

¿Protagonista o espectador?

http://www.tendencias21.net/branding/Protagonista-o-espectador_a42.html

Con este último post me despido de este año de "revoluciones". En este 2011, hemos hablado, oído y leído sobre la necesidad imperiosa de animarse a crear un nuevo futuro y sobre la relevancia que tiene experimentar, hemos aprendido a probar para aprender, a no ser miedosos, a recuperar el pensamiento lateral y la capacidad de asombro. Sin embargo, próximos a fin de año, pocas marcas han conseguido llevarlo a la práctica.


Las empresas capaces de generar oportunidades están habituadas a vivir en la incomodidad, a salir de la zona de confort. Están habituadas a colaborar y a relacionarse dentro de su ecosistema. Dejan de lado el egoísmo, tan del siglo pasado, para colaborar y abrirse al mundo.

La creatividad es buena para la salud de las organizaciones y vital para superar las crisis. Tenemos que aplicar técnicas y metodologías que nos ayuden a formar entornos creativos. Aprender a innovar con nuestros usuarios. Dar un paso adelante. No hablando del futuro sino creándolo.

¿Cuáles son los aceleradores de los cambios masivos, las tendencias que se observan y que van a marcar el futuro de la sociedad y su forma de pensar y vivir?

Los cambios están afectando positivamente a la relación marca-consumidor/cliente/audiencia/seguidor. Estamos evolucionando hacia el branding emocional. Ya no basta con mostrar, con comunicar, con estar. Se debe enamorar, seducir, conectar, interactuar. Se profundizan las diferencias entre los conceptos tradicionales de reconocimiento de marca y la dimensión sensorial que una marca debe expresar para ser deseada.

La sociedad atraviesa una época de cambios en sus hábitos y costumbres y se empieza a vislumbrar el nacimiento de un nuevo paradigma social.

Un nuevo paradigma exige nuevas preguntas y nuevas respuestas. Tenemos que comprender el mundo en que vivimos y hacia dónde vamos y, en especial, la orientación de la sociedad actual en tránsito desde una sociedad industrial a otra del conocimiento. Una de las causas de esta nueva realidad es la tecnología de la información, que nunca terminará de provocarnos, y que nos obliga, una vez más, a no quedarnos quietos ni un momento.

En la actualidad, el conocimiento que hemos adquirido ya no es garantía de nuestro futuro. Sólo es el reflejo de nuestra experiencia y nuestro acierto en el pasado. No alcanza con adaptarnos a una época de cambios porque ahora nuestro tiempo nos enfrenta a un cambio de época. Una nueva era.

La tecnología de las redes sociales, el espíritu de participación desinteresada, la conectividad, el tiempo real o la transparencia están acelerando la transformación del mundo. Y corremos el riesgo, como no nos demos prisa, de quedarnos afuera.

La actualización de conceptos y la adecuación a los nuevos tiempos debe considerarse primordial. El mundo es una masa orgánica, viva y en constante movimiento.

¿Esta nueva sociedad del conocimiento es pasajera? ¿Qué cosas concretas indican la magnitud de los cambios? ¿Se puede evolucionar al ritmo que exige el mercado? ¿Se pueden recrear las reglas del juego? ¿Qué ofrece la tecnología de la información? ¿Cómo se puede lograr humanizar una organización al ritmo infernal que avanza la tecnología?

A lo mejor lo destacable es que por encima de todas las cosas, hay una faceta de cada individuo que debe potenciarse: la actitud. Nunca hay que olvidar de lo que somos capaces de lograr si nuestro entusiasmo no tiene límites.

En definitiva, habiendo tantas nuevas preguntas, me quedo con una: ¿Queremos ser protagonistas o espectadores de esta nueva época?

Andy Stalman

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