Cualquier camino surcado en busca de la consecución de un objetivo, suele estar trufado de baches, curvas, dificultades y algún guardia civil con mala uva. En el caso del universo emprendedor, estas dificultades se materializan en forma de falta de ayudas y apoyos, soledad, riesgo y muchas horas sin dormir. Iniciador presentó ayer el Observatorio de Clima Emprendedor 2011, una encuesta en la que los propios emprendedores describen la situación de su día a día.
En La Soledad del Corredor de Fondo, el clásico literario de la década de los 60, su protagonista Colin Smith, acaba analizando su vida pasa y dándose cuenta de que, a pesar de estar recluido en una prisión, de que vive una situación privilegiada. El retrato del emprendedor en España guarda ciertas similitudes con la historia de Alan Sillitoe. Son los propios fundadores de empresas los que, a pesar de la soledad, la inseguridad, la incertidumbre, la frustración y el estrés, se consideran privilegiados por poder disfrutar de la libertad y la independencia de ser sus propios jefes pero, sobre todo, de la satisfacción de poder tener la oportunidad de sacar adelante sus propias pasiones. Así lo refleja el estudio presentado por Iniciador, la comunidad de emprendedores que, sin ánimo de lucro, ofrece asesoramiento y apoyo a quien se lanza a fundar su propia compañía. “Estas motivaciones son las que te hacen resistir cuando vienen mal dadas”, comentó Lucas Rodríguez, uno de los fundadores de la comunidad.
La presentación del estudio forma parte de una iniciativa para crear un escenario adecuado para que cada vez más personas se decidan a crear un proyecto por su cuenta. Como explicó Ángel María Herrera, otro de los creadores de estos encuentros mensuales, “en España no existe un ecosistema para el emprendimiento. En Iniciador queremos que los asistentes aprendan de la experiencia de otros. hay que rodearse de gente que sabe más que uno mismo”.
Los resultados de la encuesta, realizada a más de 400 personas, pueden consultarse con detalle en la siguiente presentación.
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