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eetSiempre
me han gustado las metáforas: ponen en marcha procesos sutiles que
burlan barreras psicológicas, acceden al inconsciente y finalmente hacen
ascender un nuevo nivel de conciencia o una nueva perspectiva a la
mente consciente. Las metáforas hacen fácil lo difícil.
Vivimos tiempos en los que casi todo corre el riesgo de trivializarse y
de ser despojado de sus valores menos aparentes. El "coaching" no es una
excepción... y algunos se dedican a la búsqueda y captura de los falsos coaches mientras otros pretenden erigirse en los representantes únicos del buen hacer.
Hace algún tiempo descubrí una metáfora que me parece refleja muy bien
lo esencial del coaching. Recientemente, y gracias a este "elogio a la paciencia" de Amalio Rey he descubierto otra. Son dos metáforas que -cómo no- tienen que ver con el cultivo... y las comparto aquí abajo para que las puedas disfrutar:
La metáfora de la bellota
"Somos similares a una bellota, que contiene en su interior todo el
potencial para convertirse en un majestuoso roble. (...) Los brotes de
roble que crecen a partir de las bellotas en la naturaleza desarrollan
rápidamente una raíz fina como un cabello que se encarga de ir en busca
de agua. Dicha raíz puede alcanzar hasta un metro de longitud mientras
el brote apenas supera los 30 centímetros. Cuando se cultivan
comercialmente en un vivero, la raíz principal se suele enroscar en la
base de la maceta y se rompe al trasplantar el brote, comprometiendo
seriamente el desarrollo de éste en tanto no crezca una nueva raíz. La
raíz no ha sido protegida el tiempo suficiente y la mayoría de los
criadores ni siquiera se percatan de su existencia o finalidad.
El jardinero experimentado, cuando trasplante un brote, desenrollará la
tierna raíz, sujetará su punta y la enterrará cuán larga es en la tierra
manteniéndola en posición vertical con ayuda de una varilla metálica.
El poco tiempo invertido en este proceso en las etapas iniciales de la
vida del árbol asegura su supervivencia y le permitirá desarrollarse más
deprisa y hacerse más fuerte que sus hermanos criados con criterios
comerciales. Los líderes empresariales experimentados utilizan el
coaching imitando al buen jardinero."
(John Whitmore, en "Coaching: el método para mejorar el rendimiento de las personas",Ed. Paidós Empresa, p.21)
La metáfora del bambú japonés.
La puedes disfrutar aquí.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
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