“El cielo azul es una Aurora permanente” (Friedrich Nietzsche).
“El azul es algo elemental, general, fresco y puro, anterior a la palabra” (Paul Claudel).
Sinopsis:
La imaginación no sólo es la facultad de formar imágenes, sino de transformarlas en una movilidad constante. “Si no hay cambio de imágenes -escribe el autor-, unión inesperada de imágenes, no hay imaginación”.
Desde la psicología y la filosofía Bachelard
aborda ese problema con el fin de descubrir cómo el poeta une el
dinamismo psíquico y la reflexión filosófica en la imagen poética. La
poesía, cree Bachelard, no es simplemente lo que sus palabras describen
ni lo que evocan ni lo que afirman; por debajo del verso y de su
significado, prevalece el silencio que es un pensamiento oculto,
secreto, aflorado desde sus raíces hundidas en el sueño.
Reseña Aquileana:
La primer parte del texto de Bachelard tiende a buscar los puntos de contacto entre Imaginación y Dialéctica de la Movilidad.
Sostiene que la movilidad de las imagenes es lo que funda su revelación
como devenir inmediato de la Psique humana. En esta experiencia
psiquíca, la imaginación es la expresión de un viaje de trayecto
contínuo de lo real a lo Imaginario. Viaje que se entiende como
trasposición evasiva de la palabra profética en una palabra nueva,
revelada que “funda un psiquismo activo proyectando su ser en un más allá psicológico-imaginario” (IBD.
Bachelard). La particularidad de la imaginación espacial aérea es que
prepara un tipo de trascendencia inaugural, que incluye la sublimación
discursiva en virtud de la cual “el ser que vuela sobrepasa la atmósfera en un absoluto que perfecciona su conciencia de Libertad” (IBD. Bachelard). En este itinerario de fuga ascendente, la palabra poética opera como un “don condutor”,
que al conjugarse con la imaginación vertical desmaterializa las
imágenes y las vuelve ambivalentes: reales (cristalización)/ e
imaginarias (evaporación).
El autor analiza desde el prisma del psiconálisis el “Sueño de Vuelo”.
El onirismo dinámico como lo llama también señala el carácter vectorial
del psiquismo. Al respecto, Bachelard establece una correlación directa
entre imaginación material y onirismo puro: “A mayor grado de liberación de la opresión de las formas, mayor pureza de la vida onírica”. A continuación ilustra valiéndose de la poesía ascendente de Rilke y de Shelley.
Con respecto a Mary Shelley, Bachelard enuncia rasgos propios de su experiencia onírica de vuelo y su consecuente “dinamismo levitante”. Ejemplos de lo anterior: La acción directa de los seres aéreos, el concepto de “impulso suspendido” y su famoso “Prometeo Liberado”,
que simboliza el levantamiento del hombre contra el Destino y los
Dioses. Bachelard concluye diciendo acerca de la poesía de Shelley: “La
correspondencia (de Shelley) es un sincronismo de todas las imágenes de
la ingravidez y de la imaginación dinámica, en virtud de la cual, las
cualidades se reúnen en razón de un “aligeramiento mutuo”.
En relación a la Poética de las Alas, Bachelard analiza en William Blake
el entrecruzamiento de la imaginación de las formas y de la imaginación
de las fuerzas; esto conlleva el surgimiento de poemas absolutos que
anudan a las palabras, una sublime materia imaginaria (“En Blake, la imaginación absoluta domina las fuerza, las formas… y legitima la explicación de lo real por lo imaginario”.
IBD. Bachelard). Como elementos específicos, señala el autor que el
vuelo representa en Blake la libertad del Mundo, en tanto que los
pájaros son símbolo del aire.
Hacia el final del libro, el autor le dedica gran parte del análisis a Nietzsche/poeta Filósofo
(‘Nietzsche y el Psiquimo ascensional’, ‘Nietzsche como poeta aéreo’,
‘Psicoanálisis de la gravedad en Nietzsche, según Desoilles’).
Bachelard señala que Nietzsche es un poeta
del aire frío. El aire nietzscheano es una extra- substancia que
representa la libertad. El aire es puro, el aire es frío, cualidad ésta
que representa la promesa de poder. La Voluntad de poder se
simboliza por una imagen de arrojamiento vertical, una apelación al
vuelo ascendente (“Arroja al abismo lo más pesado que tengas, si
quieres elevarte, si deseas encontrarte a gusto en estas alturas: arroja
al mar lo más pesado que tengas”. IBD Nietzsche. Op Bachelard).
El autor, a modo de epílogo, traza las líneas futuras del programa de una Metafísica Aérea
en pos del cambio íntimo del Ser, señalando la importancia de piezas
claves como: la duración que incluya el presente, el Cogito Ponderal,
el valor fundacional del vuelo en el realismo del devenir psíquico y la
Cinemática de la altura en tanto dinámica de la liberación.
En cuanto a la Poética Aérea,
Bachelard señala las características de la imagen literaria del aire. Se
trata de una realidad física con relieve psíquico, que se manifiesta
polisémicamente en su relación de correspondencia poética y que
auspicia una audición proyectante y polifónica activa
Opinión:
Un muy buen libro. Bachelard despliega las
múltiples posibilidades que suscita la imagen poética aérea y la
sublimación que proyecta consigo una imaginación vectorial e inaugural.
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Fuente: Bachelard, Gaston. El Aire y los Sueños. México D.F. FCE. 1980.
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