Notas tomadas en tres días de trabajo en el Seminario Universia con el Tec de Monterrey en Doral, Miami. Ideas y oportunidades sobre el desarrollo de modelos de innovación vinculados a la universidad, trabajando codo con codo con Manuel Fuertes de ISIS INNOVATION de la Oxford University y un magnífico grupo de directivos del Tec.
Algunas ideas para llevar:
1. La estrategia es lo que inspira nuestra gestión. Pero la estrategia no se concreta simplemente desde la planificación, si no también desde la innovación. Mientras la planificación despliega, la innovación explora. En aquellos ámbitos dónde es preciso regular un cambio externo acelerado con el cambio interno la innovación es un instrumento idóneo.
2. La innovación es una herramienta de diferenciación. La planificación estratégica llevó a universidades demasiado miméticas, la innovación es un esfuerzo por aportar valor diferencial a los usuarios y captar así la atención de éstos.
3. Un modelo de innovación es una forma de sistematizar la gestión de la innovación en la universidad. En función de cada cultura corporativa el modelo será más el del clásico Funnel o modelos más hibridados con el emprendimiento y la filosofía start-up. La universidad conoce bien el discurso de la innovación pero tiene le falta a menuda sistemática y sentido práctico.
4. La innovación funciona mejor enfocada. A partir de retos estratégicos de innovación, captar muchas ideas, filtrar unas cuantas oportunidades y de ellas seleccionar los proyectos que madurarán permite un proceso definido por una alta participación de la comunidad universitaria y muy orientado a resultados.
5. La innovación abierta no es solamente una oportunidad de atraer talento para la universidad en su proceso de captación de ideas y de oportunidades, es también una opción de transferencia inversa y de establecer alianzas con empresas y entidades sociales.
6. La innovación no funciona sin liderazgo innovador y una cultura corporativa abierta. Sin liderazgo no se toman riesgos serios y todo queda en innovación incremental, sin una cultura que conjugue la innovación en primera persona, el día a día se come a la innovación sin estridencias, suavemente e implacablemente. Meter a la innovación en la agenda diaria es el mejor indicador de una cultura corporativa de innovación.
7. Las universidades perciben como en ningún otro momento la amenaza de la disrupción. La aparición de fenómenos como los MOOC, las dinámicas de universidades corporativas, el agotamiento de algunos modelos de negocio tradicionales, la entrada con mucha fuerza de las universidades asiáticas, etc. Son síntomas que en otros sectores han precedido a procesos de disrupción importantes.
8. La universidad es un agente importante de los ecosistemas de innovación y emprendimiento. Cuando se aplica la innovación a sí misma mejora sus prestaciones y su legitimidad para aportar al resto de agentes del sistema de innovación. La relación universidad – empresa descansará cada vez sobre la innovación que sobre el I+D+i clásicos. Hay mucho que innovar también en esa relación. Esquemas como el que define la innovación abierta o dinámicas como las asociadas al método Lean Start – up pueden ofrecer muchas oportunidades a la universidad si sabe adaptarse a las nuevas lógicas de las empresas al innovar.
9. La universidad puede ejercer de hub de encuentro entre inversores y emprendedores que pivotan en la universidad para crear empresas de alto valor.
10. La universidad puede ser, no solamente una magnífica plataforma de emprendedores recién egresados, sino también de emprendedores mayores y de dinámicas de emprendimiento corporativo entre empresas consolidadas. Sin duda, para ello debe aportar además de apoyo académico un soporte operativo y de management con gran sentido práctico.
(la imagen es un detalle de una obra de Andrea Mantegna)
(la imagen es un detalle de una obra de Andrea Mantegna)
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