sábado, 28 de diciembre de 2013

Un espíritu, es una cosa?

http://www.matosas.com/competir_con_la_mente/2013/12/un-esp%C3%ADritu-es-una-cosa.html 

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¿Un espíritu, es una cosa?

No.
Una cosa es real por su acto de ser, que es un acto de ser "sencillo".
Un espíritu es real de modo distinto.
Su acto de ser no es sencillo.
Su acto de ser se convierte con su acto de conocer y, libremente, con su acto de amar.
La sustancia material (una "cosa") no ejerce jamás el conocimiento.
 Si los animales pueden conocer sensiblemente es porque poseen facultades inmateriales (en soporte material).
El actus essendi y el actus cognoscendi son distintos, aunque Dios los confiera a la criatura en estricta propiedad privada, en su raíz. Son radicales, del orden ser ser.
La cosa no tiene nada que ver con el conocer.
El conocer es inmaterial, también en los animales.
En los espíritus, el conocer se convierte con el ser, pero siendo siempre distintos.
 De ahí que los filósofos que parten de la idea de "sujeto", tengan tantas dificultades para comprender lo que es el conocimiento. La unidad que piensan es prematura e ignora la distinción.
Una cosa no es un acto de conocer, salvo que su ser sea un acto de conocer (al convertirse el uno en el otro), como es el caso de la persona; pero entonces no es una "cosa".

¿Podemos imaginar el espíritu?


A veces imaginamos el espíritu como si fuera un fantasma. Un ser de materia etérea, pero materia al fin y al cabo.
 
La materia es potencia pura, no existe sin una forma que al menos sea cantidad "partes extra partes", partes que podemos denominar "átomos" relacionados.
 
Espíritu es lo que puede existir sin materia.
 
Lo inmaterial no tiene partes. No podemos pues, "imaginar" lo inmaterial, o dibujarlo en un ordenador con la forma de un fantasma.
 
Lo inmaterial podemos "sentirlo". Como el pato puede sentir el dolor o el placer de la humedad. Porque "sentir" es un acto de conocimiento (conocimiento sensible) y todo acto de conocimiento es, él mismo, inmaterial, aunque necesite de un órgano que al inmutarse presente la forma sensible.
 
Sin embargo, el pato y la pata no están abiertos por dentro. Sus sensaciones inmateriales van siempre unidas a los cambios de sus átomos, de sus órganos sensibles. Sus representaciones imaginativas están siempre unidas a las condiciones materiales concretas. Por ejemplo, imaginamos un perro, pero no podemos imaginar "el" perro, la esencia de perro.
 
Las mujeres y los hombres, las personas, sí que podemos despertarnos. Y pensar el placer o el dolor, sin sentirlo. "Sabemos" lo que es.
Fuente: blog de Leonardo Polo

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