Viernes 31 enero 2014.- Más allá de mantener la mente activa con juegos de 'braintraining', existen otras formas de ahuyentar el deterioro cerebral. En los últimos años se han presentado estudios que confirman cómo los ejercicios que mantienen en forma al cerebro pueden dar lugar a la formación de nuevas células cerebrales e inducir otros cambios que disminuyen los riesgos de demencia.
Una investigación de la Universidad del Estado de Wayne (Estados Unidos) emplea una perspectiva distinta y muestra cómo un estilo de vida sedentario altera ciertas neuronas y cómo su funcionamiento no sólo afecta al cerebro sino también al del corazón.
El trabajo científico, publicado en 'The Journal of Comparative Neurology', se ha realizado en ratas de laboratorio pero sus autores creen que los resultados son trasladables a los seres humanos. Estos resultados explicarían que el sedentarismo se encuentre entre los mayores males de la sociedad actual.
A continuación apuntamos cinco ideas que ayudarán al cerebro a mantenerse en forma y a evitar que los atractivos del sofá contrarresten el ejercicio mental.
- Cambiar el 'chip' consumista: mantenerse activo física o mentalmente no pasa por apuntarse al gimnasio, comprar videojuegos o pagar clases de yoga. La solución está en cambiar de actitud en el día a día y buscar opciones gratuitas que no serán excusa para no poner en marcha esos propósitos de año nuevo.
- Planificar el ejercicio: sentarse con papel y lápiz a crear un plan para mantener sano el cerebro puede ayudar a clarificar los pasos a seguir en este 'entrenamiento personal'. Pueden fijarse apartados en los que actuar como: entrenamiento mental, nutrición, ejercicio físico o métodos de relajación.
- Aprender a gestionar el estrés: las situaciones de tensión emocional y física generan gran cantidad de toxinas de las que el organismo debe aprender a desprenderse antes de que causen daño a los tejidos. Conseguir una buena autoestima y buscar apoyo entre amigos y familiares pueden ayudar a dejar atrás niveles de estrés indeseables.
- Realizar deportes de equipo: los deportes que se practican en equipo son ideales en este sentido. En estas actividades físicas, el cerebro debe actuar según unas reglas técnicas y resolver problemas a través de una ejecución que lleva a unos fines concretos, como el gol en el fútbol o el tanto en el tenis.
- Ojo a la dieta: aunque no se hable de alimentos específicos para el cerebro, la comunidad científica continúa estudiando el papel de los ácidos grasos omega 3 presentes en el pescado en la salud cerebral. Aún no existen muchas certezas científicas pero en lo que sí coinciden los expertos es en la dieta diaria como fuente de salud frente al consumo de suplementos alimentarios. Así, la vitamina C que se obtiene de un zumo de naranja es mucho más poderosa que la contenida en cápsulas.
Fuente: www.DiarioSalud.net
Una investigación de la Universidad del Estado de Wayne (Estados Unidos) emplea una perspectiva distinta y muestra cómo un estilo de vida sedentario altera ciertas neuronas y cómo su funcionamiento no sólo afecta al cerebro sino también al del corazón.
El trabajo científico, publicado en 'The Journal of Comparative Neurology', se ha realizado en ratas de laboratorio pero sus autores creen que los resultados son trasladables a los seres humanos. Estos resultados explicarían que el sedentarismo se encuentre entre los mayores males de la sociedad actual.
A continuación apuntamos cinco ideas que ayudarán al cerebro a mantenerse en forma y a evitar que los atractivos del sofá contrarresten el ejercicio mental.
- Cambiar el 'chip' consumista: mantenerse activo física o mentalmente no pasa por apuntarse al gimnasio, comprar videojuegos o pagar clases de yoga. La solución está en cambiar de actitud en el día a día y buscar opciones gratuitas que no serán excusa para no poner en marcha esos propósitos de año nuevo.
- Planificar el ejercicio: sentarse con papel y lápiz a crear un plan para mantener sano el cerebro puede ayudar a clarificar los pasos a seguir en este 'entrenamiento personal'. Pueden fijarse apartados en los que actuar como: entrenamiento mental, nutrición, ejercicio físico o métodos de relajación.
- Aprender a gestionar el estrés: las situaciones de tensión emocional y física generan gran cantidad de toxinas de las que el organismo debe aprender a desprenderse antes de que causen daño a los tejidos. Conseguir una buena autoestima y buscar apoyo entre amigos y familiares pueden ayudar a dejar atrás niveles de estrés indeseables.
- Realizar deportes de equipo: los deportes que se practican en equipo son ideales en este sentido. En estas actividades físicas, el cerebro debe actuar según unas reglas técnicas y resolver problemas a través de una ejecución que lleva a unos fines concretos, como el gol en el fútbol o el tanto en el tenis.
- Ojo a la dieta: aunque no se hable de alimentos específicos para el cerebro, la comunidad científica continúa estudiando el papel de los ácidos grasos omega 3 presentes en el pescado en la salud cerebral. Aún no existen muchas certezas científicas pero en lo que sí coinciden los expertos es en la dieta diaria como fuente de salud frente al consumo de suplementos alimentarios. Así, la vitamina C que se obtiene de un zumo de naranja es mucho más poderosa que la contenida en cápsulas.
Fuente: www.DiarioSalud.net
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