En Navidad hacer excursiones es el contrapunto a las comidas que nos glorifican y condenan. Hemos hecho bastante excursiones.Algunas por El Obach (hicimos un vuelta muy interesante dejando el coche en la Carretera de Rellinars, subimos por el camino de la Sierra de la Daina y hasta el Cerro de la Muela, de allí al Obac y regresar por Caus) y otros entre Osona y Berguedà en la fantástica Sierra de Busa.
Quisiera pero dejar testimonio de la excursión realizada a Santiago de Vallhonesta. Dejamos el coche en el camino entre Rellinars y la Casa de Casajoana (casa donde recuerdo que mi padre contaba que había realizado estancias de pequeño, en la época de los maquis). Una vez pasada la casa, por un camino bien ancha, enfilamos hacia el camino real, hay un atajo que sale a la derecha y que es muy recomendable. Una vez en el camino Ral hicimos retroceder hasta los Hostalets del Daví para poder hacer la ruta entre dos de los hostales más famosos del Camino Real: los Hostalets y Santiago de Vallhonesta. Este tramo de camino real es fantástico, muy cumbrera, con una vista espléndida a dos esquinas (Montserrat siempre como referente imponente a la izquierda y las casas de Matarrodona y de El Farell de la derecha). Una vez pasado el Coll de la Morella y Coll GIPE (antiguamente famoso por los atracos de bandoleros) y detrás de la Roca de Santiago encontramos finalmente el hostal de Santiago de Vallhonesta. Es impresionante.
Sus ruinas (el último incendio fue en 1985) no pueden ocultar la importancia de la casa, que junto con los Hostalets del Daví y de La Barata eran los alojamientos de referencia en el camino real entre Barcelona y Manresa. Es fácil imaginar la importancia del Hostal por las dimensiones de sus salas, sus vueltas y de sus caballerizas donde cabían hasta setenta animales. El Camino Real era hasta el ferrocarril y la carretera de la Massana una muy notable arteria económica del país. Descubro que Santiago de Vallhonesta fue propiedad de unos Marcet. Las paredes son impregnadas de historia: bandoleros de camino real, Guerra del Francés cuando fue cuartel, maquis y una era embaldosada como testigo de lo que debía ser una actividad agrícola impresionante (trigo, legumbres, aceite y sobre todo vino en la época marcada por la filoxera). El hostal queda a una hora a pie de la estación del tren de San Vicente de Castellet y es un portal natural hacia el Bages.
Nada más llegar a Santiago de Vallhonesta nos recibe un sabadellense que cuida el recinto del Hostal y de la Ermita. Lo mantiene limpio con sus visitas de cada domingo y lo prefiere. Nos da detalles del lugar mezclados con esta forma desabrochada de producirse algunos de los sabadellenses de antes tenían como muy propia. En todo caso, hay que estar bien agradecido a que gente como él, que se estima la montaña y ayuda a conservarla.
Deshaciendo el mismo camino real para volver. Hemos estado tres horas para hacer 13 km con un desnivel de 550 m. De vuelta no podía dejar de pensar como después de tantos años de pasear por San Lorenzo no había ido antes a un lugar tan magnífico como Santiago de Vallhonesta. No se lo pierda.
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