Las fiestas son un tiempo de reflexión, las cuales despiertan infinidad de sensaciones encontradas. Tiempo de introspección, donde la mente se piensa a sí misma, uniendo y evaluando pedazos de vida vividos y soñados, junto a batallas ganadas y derrotas sufridas.
Pienso que no hay años buenos ni malos, simplemente años que pasan, dejando experiencias para ser pensadas y evaluadas Dependerá de cada uno, en si se queda llorando lo perdido en el pasado, permaneciendo en el mismo territorio conocido, o, si retoma con más fuerza el año que comienza, sumergiéndose en uno nuevo por conocer.
Les deseo lo mejor a cada uno de ustedes, a los que llegaron, a los que están por llegar, a los que recién comienzan. Siempre se puede estar un poquito más arriba. Dejemos el pasado, aprendamos de él y proyectemos nuestro futuro. Que tu marca personal sea la satisfacción del trabajo bien hecho, y entender que sin constancia, actitud y disciplina es muy difícil llegar.
En el deporte y en la vida no todo es placer, hay muchas situaciones que nos confrontan con la dura realidad, donde lo realizado se opone a lo imaginado. La vida también es una eterna competencia. Es uno contra uno mismo. Estas son las maravillosas enseñanzas del deporte. Entrenamos tanto, nos golpeamos duro y lo ponemos en práctica en el diario vivir.
Es tiempo de dejar lo viejo e iniciar lo nuevo. Tiempo de comenzar a ser tú mismo. Se tu mejor admirador, se fiel a tus objetivos, se tu mejor amante. No dejes que los demás te condicionen. Elimina las palabras “debería” y “tendría”, y vive más libre y con menos equipaje. Aprende a perdonarte y olvídate de las faltas. Ellas están ahí, para hacerte crecer. Dales la bienvenida y trabaja fuerte por superarlas. Ante la incertidumbre, no le pidas consejo a tus miedos porque te van a aconsejar mal, decide desde tus convicciones, desde tus ganas de llegar.
No trates de ser el hombre diez, porque ante la primera falla abandonarás. Date tiempo, se auténtico, no des más vueltas, concéntrate en tu objetivo que las oportunidades están ahí afuera esperándote. Cuando una ventana se cierra, otra se abre: pero hay veces que nos quedamos tanto tiempo mirando a una cerrada, que no nos deja ver todas las demás que sí están abiertas para nosotros.
Lo mejor para ustedes
Julia Alvarez Iguña
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