lunes, 2 de febrero de 2015

El contagio de la mentalidad ganadora

http://jccubeirojc.blogspot.com/2015/02/el-contagio-de-la-mentalidad-ganadora.html 
El pasado fin de semana, el Real Madrid le remontó a la Real Sociedad (que había marcado en el primer minuto), el FC Barcelona le remontó al Villareal (que se había puesto por delante en el marcador dos veces) y el Sevilla CF le remontó a su “bestia negra” en la Copa, el RCD Espanyol. El colombiano Bacca, al final de este último encuentro, aludió a la MENTALIDAD GANADORA, que es precisamente el título del libro de su entrenador, Unai Emery, y un servidor.
Se trata, ya sabes, de “Mindset”, de Mentalidad. La Dra. Carol Dweck, una de las mayores expertas en Talento, nos habla en su libro del mismo título (aquí traducido por ‘La Actitud del Éxito’) de la diferencia entre mantienen el paradigma de talento fijo (se tiene o no se tiene) frente a quienes creemos que “el talento que no se aprecia, se deprecia”). Es el poder de las creencias, aplicado al desarrollo del talento: www.youtube.com/watch?v=NWv1VdDeoRY. Cuando a los niños se les reconoce su inteligencia, prefieren pruebas más fáciles; cuando lo que se aprecia es su esfuerzo, se atreven con pruebas más difíciles. Ante un test realmente difícil, los reconocidos por su esfuerzo llegan más lejos y más tiempo. Y cuando se vuelve a una prueba fácil, los “inteligentes” caen un 20% y los “esforzados” aumentan un 30%. “La mentalidad ganadora tiene un enorme impacto en los resultados”.
He estado leyendo una entrada de Allison Stephens en su blog sobre Reflexiones de Liderazgo y Aprendizaje, a propósito de lo contagiosas que son las mentalidades. La educadora había estado pensando sobre la mentalidad de crecimiento, porque había sido el tema de la newsletter de Google EDU y del SAVMP (School Admin Virtual Mentor Program): http://savmp.edublogs.org/2014/12/03/growth-mindset-savmp-for-december/ Allison recordaba que su padre le decía que la educación era la clave del éxito y que ser lista merecía la pena. “En cierto sentido, mi padre estaba elevando mi mentalidad cuando yo era joven”.    
La autora quería diseñar y construir su casa en el bosque, y aunque su marido le decía que era imposible, le convencí como mi padre hizo con ella. “En mi carrera, he visto cada oportunidad como una experiencia de aprendizaje”. Las mentalidades son contagiosas. Para lograrlo:
-       Marcar objetivos ambiciosos y realistas.
-       Dejar de pensar que la organización es una isla y buscar conexiones con la comunidad y el mundo.
-       Considerar toda nueva oportunidad y experiencia.
-       Comunicar que incluso l@s mejores tienen oportunidad de crecer. Quienes se ofenden por ello deberían revisar sus propias creencias.
Efectivamente, no son las ideas las que se contagian, sino las emociones. La mentalidad ganadora se contagia cuando los miembros de un equipo (un grupo humano que genera sinergias, que obtiene más juntos que cada un@ por separado) comparten una visión, una forma de pensar y de sentir, una manera de actuar. Es la misión del líder conseguirlo.
Volviendo a Carol Dweck, preguntarnos si hemos tenido éxito o si hemos fracasado no tiene sentido. Lo que vale es cuestionarnos si nos hemos esforzado, si hemos puesto “toda la carne en el asador”. Por eso, “becoming is better than being” (convertirse es mejor que ser).  En un equipo, no juzgues, trata de compartir lecciones, porque la vida es una oportunidad de aprendizaje.

Mi gratitud a Carol Dweck, a Allison Stephens y a quienes vivís desde la mentalidad ganadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario