Este ingeniero mecánico intenta demostrar en 'El Universo en una taza de café' que no hace falta llevar bata para comprender la Astronomía
El ingeniero mecánico Jordi Pereyra, autor de 'El Universo en una taza de café' LVE
Josep Fita | Sigue a este autor en Twitter o Google +
Redactor
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Uno puede pensar, a priori, que no hay muchas personas en el mundo a las que les pueda interesar la ciencia. Quizás, Jordi Pereyra (Ibiza, 1990), licenciado en Ingeniería Mecánica por la Universitat Politècnica de Catalunya, pensaba hasta hace poco tiempo lo mismo. Pero el día en que decidió crear su propio blog de divulgación científica, seguramente este pensamiento, en caso de tenerlo, se le fue diluyendo como un terrón de azúcar en una taza de café. Y no es para menos, y es que ‘Ciencia de Sofá’, así se llama el blog, tiene hoy en día más de 185.000 seguidores en la red social Facebook. Con esos guarismos, casi estaba obligado a intentar explicar de una manera entendible en un libro la historia de la Astronomía. De ahí nace ‘El Universo en una taza de café’.
Leyendo su libro, uno tiene la sensación de que éste esconde una crítica a la sociedad. Como si usted creyera que lo que en él se explica debería ser ya sabido por el ciudadano medio.
Puede ser. A veces, nuestro sistema educativo tiende a hacer una enumeración de cosas que debes saber, aunque nadie te explica el porqué dichas cosas son como son. Y el libro pretende combatir eso. Intenta explicar no sólo que existen los agujeros negros o las galaxias, sino también por qué sabemos que existen, el origen. Al final, lo que quería era que las personas supieran cómo funciona el proceso científico, cómo sabemos que una cosa es verdadera o no.
La ciencia es conocimiento, y el conocimiento nos ayuda a evolucionar y, en tiempos pretéritos, a sobrevivir. Los egipcios, que predecían las crecidas del Nilo gracias a una estrella, lo sabían bien.
Exacto. Sabían que cuando Sirio aparecía en el cielo la crecida estaba cerca. El error que cometían es que pensaban que era causa-efecto, cuando era pura casualidad. Pero la Astronomía, como protociencia, empezó así: estudiando los ciclos que seguían los astros para poder preveer qué pasaría en el futuro. Y aunque las conexiones que se establecían no fueran acertadas, al menos motivaba a las personas a observar el cielo.
Confundían la casualidad con la causalidad.
Sí, llegaron a convertir a Sirio en ‘Sopdet’, la diosa de la abundancia, porque el río lo inundaba todo y aportaba nutrientes a la tierra.
Supongo que el camino hacia el conocimiento tiene estos peajes, que alguien acabe usando representaciones para explicar cosas que en ese momento no tienen explicación. Algo así pasó con los babilonios, inventores de la astrología.
Ellos fueron un paso más allá. Si se les moría el rey, se fijaban en cómo estaba el cielo en esos momentos. Si alguna noche el firmamento presentaba una imagen similar, creían que su nuevo líder podía estar en peligro. La astrología no tiene ningún sentido.
Pero tras los egipcios y los babilonios, llegaría el primer científico de la historia, Tales de Mileto, el precursor del pensamiento científico.
Tales de Mileto [que vivió entre los años 625 y 547 a.C] empezó a explicar las cosas que pasaban a su alrededor observando los fenómenos naturales y cómo se relacionan entre sí. El vivía en una ciudad portuaria mercante. Los mercaderes son muy pragmáticos, en esa época ya creían que eran personas de éxito no por la gracia de los dioses sino por mérito propio. Y él, en este ambiente, desarrolló este tipo de mentalidad.
Por lo que explica en el libro, la ciencia ha dejado nombres para la posteridad, pero a la vez grandes damnificados. Sin ir más lejos, Aristarco de Samos, que fue el primero en quitar la Tierra del centro del Universo, ¡y nadie lo conoce!
Sí, es curioso. En aquella época todavía no se habían deshecho de algunos dogmas tradicionales [las ideas de Aristarco no fueron tenidas en cuenta porque iban en contra de las enseñanzas establecidas. Predominaba la teoría de Platón que aseguraba que la Tierra copaba el centro del Universo]. También es verdad que, por aquel entonces, había tantos modelos que intentaban explicar el Universo, tantas personas teorizando, que a lo mejor lo que hizo Aristarco, poner el Sol como centro en lugar de la Tierra, fue más una cuestión estadística que no fruto de que él fuera un visionario.
Tengo la sensación de que la humanidad ha perdido mucho tiempo y energía en dirimir qué copaba el centro del Universo.
Sin la tecnología que te permitiese estudiar bien la posición de los astros, tampoco tenías motivos para pensar que el Sol era el que estaba en el centro de todo. Sí que es verdad que había una gran carga ideológica a la hora de concluir que el centro del Universo era la Tierra, pero en lo que respecta a evidencias, tampoco tenían certezas de lo contrario. De hecho, Ptolomeo [que vivió entre los años 90 y 168 d.C], ingenió un modelo geocéntrico que se adecuaba muy bien a las observaciones. Era capaz de predecir dónde estaría ubicado un planeta en un momento concreto del año con una precisión razonable. Y esto reforzaba la creencia de que el modelo geocéntrico era correcto.
¿Hasta qué punto la religión ha frenado la evolución de la ciencia?
Aunque yo no soy religioso, creo que se tiende mucho a decir que la religión ha frenado nuestra evolución. Pero también es verdad que a la vez los religiosos eran los que proporcionaban educación a personas que podían llevar a cabo posteriormente un cambio de pensamiento.
Después de tantos miles de años de investigación, ¿sabemos ya realmente qué hay en el centro del Universo?
El Big Bang creó el espacio y el tiempo, y el espacio se ha ido expandiendo. Si te ubicas en cualquier punto del Universo, lo que ves a tu alrededor es que todo se aleja de ti. Eso es porque el espacio se expande, no porque todos los cuerpos se estén alejando entre sí. ¿Cuál es realmente el centro del Universo? Todos los puntos lo son al mismo tiempo, se podría decir.
Pero nuestra galaxia está orbitada por otras, y entiendo que nosotros orbitamos a alguna también, y ésta a su vez a otra. No se si esto es un bucle que se extiende hasta el infinito.
No hay indicios de que todo orbite alrededor de una cosa concreta. Lo que sí hay mucha especulación es en relación a qué había antes del Big Bang.
¿Y qué había?
No los sabemos [risas]. Ya que el tiempo empezó a existir con el Universo, creo que no tiene demasiado sentido preguntarse qué había antes del Big Bang. Lo máximo que podemos retroceder en el tiempo es hasta 300.000 años después del Big Bang, y hay que tener en cuenta que el Universo tiene 13.500 millones de años. Los científicos tienen esperanzas de que se pueda detectar algún tipo de señal gravitacional de aquella época, ondas gravitacionales que se pudieran generar en aquel tiempo lejano para saber qué estaba ocurriendo allí.
Hablaba de que el Universo se está expandiendo, ¿pero hasta cuándo?
Los científicos se cuestionaban si el Universo contenía suficiente materia en su interior para que la gravedad fuera capaz de frenar la expansión. Es por eso que se intentó cuantificar cuánta materia había. Durante años se hicieron estimaciones estadísticas, y se llegó a la conclusión de que no hay suficiente materia para frenar la expansión, y que lo seguirá haciendo para siempre, indefinidamente, hasta que cada vez tengamos menos astros vecinos en nuestra galaxia, la estrellas se vayan apagando porque no habrá nueva materia que interaccione con ellas para formar de nuevas, y todo acabe apagándose. Es una visión un poco deprimente.
Parece de ciencia ficción que podamos retroceder en el tiempo hasta 300.000 años después del Big Bang.
No es fácil de explicar. No hay nada que tenga masa que pueda viajar más rápido que la luz. Pero nada impide que el propio espacio-tiempo, que es el tejido que forma nuestro Universo, se expanda más rápidamente que la velocidad a la que se mueve la luz. O sea, dos partes opuestas del Universo pueden estar alejándose entre sí a un ritmo que está por encima de la velocidad de la luz, y no hay ninguna ley de la física que se vea incumplida en este planteamiento.
Hasta aquí le sigo.
Lo que sucedió tras el Big Bang es que hubo un periodo de inflación, una expansión tremendamente rápida del Universo. Eso quiere decir que hay zonas que se alejan de nosotros a grandes velocidades. O sea, que todo lo que queda englobado en dichas zonas -estrellas, planetas, galaxias- queda fuera de nuestro campo de visión porque, a pesar de que emiten luz hacia nosotros, se están alejando a una velocidad superior a la que viaja la luz.
Todavía no me he perdido.
Cuando decimos que retrocedemos en el tiempo, queremos decir que la luz que se emitió 300.000 años después del Big Bang ahora está llegando hacia nosotros.
Pero eso quiere decir que la velocidad de expansión del Universo ha llegado a un punto en el que ésta es menor de la que viaja la luz.
Efectivamente. Y es por eso que ahora lo podemos ver. Todo lo que se aleja de nosotros a una velocidad menor de la que se desplaza la luz está dentro de nuestro campo de visión.
Supongo que es difícil de asimilar este planteamiento, como lo sería en su día cuando Newton apareció con sus teorías de la gravedad.
Newton era un personaje muy curioso, extremadamente religioso, pero con una visión muy particular de la religión. Él pensaba que adorar a Jesucristo era una forma de idolatría, y eso no le parecía bien. Además, siempre intentaba buscar mensajes ocultos en la Biblia y cosas por el estilo. Pero a la vez era un tipo muy pragmático. Sin duda, fue el responsable de uno de los descubrimientos más importantes de la historia de la ciencia, la fuerza de la gravedad. Vaya, más que descubrirla la cuantificó, cosa que no había hecho nadie.
La famosa manzana que cae sobre su cabeza.
En verdad no cayó sobre su cabeza, la vio caer cerca de su posición. Pero lo importante es que se preguntó: ‘¿y si la fuerza que ha hecho caer la manzana actúa más allá de las copas de los árboles?, ¿y si actúa a nivel de la Luna?’. Y a partir de ahí desarrolló toda la ley de la gravedad. Fue un salto conceptual enorme.
Y después de Newton llegaría Einstein mejorando el concepto de la gravedad e introduciendo el concepto espacio-tiempo. A pesar de que su libro pretende ser divulgativo, a Einstein cuesta más seguirlo.
Sí [risas]. Una persona me decía hace poco que ‘Newton es de estar por casa y Einstein para las cosas serias’, y lo comparto. Einstein pensó un buen día que quizás la gravedad no fuera una fuerza, sino una deformación del tejido espacio-tiempo, que es de lo que está hecho el Universo.
El tejido espacio-tiempo…
Es la típica analogía de la malla y la pelota. Si tienes una malla y encima colocas una pelota, se crea una especie de valle en el que cada cosa que por allí pase caerá en su interior. Esto sería una analogía de lo que es realmente la gravedad. Einstein pensó, ‘si el espacio y el tiempo son lo mismo, realmente cuando viajas a través del espacio también estás viajando a través del tiempo’. O sea, que si viajas a velocidades muy altas, del orden de kilómetros por segundo, para ti empezaría a pasar el tiempo más lento que para otras personas que estuvieran viajando a velocidades mucho más lentas.
Y eso cómo se explica.
La esencia de todo esto está en el hecho de que la luz tiene una velocidad constante, con independencia de que quien la observe esté en movimiento o no. Si dos personas, una que está parada y otra que viaja a una velocidad muy alta, ven pasar la luz a la misma velocidad, eso quiere decir que algo está cambiando en su percepción del espacio y el tiempo.
Cuesta de entender.
Es difícil. Es la base de la teoría de la relatividad cuando dice que el espacio y el tiempo cambian para alguien que esté viajando a gran velocidad, precisamente porque la luz sigue desplazándose a la misma velocidad respecto a él.
Y si pusiéramos un reloj a la persona que viaja a la velocidad de la luz por el espacio durante años, y otro a la que se queda en Tierra, cuando se volvieran a encontrar, ¿ambos relojes no marcarían lo mismo?
Efectivamente, se le llama dilación temporal. El tiempo habría pasado más lento para la persona que hubiera viajada a la velocidad de la luz. Es como si el espacio-tiempo se contrajera.
¿El próximo reto de la Astronomía sería descubrir qué es la materia oscura, la sustancia desconocida que constituye un 75% de la materia del Universo, y de qué está hecha?
Sí. Todo lo que emite radiación puede ser detectado. Pero quizás el Universo esté repleto de materia esparcida que no podemos detectar no sólo porque esté muy alejada de nosotros, sino porque emite muy poca radiación. Hablamos, a lo mejor, de átomos de hidrógeno sueltos. El vacío, que no está completamente vacío, puede tener una densidad por metro cúbico de unos cuantos de átomos, pero hay tantos metros cúbicos en el Universo que al final, toda esta materia junta, es una barbaridad. Este es uno de los planteamientos que quizás puedan explicar la materia oscura, algo que nos parece invisible porque todavía no la podemos detectar.
Leyendo su libro, uno tiene la sensación de que éste esconde una crítica a la sociedad. Como si usted creyera que lo que en él se explica debería ser ya sabido por el ciudadano medio.
Puede ser. A veces, nuestro sistema educativo tiende a hacer una enumeración de cosas que debes saber, aunque nadie te explica el porqué dichas cosas son como son. Y el libro pretende combatir eso. Intenta explicar no sólo que existen los agujeros negros o las galaxias, sino también por qué sabemos que existen, el origen. Al final, lo que quería era que las personas supieran cómo funciona el proceso científico, cómo sabemos que una cosa es verdadera o no.
La ciencia es conocimiento, y el conocimiento nos ayuda a evolucionar y, en tiempos pretéritos, a sobrevivir. Los egipcios, que predecían las crecidas del Nilo gracias a una estrella, lo sabían bien.
Exacto. Sabían que cuando Sirio aparecía en el cielo la crecida estaba cerca. El error que cometían es que pensaban que era causa-efecto, cuando era pura casualidad. Pero la Astronomía, como protociencia, empezó así: estudiando los ciclos que seguían los astros para poder preveer qué pasaría en el futuro. Y aunque las conexiones que se establecían no fueran acertadas, al menos motivaba a las personas a observar el cielo.
Confundían la casualidad con la causalidad.
Sí, llegaron a convertir a Sirio en ‘Sopdet’, la diosa de la abundancia, porque el río lo inundaba todo y aportaba nutrientes a la tierra.
Supongo que el camino hacia el conocimiento tiene estos peajes, que alguien acabe usando representaciones para explicar cosas que en ese momento no tienen explicación. Algo así pasó con los babilonios, inventores de la astrología.
Ellos fueron un paso más allá. Si se les moría el rey, se fijaban en cómo estaba el cielo en esos momentos. Si alguna noche el firmamento presentaba una imagen similar, creían que su nuevo líder podía estar en peligro. La astrología no tiene ningún sentido.
Pero tras los egipcios y los babilonios, llegaría el primer científico de la historia, Tales de Mileto, el precursor del pensamiento científico.
Tales de Mileto [que vivió entre los años 625 y 547 a.C] empezó a explicar las cosas que pasaban a su alrededor observando los fenómenos naturales y cómo se relacionan entre sí. El vivía en una ciudad portuaria mercante. Los mercaderes son muy pragmáticos, en esa época ya creían que eran personas de éxito no por la gracia de los dioses sino por mérito propio. Y él, en este ambiente, desarrolló este tipo de mentalidad.
Por lo que explica en el libro, la ciencia ha dejado nombres para la posteridad, pero a la vez grandes damnificados. Sin ir más lejos, Aristarco de Samos, que fue el primero en quitar la Tierra del centro del Universo, ¡y nadie lo conoce!
Sí, es curioso. En aquella época todavía no se habían deshecho de algunos dogmas tradicionales [las ideas de Aristarco no fueron tenidas en cuenta porque iban en contra de las enseñanzas establecidas. Predominaba la teoría de Platón que aseguraba que la Tierra copaba el centro del Universo]. También es verdad que, por aquel entonces, había tantos modelos que intentaban explicar el Universo, tantas personas teorizando, que a lo mejor lo que hizo Aristarco, poner el Sol como centro en lugar de la Tierra, fue más una cuestión estadística que no fruto de que él fuera un visionario.
Tengo la sensación de que la humanidad ha perdido mucho tiempo y energía en dirimir qué copaba el centro del Universo.
Sin la tecnología que te permitiese estudiar bien la posición de los astros, tampoco tenías motivos para pensar que el Sol era el que estaba en el centro de todo. Sí que es verdad que había una gran carga ideológica a la hora de concluir que el centro del Universo era la Tierra, pero en lo que respecta a evidencias, tampoco tenían certezas de lo contrario. De hecho, Ptolomeo [que vivió entre los años 90 y 168 d.C], ingenió un modelo geocéntrico que se adecuaba muy bien a las observaciones. Era capaz de predecir dónde estaría ubicado un planeta en un momento concreto del año con una precisión razonable. Y esto reforzaba la creencia de que el modelo geocéntrico era correcto.
¿Hasta qué punto la religión ha frenado la evolución de la ciencia?
Aunque yo no soy religioso, creo que se tiende mucho a decir que la religión ha frenado nuestra evolución. Pero también es verdad que a la vez los religiosos eran los que proporcionaban educación a personas que podían llevar a cabo posteriormente un cambio de pensamiento.
Después de tantos miles de años de investigación, ¿sabemos ya realmente qué hay en el centro del Universo?
El Big Bang creó el espacio y el tiempo, y el espacio se ha ido expandiendo. Si te ubicas en cualquier punto del Universo, lo que ves a tu alrededor es que todo se aleja de ti. Eso es porque el espacio se expande, no porque todos los cuerpos se estén alejando entre sí. ¿Cuál es realmente el centro del Universo? Todos los puntos lo son al mismo tiempo, se podría decir.
Pero nuestra galaxia está orbitada por otras, y entiendo que nosotros orbitamos a alguna también, y ésta a su vez a otra. No se si esto es un bucle que se extiende hasta el infinito.
No hay indicios de que todo orbite alrededor de una cosa concreta. Lo que sí hay mucha especulación es en relación a qué había antes del Big Bang.
¿Y qué había?
No los sabemos [risas]. Ya que el tiempo empezó a existir con el Universo, creo que no tiene demasiado sentido preguntarse qué había antes del Big Bang. Lo máximo que podemos retroceder en el tiempo es hasta 300.000 años después del Big Bang, y hay que tener en cuenta que el Universo tiene 13.500 millones de años. Los científicos tienen esperanzas de que se pueda detectar algún tipo de señal gravitacional de aquella época, ondas gravitacionales que se pudieran generar en aquel tiempo lejano para saber qué estaba ocurriendo allí.
Hablaba de que el Universo se está expandiendo, ¿pero hasta cuándo?
Los científicos se cuestionaban si el Universo contenía suficiente materia en su interior para que la gravedad fuera capaz de frenar la expansión. Es por eso que se intentó cuantificar cuánta materia había. Durante años se hicieron estimaciones estadísticas, y se llegó a la conclusión de que no hay suficiente materia para frenar la expansión, y que lo seguirá haciendo para siempre, indefinidamente, hasta que cada vez tengamos menos astros vecinos en nuestra galaxia, la estrellas se vayan apagando porque no habrá nueva materia que interaccione con ellas para formar de nuevas, y todo acabe apagándose. Es una visión un poco deprimente.
Parece de ciencia ficción que podamos retroceder en el tiempo hasta 300.000 años después del Big Bang.
No es fácil de explicar. No hay nada que tenga masa que pueda viajar más rápido que la luz. Pero nada impide que el propio espacio-tiempo, que es el tejido que forma nuestro Universo, se expanda más rápidamente que la velocidad a la que se mueve la luz. O sea, dos partes opuestas del Universo pueden estar alejándose entre sí a un ritmo que está por encima de la velocidad de la luz, y no hay ninguna ley de la física que se vea incumplida en este planteamiento.
Hasta aquí le sigo.
Lo que sucedió tras el Big Bang es que hubo un periodo de inflación, una expansión tremendamente rápida del Universo. Eso quiere decir que hay zonas que se alejan de nosotros a grandes velocidades. O sea, que todo lo que queda englobado en dichas zonas -estrellas, planetas, galaxias- queda fuera de nuestro campo de visión porque, a pesar de que emiten luz hacia nosotros, se están alejando a una velocidad superior a la que viaja la luz.
Todavía no me he perdido.
Cuando decimos que retrocedemos en el tiempo, queremos decir que la luz que se emitió 300.000 años después del Big Bang ahora está llegando hacia nosotros.
Pero eso quiere decir que la velocidad de expansión del Universo ha llegado a un punto en el que ésta es menor de la que viaja la luz.
Efectivamente. Y es por eso que ahora lo podemos ver. Todo lo que se aleja de nosotros a una velocidad menor de la que se desplaza la luz está dentro de nuestro campo de visión.
Supongo que es difícil de asimilar este planteamiento, como lo sería en su día cuando Newton apareció con sus teorías de la gravedad.
Newton era un personaje muy curioso, extremadamente religioso, pero con una visión muy particular de la religión. Él pensaba que adorar a Jesucristo era una forma de idolatría, y eso no le parecía bien. Además, siempre intentaba buscar mensajes ocultos en la Biblia y cosas por el estilo. Pero a la vez era un tipo muy pragmático. Sin duda, fue el responsable de uno de los descubrimientos más importantes de la historia de la ciencia, la fuerza de la gravedad. Vaya, más que descubrirla la cuantificó, cosa que no había hecho nadie.
La famosa manzana que cae sobre su cabeza.
En verdad no cayó sobre su cabeza, la vio caer cerca de su posición. Pero lo importante es que se preguntó: ‘¿y si la fuerza que ha hecho caer la manzana actúa más allá de las copas de los árboles?, ¿y si actúa a nivel de la Luna?’. Y a partir de ahí desarrolló toda la ley de la gravedad. Fue un salto conceptual enorme.
Y después de Newton llegaría Einstein mejorando el concepto de la gravedad e introduciendo el concepto espacio-tiempo. A pesar de que su libro pretende ser divulgativo, a Einstein cuesta más seguirlo.
Sí [risas]. Una persona me decía hace poco que ‘Newton es de estar por casa y Einstein para las cosas serias’, y lo comparto. Einstein pensó un buen día que quizás la gravedad no fuera una fuerza, sino una deformación del tejido espacio-tiempo, que es de lo que está hecho el Universo.
El tejido espacio-tiempo…
Es la típica analogía de la malla y la pelota. Si tienes una malla y encima colocas una pelota, se crea una especie de valle en el que cada cosa que por allí pase caerá en su interior. Esto sería una analogía de lo que es realmente la gravedad. Einstein pensó, ‘si el espacio y el tiempo son lo mismo, realmente cuando viajas a través del espacio también estás viajando a través del tiempo’. O sea, que si viajas a velocidades muy altas, del orden de kilómetros por segundo, para ti empezaría a pasar el tiempo más lento que para otras personas que estuvieran viajando a velocidades mucho más lentas.
Y eso cómo se explica.
La esencia de todo esto está en el hecho de que la luz tiene una velocidad constante, con independencia de que quien la observe esté en movimiento o no. Si dos personas, una que está parada y otra que viaja a una velocidad muy alta, ven pasar la luz a la misma velocidad, eso quiere decir que algo está cambiando en su percepción del espacio y el tiempo.
Cuesta de entender.
Es difícil. Es la base de la teoría de la relatividad cuando dice que el espacio y el tiempo cambian para alguien que esté viajando a gran velocidad, precisamente porque la luz sigue desplazándose a la misma velocidad respecto a él.
Y si pusiéramos un reloj a la persona que viaja a la velocidad de la luz por el espacio durante años, y otro a la que se queda en Tierra, cuando se volvieran a encontrar, ¿ambos relojes no marcarían lo mismo?
Efectivamente, se le llama dilación temporal. El tiempo habría pasado más lento para la persona que hubiera viajada a la velocidad de la luz. Es como si el espacio-tiempo se contrajera.
¿El próximo reto de la Astronomía sería descubrir qué es la materia oscura, la sustancia desconocida que constituye un 75% de la materia del Universo, y de qué está hecha?
Sí. Todo lo que emite radiación puede ser detectado. Pero quizás el Universo esté repleto de materia esparcida que no podemos detectar no sólo porque esté muy alejada de nosotros, sino porque emite muy poca radiación. Hablamos, a lo mejor, de átomos de hidrógeno sueltos. El vacío, que no está completamente vacío, puede tener una densidad por metro cúbico de unos cuantos de átomos, pero hay tantos metros cúbicos en el Universo que al final, toda esta materia junta, es una barbaridad. Este es uno de los planteamientos que quizás puedan explicar la materia oscura, algo que nos parece invisible porque todavía no la podemos detectar.
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