La Caixa d'Enginyers impulsa 37 proyectos a través de su Programa Superior Universitario de Emprendimiento que ya prepara la tercera edición.
Por CATECONÓMICA
¿El emprendedor nace o se hace? Muchas veces hemos escuchado aquello de que un emprendedor está hecho de una pasta especial. Tirar adelante un negocio propio requiere una serie de cualidades –entre ellas el liderazgo, la perseverancia, la empatía, la capacidad de trabajo en equipo o la adaptabilidad– que a algunas personas les vienen de serie. Pero también es cierto que otras pueden aprender o afianzar estas competencias con un trabajo específico.
Eso es al menos lo que piensan en Caixa d'Enginyers, la cooperativa de crédito catalana que impulsa un Programa Superior Universitario de Emprendimiento en colaboración con el Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona, IL3-UB.
La iniciativa se enmarca en la actividad de responsabilidad social de la cooperativa, que realiza a través de su fundación y que está especialmente centrada en la inserción laboral. Además de cursos gratuitos para parados, organizan varios concursos que premian start-ups o proyectos de negocio con potencial. Pero hace un par de años quisieron dar un paso más y ofrecer formación a personas que tenían una idea de negocio pero que aún no se habían atrevido o no habían tenido la posibilidad de ponerla en marcha. Y, para hacerlo, se pusieron de acuerdo con IL3-UB para diseñar un programa universitario centrado en el emprendimiento.
La formación se imparte entre los meses de septiembre y febrero, y en él participan personas que previamente han expuesto una idea de negocio a la Caixa d'Enginyers, que, entre todas las solicitudes, selecciona veinte. A partir de aquí, estas personas reciben clases presenciales y on line (250 horas de cada tipo) y pueden hacer tutorías con los profesores del programa, propuestos por la UB y con experiencia emprendedora. Las clases, sobre materias relacionadas con la actividad comercial, el marketing, la comunicación, la fiscalidad, la legalidad o las finanzas de una empresa, son “eminentemente prácticas”, según el director de RSC y Comunicación de la cooperativa de crédito, Víctor Cardona.
Caixa d'Enginyers asume el coste de la formación, aunque los emprendedores tienen que aportar 400 euros. En caso de que se asista al 80% de las sesiones y se apruebe el curso, la entidad abona 200 euros al participante.
El programa trabaja en el desarrollo de las competencias necesarias para llevar a unastart-up hasta el punto de maduración que evite su desaparición en las primeras fases de vida. No en vano, el Global Enterpreneurship Monitor señala la dificultad de las jóvenes empresas españolas para sobrevivir más allá de los cinco primeros años.
Cardona asegura que, por las dos primeras ediciones, han pasado proyectos de todo tipo y emprendedores de todas las edades. Aunque la Fundació Caixa d'Enginyers se encuentra muy cómoda con los temas relacionados con la ciencia, la innovación y la tecnología, se han seleccionado ideas de negocio de muchos sectores. Por ejemplo, recuerda a una psicóloga que ha participado en la última edición y que tenía el proyecto de abrir un centro de yoga y Mindfulness. O un hombre mayor que formó parte de la primera hornada con una idea para fabricar barcos de vela con un palo plegable y que no necesitaran estar amarrados al puerto.
En estas dos ediciones, el programa ha impulsado 37 proyectos. De estos, según Cardona, les consta que dos o tres ya se han convertido en una empresa. También saben que otros emprendedores han desistido de su idea original.
La cooperativa de crédito ya está preparando la tercera edición del programa. Empezará a hacer difusión dentro de uno o dos meses con la intención de que cada vez sea más gente la que conozca la oportunidad que brinda. Como novedad, este año abrirán la convocatoria a personas que no sean socias –hasta ahora sólo podían presentarse los socios–, si bien es verdad que pertenecer a la cooperativa dará puntos de cara a la selección de los proyectos.
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