http://www.mentat.com.ar/nueva-mente.htm
Para quienes, como muchos de nosotros, hemos adquirido capacidades aptas para desenvolvernos en la llamada “Era de la Información”, pudiera resultar inquietante y hasta descorazonador descubrir que las mismas han pasado a un segundo plano, cediendo su lugar a otras, propias de una nueva era en la que ya hemos entrado y que se ha dado en llamar “Era Conceptual”.
Daniel Pink, en su obra “Una nueva mente”, siembra en el lector la ilusión necesaria para emprender el camino que conduce a despertar y fortalecer las habilidades necesarias para entrar en esa nueva era, con ilusión y sin miedo. Propone una serie de acciones, divertidas en su mayoría, que se convertirán en hábitos en poco tiempo, sin gran esfuerzo y de manera lúdica. Y como afirma el dicho oriental “quien siembra un hábito recoge un carácter y quien siembra un carácter recoge un destino”.
La nueva mente que propone Pink describe la de aquellos que potencian las cualidades del lado o hemisferio derecho del cerebro: control del lado izquierdo del cuerpo, simultaneidad (versus secuencialidad), análisis del contexto y síntesis de las imágenes globales.
Dado que lo que podríamos denominar educación estándar fomenta el uso del hemisferio izquierdo del cerebro, desarrollando el lado derecho conseguimos una mente mas equilibrada y útil para llevar una vida “sana, feliz y exitosa” en la nueva “Era Conceptual”. A esta era llegamos tras el final de la “Era de la Información” debido a tres factores fundamentales: la abundancia conseguida en los EE.UU., Europa y partes de Asia; el creciente protagonismo de Asia como gran productora de bienes y servicios; y la automatización.
En el caso de un trabajador de cuello blanco europeo, --como es mi caso-- el cambio puede resultar una fuente de múltiples pesadillas. El éxito que garantizaba un MBA por cualquier universidad de prestigio es cosa del pasado. Si a esto le añadimos unas escasas habilidades artísticas, una creatividad dormida, nulo dominio de los videojuegos y una tendencia al análisis secuencial (causa-efecto), casos como el mío parecen definitivamente perdidos. El cambio no sólo puede parecer mareante para los de mi condición, sino también anticipar el final de la misma, ya que le concedo las mismas posibilidades de éxito que tenían los monárquicos franceses en la Revolución de 1789 o los zaristas en la Rusia de 1917.
El cambio en que estamos inmersos no se limita sin embargo al terreno de la tecnología o la creación, sino que afecta al conjunto de nuestras vidas.
Nacido durante el “baby-boom” español de los sesenta, me encuentro teóricamente en la llamada mitad de la vida. No creo ser demasiado pretencioso (perdonadme si lo soy), si digo que, habiendo experimentado esa gran inquietud denominada “crisis de los cuarenta”, puedo identificar claramente la necesidad de perseguir nuevos objetivos que vayan más allá de la acumulación de bienes materiales, de poder o de títulos para el currículum.
Y es al llegar a este punto donde he encontrado una gran ayuda en la obra de Pink. Porque el cambio que él propone para caminar en la “Era Conceptual” es ciertamente inspirador. Pasa por desarrollar las habilidades que tenemos dormidas en el lado derecho del cerebro y equilibrarlas con el también necesario enfoque izquierdo. Llegaremos así a dominar las que Pink denomina “habilidades de concepto elevado y de toque elevado”. Son seis destrezas, los llamados “seis sentidos”: Diseño, Narración, Sinfonía, Empatía, Juego y Sentido.
“Una nueva mente” aporta luz a cualquiera interesado en la educación de nuestros menores y al perenne debate sobre el sistema educativo. Basta con darse una vuelta por un aula de cualquier centro de enseñanza para darse cuenta de que el predominio del fomento de las habilidades del lado izquierdo del cerebro es abrumador. Es cierto que se empiezan a introducir en España algunas técnicas de inteligencia emocional. Pero sigue siendo algo rayano en lo esotérico.
A su vez, crece la preocupación por los malos resultados de nuestros educandos en las pruebas que miden sus capacidades matemáticas y lingüísticas, plasmados en informes como el PISA y similares.
Leemos alarmados que la educación española retrocede, que nos dan calabazas internacionalmente, etc. Y, ¿qué hacemos? Pues en gran parte, reforzar los antiguos métodos, desequilibrar más si cabe la balanza a favor del lado izquierdo.
Quizás, y es sólo una hipótesis, esta generación de colegiales nos esté diciendo ¡ya basta! De una manera muy clara. Ya basta de antiguas habilidades que hemos explotado al máximo, ya basta de tanto memorizar ríos, montañas y mares (físicos y de datos), ya basta de copiar lo de otros, ya basta de pintar sólo dentro de las rayas, ya basta de que no nos pregunten lo que queremos aprender. Y más aún teniendo en cuenta que toda reforma introducida hasta ahora, y que no considera el lado derecho, choca con la incomprensión en forma de fracaso escolar. No sé qué podemos perder introduciendo medidas que fomenten la creatividad del niño y del joven, su capacidad de conocer y sacar lo que lleva dentro. Creo que nada. Y, ¿qué hay mas importante que conocer y desarrollar lo que uno lleva dentro? Ya lo decía el oráculo de Delfos: “conócete a ti mismo y conocerás el Universo”. O mucho más recientemente Anne Louise Germaine Necker, Baronesa de Staël : “¿Qué es la felicidad sino el desarrollo de nuestras facultades?”. Y para un padre, ¿hay algo más importante que poder colaborar en el camino hacia la felicidad de sus hijos? ¿O para un gobernante en el de sus gobernados?
Las consecuencias de una educación que sigue reforzando el lado izquierdo del cerebro están perfectamente descritas por el gran Stefan Zweig en su impresionante testimonio “El mundo de ayer”: ...toda mi época escolar no fue sino un aburrimiento constante y agotador que aumentaba año a año debido a mi impaciencia por librarme de aquel fastidio rutinario. No recuerdo haberme sentido alegre y feliz en ningún momento de mis años escolares-monótonos, despiadados e insípidos- que nos amargaron a conciencia la época más libre y hermosa de la vida...”.
Ciertamente, este oscuro panorama ha sido superado pero es el momento de dar un nuevo salto, de educar para reforzar la nueva mente, para equilibrar los lados derecho e izquierdo del cerebro, para vivir plenamente la “Era Conceptual”.
Y no nos asustemos, tenemos estas habilidades. Sólo hay que despertarlas. Y rápido. Garantizo que el proceso es mucho mas divertido que el que hemos experimentado para desarrollar el lado izquierdo del cerebro.
Gracias, lado izquierdo del cerebro. Nos has traído hasta aquí, has creado una sociedad rica y materialmente abundante. Relájate y disfruta. Bienvenido, lado derecho del cerebro.
Queremos que nos ayudes en esta nueva etapa que considera más lo intangible.
Para el lector, este libro es un regalo que le ayudará en el proceso que el Nobel García Márquez definió como “el alumbramiento continuo al que la vida nos obliga a nosotros mismos una y otra vez”. Por lo menos esta vez es muy divertido.
Juan Perea Sáenz de Buruaga
Prólogo del libro Una nueva mente. Una fórmula infalible para triunfar en el mundo que se avecina
Autor: Daniel Pink
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario